LANA.
-Señorita-
Parpadeo varias veces, la señora frente a mí me mira y muestra disgusto, tomo los productos que va a comprar y los registro uno a uno, los introduzco en una bolsa, miro a la señora nuevamente.
-Son diez dólares- Digo y sonrío, un requisito importante para durar en cualquier trabajo.
La señora busca en su cartera, toma un billete y lo extiende hacia mí, lo tomo y sonrío nuevamente, la señora toma la bolsa y sale del lugar, guardo el billete en la caja registradora.
Me inclino en el mostrador, apoyo mi barbilla en el dorso de mi mano y mi mente vuelve a la revelación de Lucy, aun no logro procesar lo que me confeso, suspiro, miro la hora en mi reloj de mano, es tarde, pronto tendré que cerrar.
La campana de la puerta suena indicándome que alguien entro, un hombre alto con gorra se dirige a uno de los pasillos, por la hora este será el último cliente, luego de él cierro el local.
La campana vuelve a sonar, dirijo mi mirada a la puerta, lo que encuentro asusta de inmediato, un enmascarado se acerca rápidamente hasta el mostrador frente a mí, el arma en su mano me apunta, me congelo en mi lugar y entre abro mis labios incapaz de decir nada.
-¡Dame todo el puto dinero!- Ordena gritando, parpadeo y mi corazón comienza a latir con fuerza -¡Rápido!- Vuelve a gritar, brinco y me dirijo a la caja, la abro.
Doy otro salto cuando el enmascarado me lanza una bolsa, la miro y luego a él, mis manos tiemblan.
-Hecha el dinero ahí- Ordena señalando con su arma la bolsa, mis labios tiemblan y las lágrimas se acumulan en mis ojos.
-Por favor, no me hagas daño- Susurro con voz ahogada y temblorosa, escucho como gruñe.
-¡Hazlo rápido, o te volare la cabeza ya mismo!- Grita.
Sollozo e intento controlar mis manos temblorosas, tomo la bolsa y comienzo a introducir el dinero en ella.
De pronto todo pasa muy rápido, escucho un grito del hombre enmascarado, me inclino rápidamente con miedo a un disparo de su parte, tapo con mis manos mis oídos, pero los segundos pasan y nada ocurre.
Dejo mis manos temblorosas, trago con dificultad, mi mirada se dirige al suelo atreves del mostrador de vidrio y jadeo al ver al enmascarado tirado en el suelo. Alguien está de pie a su lado, frunzo mi ceño y me coloco de pie.
Mi mirada se centra en el hombre alto con gorra, el golpeo al enmascarado y lo dejo inconsciente, debió pegarle por detrás, el miedo me recorre al pensar que un disparo pudo habérsele escapado al enmascarado al ser tomado por sorpresa.
El hombre de gorra me mira de forma fría, sus ojos marrones centrados en mi rostro, es joven, y aunque no puedo ver bien su rostro por la gorra noto que es apuesto.
-Qué esperas, llama a la policía- Se limita a decir, parpadeo, trago con dificultad, el hombre se inclina, quita la sudadera del hombre inconsciente y amarra sus manos tras su espalda.
El hombre se levanta nuevamente, me mira y acomoda su gorra, puedo observarlo mejor tiene un rostro apuesto, su barbar en corte de candado cubre su perfilada mandíbula, pero su frialdad da miedo,
-Estará inconsciente bastante rato, dará tiempo hasta que la policía llegue- Dice con voz ronca, guardo silencio aun conmocionada, él desconocido suspira, toma un refresco de mostrador y lo eleva para que lo vea –Tomare esto como una recompensa- Dice, no espera que diga nada y sale de la tienda.
Aun mi cuerpo no deja de temblar, sigo al hombre desconocido en la calle con mi mirada, su presencia es siniestra, a pesar de que me salvo contra ese enmascarado.
....
Sentada en la tapa del inodoro del bar llevo mi mano a mi mejilla y quito la lágrima que se desliza por ella. Trate de ser fuerte pero la carga emocional pudo más y ahora me encuentro llorando en el baño del bar en el que trabajo.
