CAPÍTULO 06.

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                                                    LANA. 

Mis ojos no dejan al hombre sentado con sus penetrantes ojos posado en mi rostro, me tenso cuando él se levanta de forma elegante, su traje perfectamente ajustado a su cuerpo trabaja. 

Él eleva su mano y hace una señal con ella, mi cuerpo se tensa, doy un pequeño salto y mi corazón aumenta sus latidos cuando noto que dos hombres de trajes de vestir negros y lentes oscuros, se acercan hasta las puertas dobles de vidrio para abrirlas y darme paso.

Dudo unos momentos, otra vez la misma sensación me golpea, quiero salir de aquí, el arrepentimiento de hacer esto me invade, y la fría mirada de ese hombre se mantiene fija en mis ojos.

Muerdo el interior de mi mejilla, pienso en que si no hago esto estoy acabada, no tengo empleo, luego no tendré donde vivir, regresar a la casa de mis padres no es una opción. 

Aprieto mis manos en puños, dejo escapar un suspiro, comienzo a caminar hacia el hombre, sus grandes guardaespaldas me intimidan, eso afirma que él es un hombre poderoso a pesar de ser joven.

Cuando estoy frente a él elevo mi mirada hasta la suya, mi cuerpo comienza a temblar levemente al ver su mirada, sé que hay algo mal, la maldad que se encuentra en ella hace que un nudo se forme en mi vientre, ¿Por qué su mirada muestra tanta frialdad?

Me tenso cuando su gran mano toma mi barbilla, parpadeo un par de veces, mi pulso aumenta cuando su pulgar acaricia mi labio inferior de forma seductora, las alarmas se disparan en mi cabeza al pensar que él solo quiera establecer un contrato basado en sexo.

Por instinto doy dos pasos hacia atrás, su mano queda elevada separada de mi, él tensa su mandíbula y cierra su mano para luego bajarla.

-Entiendo, nada de contacto hasta establecer el contrato- Murmura.

Lo miro con atención, su voz ronca que sorprende, es muy varonil. Él eleva su ceja, chaquea sus dedos y miro asustada como uno de los hombres de seguridad se encarga de ofrecerme asiento, camino dudosa y me siento frente al hombre, este tensa su mandíbula y se recarga en la mesa mirándome con atención, una vez que esta sentado frente a mi en la mesa.

Parpadeo mirándolo, es muy apuesto pero lo que su mirada refleja me mantiene alerta, observo con atención su rostro, me llama la atención que aún hay señal de los golpes en su rostro, suspiro y recuerdo lo mal herido que estaba, noto un golpe en su pómulo un poco más notorio, sin pensarlo y guiada por mi lástima elevó mi mano para dar una caricia.

Pero su gran mano toma mi muñeca de golpe, abro mis ojos saliendo de mi trance y lo miro asustada, el mantiene su mirada inexpresiva en la mía.

-Me dijeron que eras nueva, pero pensé que sabias las reglas básicas- Murmura, trago con dificultad, trato de soltarme de su agarre pero me es imposible, el me sujeta firmé,  sin llegar lastimar solo la fuerza necesaria para no ser capaz de soltarme.

-Solo observaba que has mejorado- Susurro de forma sincera, refiriéndome a las heridas de su rostro.

El no dice nada, recuerdo la herida de bala y mi mirada baja a su abdomen, me sonrojo un poco y lo miro.

-¿Has mejorado de la herida del disparo?- Pregunto suavemente, preocupada ante el aspecto que tenia.

Él frunce su ceño, suelta mi mano y se recarga en la silla cruzando sus brazos, me mira elevando una de sus cejas.

-Has roto muchas reglas en tan solo unos minutos- Murmura sin apartar su mirada de la mía, su mandíbula se tensa -Solo mantén esto presente, no debes interesarte en mi vida personal, a mi no me importa la tuya-

SUGAR BABY (MAFIA 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora