CAPÍTULO 19

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Me desperté a las 9:00 con el sonido de mi despertador para salir a correr por la playa.  Avisé a Gonzalo.  Tenía que contarle la verdad. No podía mentirle.

Me senté en las rocas,  para esperarlo.  Al poco tiempo,  apareció por detrás.  Me besó en los labios. Y sentí esa sensación inigualable. Solo él podía hacer que me estremeciese de aquella forma.  Ahora me sentía peor. Era el mejor chico del mundo. ¡Y yo le había mentido!

-Tengo que contarte algo-le comenté preocupada.

-Sabes que me puedes contar lo que quieras... - me respondió él.

-La razón por la que no quiero que vengas...  Es porque... Tengo algo muy importante que contarles a mis padres... Y,  conociéndoles,  la cosa no va a acabar  bien.

-¿Qué cosa? - me preguntó- Pase lo que pase,  estaré a tu lado.

Tarde o temprano se iba a enterar.  Y prefería decírselo yo a que se enterase por terceras personas.

-Mi hermana está embarazada-le dije bajando la cabeza.

Se quedó callado unos segundos,  y suspiró.

-No podemos evitar las cosas que nos depara el destino,  pero podemos afrontarlas de la mejor manera posible.

Me reí

-¿Eso te lo tenías preparado? -

-No,  pero ha quedado bien ¿verdad?

Me sonrió y luego miro hacia el mar. De repente se levantó, me agarró del brazo y tiro de mi hacia la orilla.

-¡No,  no,  no! - grité sonriendo cuando me acercó al agua.

-¡Sí, sí, sí! - gritó el cogiéndome en brazos.

-Suéltame Gonzalo- me reía.

Me llevaba como a una princesa y al poco tiempo dejé de resistirme. Me acomodé en su pecho,  y el nivel del agua siguió subiendo,  poco a poco,  hasta que nuestros cuerpos estuvieron completamente sumergidos bajo el agua.

Minutos después,  estábamos en la arena sentados, mirando fijamente el cielo nublado que había aquel día,  cuando me llamaron al móvil.

DENTRO DE MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora