-¡Hola Marco! - exclamé ilusionada.
-¡Hola prima! ¿Me echabas de menos?
-Bueno... Un poquito-respondí riéndome. - Y...¿A que viene esta llamada?
-Monto una fiesta en mi casa esta noche, y era por si te querías venir con tus amigas. Trae a las más guapas, si es posible.
Me reí.
-¿Para qué? ¿Para conocerlas o para morrearte con alguna?
-Te prometo que solo voy a hablar con ellas.
-Sí si.... Lo que pasa es que no puedo ir... Mis padre vuelven hoy... Y queremos estar con ellos.
-¡Venga ya! Hazlo por tu primo favorito. Escaqueate un rato.
-No creo que pueda, pero....
-Vale, pues entonces nos vemos, ¡adiós prima!
Como en muchas otras ocasiones, no me habían dejado terminar.
-Bueno-dije volviendo a meter mi móvil en mi mochila de cuero- Tengo que irme, mis padres llegarán en media hora-
Besé a Gonzalo en la mejilla.
-¡Ánimo! -me dijo él mientras yo me alejaba.
Entré en casa de puntillas, chorreando.
Me metí en el baño y me di una ducha.
Viki estaba en nuestro cuarto, hablando con Felipe por skype. Se la veía bastante preocupada.
De repente llamaron al timbre. Mi corazón se puso a bombear sangre con mucha fuerza. Cogí aire y bajé las escaleras, para abrir la puerta. Oí a Viki despedirse de Felipe
-¡Hola! - me dijo mamá abrazándome con fuerza-Os he echado muchísimo de menos.
Llevaba su característica coleta que le caía por la espalda.
-Hola mami- le dije bastante nerviosa.
- ¡Hola fresita!-me dijo, tras darme un beso en la mejilla.
-Hola papi, me alegro de veros- comenté con una sonrisa forzada.
El resto de la comida fue incómoda. Mi madre siempre intentando sacar conversación, y nosotras siempre dando respuestas cortas. Le lancé varias miradas a mi hermana, para que se decidiese a hablar, e incluso le di alguna que otra patada por debajo de la mesa.
En el postre, mientras que tomaba mi tarta de fresa, Victoria se aclaró la garganta.
-Tengo algo que deciros-dijo ella tragando saliva.
-Cariño, puedes contarnos lo que quieras-respondió mamá.
-Bueno, es que... Se que os vais a enfadar... Pero... -
-Sí estás otra vez con el tema del tatuaje, te he dicho mil veces que no. - dijo mi padre, en forma de advertencia.
Si se ponía así por lo del tatuaje, como se iba a poner cuando le dijese que se había quedado embarazada.
-No, no es eso... Es que...
-Oye bichito, te veo más rellenita-comentó mi padre.
-Bueno, si... Sobre eso...Estoy embarazada.
-¿Como? - preguntó mi madre, algo confundida.
-Que estoy embarazada-
Se hizo un silencio en la mesa