Infieles

Chapter 12: Friday

Finalmente llegó el viernes, el día que tanto esperaba. Espero que se haya notado el sarcasmo. Realmente ya no había ningún dolor existente en mi trasero, por lo que podía volver a la normalidad y moverme como antes. No sé en lo que estuve pensando en hacerle aquello a Harry mientras conducía el miércoles... aunque debo admitir que me gustó muchísimo ver las caras que él ponía y oír sus gemidos. Y de milagro que no tuvimos ningún accidente.

 Louis sigue sin hablarme, pero, ¿por qué estoy esperando a que lo haga? Después de todo él tan solo me quería para... para quitarme la virginidad, la cual ya me la quitó Harry. Entonces pensé que había sido mejor que lo hubiera hecho Harry que Louis. Sonreí interiormente al recordar aquella noche, pero mi sonrisa se esfumó al ver la melena rubia de Lily aparecer por el pasillo del instituto. Ella se acercaba a mí con una velocidad increíble, jamás la había visto así. Cerró mi taquilla de golpe, creando un sonoro estruendo. Yo me sobresalté ante su acción y la miré frunciendo el ceño.

-       No me mires así, niña. Sé lo que hiciste con Harry- me dijo ella. Mis ojos se abrieron desmesuradamente.

-       ¿Q-qué? 

-       No te hagas la inocente, lo sé todo.

-       ¿Cómo todo? ¿Qué es “todo”?

-       Que te lo tiraste, mientras yo estaba con él y tú estabas con Louis. Eres una zorra.

Desperté de golpe y miré en donde me encontraba. Estaba en mi habitación. Intenté controlar el aire que entraba y salía de mis pulmones, mi corazón palpitaba rápidamente por el sueño que había tenido. Me levanté de la cama sin ni siquiera mirar la hora en mi móvil, y me dirigí a la cocina a beber un vaso de agua. Después subí y fui al baño a hacer mis necesidades. Después volví a mi habitación y miré la hora. Eran las tres de la madrugada. Wow. Jamás me había despertado a esta hora.

Me tumbé en mi cama, para volver a dormir. Después de dar como unas 1000 vueltas por el colchón, pude cerrar los ojos.

A la mañana siguiente, ya era viernes. Estaba muy nerviosa ya que hoy estaba obligada a encontrarme con Harry en aquel extraño hotel. Después de vestirme bajé a desayunar, allí encontré a mi padre y a Callum. Ninguno decía nada, ni siquiera se miraban. Bueno, esto es mejor que verlos pelearse.

-       Buenos días- dije sonriendo.

-       Buenos días pequeña- saludó mi padre, hacía años que no me llamaba así. Por poco el plato que había cogido se resbalaba de mis manos al oír su saludo.

-       Hola Grace- me saludó Callum.

Me senté en la mesa, y llené el plato con un par de tostadas. Callum me miró como intentando decirme algo, pero yo no entendía el qué. Entonces señaló con la cabeza el calendario, yo miré el día. Dios mío, hoy hacía once años que mi madre nos había dejado, por poco me atraganto con la tostada. Bebí café para disimular. Entonces me di cuenta que mi padre estaba muy callado y parecía ¿triste?

-       Bueno Grace, ¿me contarás lo que tenías en el cuello?- habló mi padre. Mierda. Callum frunció el ceño y abrió los ojos de golpe.

-       Mh… yo… es que fui a cenar con Louis la noche anterior- dije, no esperaban a que les contara todo ¿O sí?

-       Oh. Bueno, eso lo explica todo.

-       Aham…

Callum entrecerró los ojos y negó con la cabeza mirándome, como diciendo “Pues vaya contigo Grace”. Yo apreté los labios y lo miré furiosa. No me atrevía a decirles que Louis y yo ya no estábamos juntos, si lo hacía, temía que me echara a llorar, y yo no quería llorar hoy. De pronto se escuchó un clarkson que provenía fuera de la casa. Todos lo ignoramos. Tocaron el clarkson dos veces. Por un momento pensé que era Louis y mi cuerpo sintió un poco de emoción, pero más rabia al pensar que tenía el descaro de hacer eso cuando me rompió el corazón.