CAPÍTULO 12.

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                                                            LANA. 

Cierro la puerta del baño de la habitación, me miro en el espejo, mis mejillas y nariz un poco ronrojadas por llorar, abro el grifo, mojo mi rostro con agua, trato de tranquilizarme por todo lo ocurrido, tomo una toalla de papel y seco mi rostro, suspiro y me observó en el espejo, acomodo un poco mi cabello desordenado. 

Suspiro, estoy atrapa con un narcotraficante, no puedo huir de él, no sé que haré, cierro mis ojos unos segundos, me recargargo en la pared, no debí espiarlos, simplemente hubiera pasado con él los tres meses del contrato y él me dejaría en paz, ahora estoy segura que aunque pasen los 3 meses el no me dejara en paz ya que sé lo que son. 

Dos golpes en la puerta me asustan, abro mis ojos y miro la puerta nerviosa. 

-Sal ya, debemos irnos- Demanda con voz ronca, aprieto mis labios, su actitud demandante es lo difícil de llevar. 

Abro la puerta y salgo, puedo sentir su mirada sobre mí, me atrevo a mirarlo, el guarda su arma debajo de su saco de vestir, sonríe de medio lado y guiña su ojo, aparto mi mirada, el siempre anduvo con un arma. 

-Vamos- Dice, asiento y paso por su lado para llegar a la salida de la habitación, me tenso cuando el sigue mis pasos, toma mi mano y la entrelaza con la suya, me limito a caminar a su lado en silencio. 

Seguimos caminando por el pasillo, frunzo mi ceño al escuchar pasos atrás de nosotros, noto dos hombres seguirnos, ellos deben trabajar para Devon. 

Cuando llegamos al salón donde se encuentran todas las personas, busco a Devon con mi mirada al notar que sigue caminando y se dirige a la salida, no suelta mi mano. 

-¿No nos quedaremos?- Pregunto un poco nerviosa al no saber lo siguiente que hará. 

-Tengo que viajar, así que iré a dejarte a tu casa- Responde, algo de tensión se va de mi al escuchar que volveré a casa. 

Me acerco un poco más a Devon cuando salimos por las grandes puertas y uno de los hombres que cuidan dirige su mirada hasta mi, el carga el arma, su mandíbula se tensa y recorre mi cuerpo, trago con dificultad, aprieto la mano de Devon, el nota mi tensión, pasa su brazo por mi cintura, el hombre de seguridad deja de mirarme. 

Al llegar a la salida elevó mi ceja cuando el auto se Devon es estacionado, el abre la puerta de copiloto y hace un gesto para que entre. 

-¿Devon a donde vas?- La voz a nuestras espaldas me hace detener, busco la mirada del dueño, cuando lo encuentro me siento intimidada, es Trey. 

Este frunce su ceño mirando a Devon, su mirada luego va a la mía, eleva sus cejas y cruza sus brazos. 

-¿La vas a dejar viva?- Le pregunta de forma seria a Devon, bajo mi mirada, los latidos en mi pecho comienzan a acelerarse -Ella sabe lo que somos, nos estaba espiando ¿Que nos asegura de que no es una puta traidora?- Dice entre dientes. 

Salto cuando depronto Trey se acerca y coloca su arma en mi frente, abro mis ojos y lo miro miedo, Devon toma con su mano su arma y lo obliga a bajarla. 

-Que haces, estamos afuera, alguien puede ver- Murmura Devon fruncido su ceño hacia Trey, este me mira con furia. 

-Solo quiero librarnos de problemas futuros- Le dice a Devon con enfado. 

Devon la de a su cabeza, mira a Trey con superioridad y luego su mirada se posa en la mía, mi respiración es agitada, tengo miedo de lo que Trey pueda hacerme, estoy segura de que no siempre Devon me va a salvar de él. 

SUGAR BABY (MAFIA 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora