CAPÍTULO 23.

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                                                             LANA.

Casi una semana  había pasado, me encontraba desesperada, alterada, Devon solía salir de la habitación y dejarme aquí encerrada, a pesar de que esta era tan grande como un departamento, no podía soportar estar encerrada, la única persona con la que podía tener contacto era Devon, y el no era de mucho hablar, solo se encargaba de tomar mi cuerpo cuando volvía. 

Camino por toda la habitación, llevo mi mano a mi cabello y tiro de algunos mechones con desesperación, no quería estar aquí, sentía que cada segundo me volvía un poco loca. 

Buscaba de forma desesperada un móvil, una salida, pero no hay nada, escucho como la puerta principal se cierra, Devon debio llegar, corro hasta la cama, me meto entre las sábanas y finjo estar dormida,  me tenso, escucho sus pasos, cierro mis ojos con fuerza e intento regular mi respiración. 

Trato de no encogerme cuando Devon acaricia mi rostro, su mano va a mi brazo, baja lentamente, cuando llega a mi cintura abro mis ojos y me renuevo. 

-Me encanta verte dormir muñeca, te he extrañado todo el día- Susurra sentándose en la orilla de la cama, lo miro inexpresiva, Devon siempre dice ese tipo de palabras, a veces logra confundirme, pero luego el hace lo que quiere y abusa de mi, el simplemente no puede tener sentimientos, esta demente. 

Salgo de mis pensamientos cuando la mano de Devon va a los botones de la camisa que llevo puesta, el me obliga a usar sus camisas, solo cuando me llevaba a comer algunas veces a un lugar privado en el exterior el conseguía un bonito vestido y todo lo necesario. 

Devon se sube a la cama, quita su saco de vestir y lo tira lejos, cierro mis ojos, sabía que poner resistencia simplemente haría todo más doloroso, su mano toma mis mejillas, ejerce un poco de presión. 

-Abre los ojos Lana, me estoy comenzando a cansar de que siempre estés con los malditos ojos cerrados- Gruñe con enojo, mi respiración comienza a agitarse, su agarre se hace más fuerte, así que abro mis ojos lentamente. 

Esos ojos marrones fríos me observan con enojo, miro con expresión vacía su rostro, sonrió con melancolía al pensar que hace varios días estaba empezando a sentir algo por el, pensé que el podría sentir lo mismo, fui una estúpida, pensé que entre ambos había algo especial. 

Devon termina de abrir los botones de la camisa que llevo puesta, mi lencería queda expuesta, el se inclina y comienza a dejar besos en mi cuello, Devon se detiene, y eso me asusta un poco, me tenso esperando que algún maltrato de su parte llegue, algunas palabras crueles, algo, pero el simplemente se eleja un poco y observa mi rostro. 

Lo miro asustada, el frunce su ceño levemente, su mano va a mi mejilla, limpia algunas lágrimas que no sabía que había llorado, su mandíbula se tensa, suspira y se aparta, eso me sorprende, observo con precaución como se sienta en la orilla de la cama y toma con sus manos su cabeza, el despeinado su cabello y luego se detiene. 

Tomo la sabana al lado y me cubro, me siento en la cama con temor a lo siguiente que Devon hará, sabía que no me golpearia, el nunca lo había hecho pero no sabía hasta donde llegaría su demencia. 

Me tenso cuando se levanta, el se gira y me mira, su expresión es neutra, pero sus ojos muestran algo, el humedece sus labios y comienza a quitar su camisa. 

-Te he traído algunos obsequios, están en la mesa de la sala de estar, ve a verlos, tomaré una ducha- Murmura, parpadeo un par de veces, no entiendo que sucede, observó como quita su cinturón. 

Miro con interés como toma su móvil de la bolsa de su pantalón y lo guarda en el cajón de una mesa cercana, los latidos en mi pecho comienzan a aumentar, debo tomar ese móvil, debo llamar al agente especial y pedir ayuda, no quiero estar más en este lugar, intento controlarme, aparto mi mirada y hago lo que Devon pidió. 

Me coloco la camisa de Devon y voy hasta la sala de estar, miro con amargura varias bolsas de compras, así era Devon, no sabía si era su modo de disculparse, pero siempre que tomaba mi cuerpo sin mi consentimiento llegaba más tarde con obsequios, suspiro y camino hasta la gran ventana, observo la ciudad, recuerdo con la emoción que llegué aquí por primera vez, nunca imagine que se convertiría en mi infierno. 

Escucho el agua de la ducha, trago con dificultad, me alarma y camino de vuelta a la habitación, mis manos tiemblan levemente, me dirijo directamente a la mesa, abro el cajón y tomo el móvil, los latidos de mi pecho son acelerados. 

Sonrío levemente al ver que no tiene contraseña su móvil, cierro mis ojos intentando recordar el número, me desespero un poco al no recordarlo con claridad, comienzo a marcar cuando lo recuerdo, me alejo un poco de la habitación cuando le doy llamar, Devon podría escucharme hablar. 

-Bueno, habla el agente Anderson- Dice una voz masculina al otro lado de la línea, trago con dificultad, todo mi cuerpo tiembla.

-Soy la chica que acompañaba a Kozlov hace unos días, por favor, necesito ayuda- Murmuró en voz baja, el agua de la ducha ayuda para que Devon no me escuche. 

-Por supuesto, recuerdo quien eres, ¿podrías decirme donde estas?, ¿Estas herida?- Pregunta con preocupación, trago con dificultad, mi labio inferior tiembla levemente. 

-Yo, yo no sé donde estoy, creo que es el mismo edificio donde se hizo la reunión aquella vez, en una de las habitaciones, tiene que ser una de las más lujosas, por favor, necesito ayuda, el me amenazó con hacerle daño a mis padres y a mi amiga, ¿podría mantenerlos seguros a ellos primero?- Pregunto nerviosa con voz entrecortada. 

-Claro, te voy ayudar, me escuchas, tienes que mantener la calma, ¿Donde puedo ubicar a tus padres y tu amiga?- Pregunta con voz suave, se que trata de calamarme, llevo mi mano a mi cabello, escucho como el agua de la ducha se detiene, entre abro mis labios, algunas lágrimas salen, termino la llamada y corro con cuidado a dejar de vuelta el móvil. 

Cierro el cajón y vuelvo a la salda de estar, limpio las lágrimas de mi rostro y me siento en el sofá que esta frente a la gran ventana, intento regular mi respiración. 

Luego de un par de minutos Devon se acerca, el camina hasta donde estoy y se inclina a mi altura, observo con temor su rostro, pero no hay enfado en el, quiere decir que no se dio cuenta, trago con dificultad, el toma mi mano y me hace levantar, se sienta en el sofá y luego me sienta en su regazo. 

Me mantengo tensa, sus brazos envuelven mi cintura y me hace quedar recostada en su pecho. 

-Eres muy bella, mi amor- Susurra, deja un beso sobre mi cuello, me estremezco un poco ante sus palabras, el toma mi mano y la entrelaza con la suya, observo con cuidado sus acciones, Devon cada vez esta más raro, no logro comprenderlo. 

Cierro mis ojos, solo espero que el agente logre sacarme de este lugar. 

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Nuevo capítulo ♥️

Voten para continuar 🌹

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Nos acercamos cada vez más al final 🙁


SUGAR BABY (MAFIA 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora