En la arena de entrenamiento del castillo se encontraban entrenando Cora y Farid.
—Vamos Cora aún no te rindas. —Dijo Farid. Sosteniendo una espada.
—Ja ¿cómo es qué tu no te has cansado a pesar de que combatí con todas mis fuerzas? —Preguntó Cora. Sosteniéndose con su espada.
—Fue gracias a ti que estoy aquí contigo... Así que ahora te devuelvo el favor cariño. — Respondió Farid.
Cora toda roja.
—¿Co -cómo dijiste? — Preguntó Cora.
Mirando al suelo con aquellos hermosos ojos. Que la caracterizan.—Nada jaja ahora sigamos con el entrenamiento. — Respondió Farid. Sonriendole.
—Aún no puedo levantarme. —Dijo Cora. Cansada.
Farid se acercó a ella. Mientras de sus manos comenzó a salir una aura verde.
—¿Qué es eso? —Preguntó Cora.
—Poder curativo. —Respondió Farid. Agachándose. Puso ambas manos en la espalda de Cora.
—¿Desde hace cuanto sabes eso ?— Preguntó Cora. Mientras era curada.
—Hace 300 años un gran grupo de personas llegaron a mi pueblo se encontraban heridos debido a que su reino había caído, así que mi pueblo los acogió pero decidieron quedarse y cómo consecuencia los genes se unieron y ahora la mayor parte de mi pueblo tiene éste poder, así que desde que nací lo tengo conmigo. — Respondió Farid.
Término de curar a Cora. Quién se levantó.
—¿Puedes curar enfermedades? — Pregunto Cora.
—No sólo heridas de cualquier tipo e incluso huesos rotos pero no enfermedades. — Respondió Farid.
— Entonces ¿Puedes auto curarte? — Cora estaba. Sorprendida.
— Si cada vez qué mí cuerpo recibe algún daño se cura
automáticamente ——Se podría decir qué cuando entrenaba contigo o me sangraba la nariz el daño en mí interior era bastante — Respondió Farid.
— ¿Cómo soportaste tanto dolor? — Pregunto Cora.
— No Losé — Respondió Farid. Sonriendole.
Cora se acercó a Farid.
¿Y cómo te pago por curarme? — Preguntó Cora.
—¿Pagarme? Pero - Farid fue interrumpido por un beso de Cora quién no dudo en corresponderle.
Farid separó sus labios de los de Cora.—Gracias por aparecer en mi vida. — Dijo Farid. Abrazando a Cora.
—No gracias a ti sin ti mí vida sería otra... Pero ahora volvamos al entrenamiento.
—Jaja ¡,sí! Lo que digas mi princesa — Comentó Farid.
Mientras en una sala del castillo se encontraba Alet y Dario.
—Padre tengo nueva información — Dijo Alet.
—Habla hijo... —Comentó Dario. Mirando por una ventana donde se lograba ver la muralla del imperio.
—Al parecer un soldado explorador de nuestro aliado del imperio dragón. Vio alrededor de ciento cincuenta mil soldados dirigiéndose al bosque detrás de las montañas viento. — Dijo Alet. Mirando a su padre.
—¿Solo eso? — Preguntó Dario.
—Si no hay mas el explorador no pudo acercarse más. — Respondió Alet.
—Padre ¿que creés que sea? — Preguntó Alet. Con curiosidad.
—No Losé ¿que hay del imperio del conde? — Preguntó Dario.
— Su ejército sigue sin cambios no hay movilizaciones o algo parecido — Respondió Alet.
Dario suspiro.
— Esperó que así sea — Dijo en voz baja.
De vuelta a la zona de entrenamiento del castillo.
— Creó qué debería ir a ver a mi familia — Dijo Farid.
Cora guardó su espada y se acercó a Farid.
— Lo olvidaba... ¿Los extrañas? — Preguntó Cora.
— Sí además quisiera que conocieras a mis padres y a mí pueblo — Respondió Farid.
Cora se puso roja al oír lo que dijo Farid.
—¿De verdad? — Preguntó Cora.
— Si, claro qué ahora no si no después quiero que también vallan Zaida e Izan... Esperó que su entrenamiento los vuelva más fuertes... — Respondió Farid.
— Así será conociéndolos seguro que si — Dijo Cora.
En ése momento Farid le robó un beso a Cora quién toda roja le dijo
— ¿Y eso por qué? —
— Estamos igual jaja — Respondió Farid. Mientras corría.
— ¡ No creas qué esto
se quedará así! — Dijo Cora. Corriendo detrás de él.
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EL DESTINO DE FARID
RomanceEn la búsqueda de cumplir su sueño Farid conoce a Zaida e Izan quienes se convertirán en grandes amigos. Los tres logran entrar al ejército, sin embargó Farid tiene problemas para controlar su poder a pesar que es uno de los mas fuertes su cuerpo e...