Luego de que la policía llegara a la tienda y se llevaran al delincuente, el dueño de la tienda llego para supervisar los daños, a pesar de que no hubo ninguno el dueño de la tienda me despidió, no me culpaba de nada, ni estaba disconforme conmigo, simplemente me despidió porque dijo que contrataría a un hombre fuerte, que pudiera cuidar mejor la tienda.
Ahora me encontraba sin uno de los empleos, el trabajo en la tienda me daba lo suficiente para poder pagar mi parte del alquiler del departamento, ahora no sé cómo haría, debía buscar pronto un nuevo empleo.
Me levanto y salgo, me acerco al espejo, hago un gesto ante mi rostro lloroso, abro el grifo, tomo un poco de agua y mojo mi rostro, suspiro y cierro mis ojos.
Salgo del baño y vuelvo al salón, la música no es buena para el dolor de cabeza que quiere invadirme, el lugar es oscuro, las luces apenas alumbra el lugar, por lo menos eso ocultaría mi rostro afligido.
Me acerco a una de las mesas, él hombre en ella recorre con su mirada mi cuerpo, intento no hacer un gesto de asco.
-Tráeme una cerveza, muñequita- Dice el hombre con una estúpida sonrisa, muerdo el interior de mi mejilla, y voy hasta la barra.
-Lana, no tienes buena cara, ¿te encuentras bien?- Pregunta Mateo, el bar tender del bar, es un hombre alrededor de sus cuarenta, es una buena persona y protector hacia las que trabajamos en este bar.
-Perdí mi empleo en la tienda- Digo sin poder evitar la melancolía en mi voz, el eleva sus cejas y hace un gesto de disgusto.
-Lo siento cariño, sé que lo necesitabas- Dice con sinceridad, suspiro y asiento.
.....
Mis pies duelen nuevamente por los altos tacones, hoy termine mi turno un poco más temprano, casi no habían personas, me estremezco ante el frio, busco en mi bolso mi móvil para llamar un taxi, remuevo entre mis pertenencia y maldigo cuando no lo encuentro, no lo traje, ahora tengo que caminar.
Me abrazo a mí misma y camino en la oscuridad por las calles desiertas, no hay autos que pasen, nada las calles están solitarias, el frio de la noche congela mis huesos.
Camino rápidamente, frunzo mi ceño, al ver a varios metros como una camioneta negra se detiene, los latidos de mi pecho comienzan a aumenta, pienso rápido y me escondo en un callejón, la ventaja es que esta oscuro, es probable que pasen y no me vean.
Me asomo con temor, jadeo cuando veo que tiran a u hombre fuera de la camioneta, este cae al suelo, la camioneta enciende sus luces, parece que va arrancar, me pego a la pared y me inclino tratando de ocultarme con la oscuridad.
La camioneta pasa por la pista con velocidad, no creo que me vieran, espero varios minutos asegurándome de que se hayan ido y no vuelvan, cuando creo que estoy segura, salgo del callejón y corro hasta llegar al cuerpo.
Llevo mi mano a mis labios ahogando un grito, es el cuerpo de un hombre, está herido, tiene una gran mancha roja en su camisa en la zona del abdomen, de ser sangre, y eso parece ser una herida de bala, su rostro muy golpeado.
Me inclino, sin saber qué hacer, de pronto me tenso cuando el hombre toma mi tobillo, aun está vivo.
-Ayuda- Es lo que logro entender en su susurro agonizante.
♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️
Nuevo capítulo 🌹
Voten para continuar
Intagram keithkatt96🍒
Lana en multimiedia 💋
ESTÁS LEYENDO
SUGAR BABY (MAFIA 1)
Short Story-Ahora eres mi sugar baby, solo mía- Murmura mirándome fijamente, frunzo levemente mi ceño, apesar de que él es muy apuesto, hay algo siniestro en su mirada, su mirada no deja la mía, me obligo a sonreír de forma fingida. Nadie me advirtió cuanto c...