Cuando llegué a casa, lo único que hice fue darme una ducha muy larga. Normalmente las que yo me daba no duraban más de veinte minutos, ésta duró como cuarenta minutos.
Una vez limpia y más relajada, me sequé el cabello con el secador, mientras mi mente volaba hacia el baile de invierno de ésta noche al cual no iba a ir.
Después de aquello fui a hacer la cena para Callum y mi padre. Yo no tenía hambre, así que solo preparé comida para ellos.
Me senté en el sofá, y me quedé mirando la televisión, aunque estaba apagada. La casa estaba silenciosa, solitaria. Suspiré al escuchar la puerta abrirse. Seguramente era Callum. Pero no era él.
- Hola Grace- la voz de mi madre sonó en el salón. Mis ojos se dirigieron a los suyos.
- Hola- saludé. Ella se sentó a mi lado, y yo me aparté un poco. Me sentía incomoda. Aquel silencio entre nosotras era incómodo.
- Así que… ¿no te van los bailes escolares, eh?- ella sacó el tema. Me rasqué la nuca.
- Nop. Para nada.
- A mí no me gustaban tampoco, cuando tenía tu edad- de nuevo un silencio incomodo.
- Te lo llevaste todo, ¿sabes?- le dije bajando la mirada.
- ¿Eh?- ella pareció no entenderme. Yo me reí.
- Te llevaste todo lo que teníamos y todo lo que no. Dinero, joyas, amor, alegría, felicidad, confianza y esa maldita beca.
- De verdad que lo siento mucho Grace. Dime qué puedo hacer para recuperarte. ¿Quieres que devuelva el dinero que me llevé?
- ¡No! ¡No todo se basa en el dinero!
- Y-yo no sé qué hacer…
- Hace diez años si lo sabías. Venga, ahora que todo va bien quédate. Cuando todo se estropee, abandónalos a todos de nuevo- me levanté del sofá furiosa y con ganas de llorar.
Ella no sabía por lo que habíamos pasado Callum y yo, en ésta casa, con nuestro padre.
Empecé a caminar hacia la puerta de la cocina, y sentí los pasos de mi madre seguirme.
Yo siempre la había querido de vuelta, a decir verdad. Pero eso era cuando era pequeña. Cuando cumplí los 14 años me di cuenta de que ella no volvería, y de que todo seguiría hacia delante de una manera u otra, pero sin una madre que me cuidara. Me di por vencida a aquella edad.
Mi madre me cogió del hombro para girarme. Ella me miraba con ojos cristalinos. Fue como ver mis ojos en un espejo: los de ella eran exactamente igual que los míos. También vi reflejado en ellos lo que yo sentía. Engaño, tristeza, inseguridad. ¿Cómo no pude darme cuenta de esto antes? Ella se sentía exactamente como yo.
Ella no sabía qué pasos dar para llegar a mí, mientras que yo no sabía qué pasos dar para alejarme de ella.
Mi madre abrió la boca para decirme algo. Su agarré se aflojó. Ella no dijo nada. Yo me alejé, y en vez de entrar en la cocina, salí de la casa. No iba a irme a llorar a ningún lado, si no que iría a dar una vuelta alrededor de ésta casa rota, no literalmente.
A lo lejos vi coches que reconocía que eran de algunos de mis compañeros. Irían al baile, seguramente. Pasaban a una velocidad vertiginosa, y yo escuchaba los gritos que provenían de ellos. Gritos de alegría, de emoción. Sonreí tristemente para mis adentros.
Imaginé a Harry con un traje caro y de marca. Zapatos negros, italianos. Su cabello peinado por primera vez en muchísimo tiempo, ya que siempre lo llevaba de cualquier manera. Sus ojos algo vacíos sin verme en aquel baile, igualmente hermosos. Sonreí ampliamente. Él se vería muy sexy así vestido.
Ya hacía mucho frío, así que entré en casa. Mi madre ya no estaba dentro.
* * * * *
Es un capítulo algo mierda ya que no sale Harry :S
El próximo será narrado por Haroldo ;)
Pronto subiré el próximo :D
ESTÁS LEYENDO
Infieles
FanfictionTodo es un lío. Un nudo. Un nudo gigantesco. Un lazo que ya nadie puede deshacer. Portada hecha por: @smokelikemalik/@harryscinnamon Trailer hecho por: @wailingxwoman