Salí de mi casa y cerré la puerta cuando salí. Mientras iba hacia mi coche, comencé a llorar, sin poder evitarlo. Llamé a Gonzalo al móvil.
-¿Charlie?-preguntó con voz cariñosa mientras yo secaba mis lágrimas con la manga de mi sudadera al otro lado del móvil.
-Sí, soy yo. Dani me ha dicho que vamos a comer por ahí juntos¿Te vienes?
-Vale, aviso a "H". Estoy viendo el entrenamiento.
-Voy a por ti ¿Vale?-
-Venga, te espero.
Colgué y me dirigí hacia el campo de fútbol, donde estaban entrenando muchos chicos y chicas.
Cuando salí del coche, los amigos de Gonzalo estaban charlando en un corro todos juntos.
Me acerqué a ellos.
Todos me saludaron muy agradables.
-Bueno... Pues, siento deciros que me llevo a vuestra animadora-dije agarrando la silla de ruedas de mi chico.
Todos se despidieron excepto "H", que nos siguió con su coche hasta el restaurante.
-Hola chicas-dije dándole un beso a Ariana.
Fuimos hacia dentro.
Era un restaurante muy elegante, más de lo que yo esperaba. Normalmente, cuando quedábamos todos juntos íbamos a tomar una hamburguesa, no pescado a la plancha.
El sitio era una pasada. Cortinas preciosas, mesas muy elegantes, música de fondo, y grandes peceras.
-Bueno, y... ¿Por qué estamos aquí? Pensé que iríamos al Burger, no a un sitio tan, PERFECTO.
-Es una sorpresa- dijo "H" guiñandome un ojo mientras observabamos la carta.
Cuando todos habíamos pedido y yo esperaba mi merluza a la plancha con tomate, "H" volvió a hablar.
Él era muy guapo. Pelo negro, fuerte, y con una bonita sonrisa.
Tenía dos años más que todos, pero seguíamos saliendo en pandilla.
-Atención, por favor- dijo levantándose de su silla-Hoy es un día muy especial. Daniela-le tomó la mano y se arrodilló. Dani se puso la mano en la boca y se le comenzaron a saltar las lágrimas. No me podía creer lo que iba a pasar.
-¿Quieres casarte conmigo?-preguntó, abriendo la cajita del anillo que tenía en su bolsillo. Nos quedamos boquiabiertos, sobretodo yo.
Nunca llegué a pensar que "H", un chico inmaduro y divertido, pudiese haberle propuesto matrimonio a Dani. Aunque... En parte era normal. Dani era una chica dulce, cariñosa y guapísima.
Todas estábamos con lágrimas en los ojos y dándonos las manos bajo la mesa.
-¡Sí!-gritó Dani muy contenta y llorando.
Se dieron un largo abrazo y "H" colocó el anillo en su dedo.
-Enhorabuena Dani- gritamos todas y la abrazamos, mientras que los chicos le daban palmaditas a su amigo en la espalda. Me parecía muy extraña esta situación. Nunca pensé que la viviría, pero las cosas nunca son como te las esperas.
Cuando llegaron los platos y bebidas, todos brindamos por la pareja, con cocacola y Fanta de naranja.
Estuvimos hablando sobre los trimestrales.
De repente recibí una llamada de mi madre
-¿Mamá?-respondí
-¡Charlie! Qué alegría oír tu voz-
Qué raro. Mi madre no solía llamar. Solo mandaba correos de vez en cuando.
-Hola fresita-escuché decir a mi padre, y, al parecer, todos los demás también, porque se empezaron a partir de risa.
-Hola papá ¿Qué pasa? -
-Tenemos una buenísima noticia-
-Contadme-dije, y tomé un sorbo de mi cocacola
-¡Volvemos mañana! - exclamó mi madre.
Al enterarme de la noticia, comencé a toser. Me habían pillado por sorpresa. Y Viki ...
Dios mio. Sabía que tendría que contárselo algún día. Pero en el fondo, me hubiera alegrado que no fuese tan pronto.
Gonzalo comenzó a darme palmadas en la espalda. Todos me miraban
-¿Qué? Pero si... Teníais un proyecto muy importante y....
-No te preocupes, todo está planeado. Te queremos
Y antes de que pudiese decir nada colgaron.
-Tengo que irme-dije apresurada.
Tenía que avisar a Viví.
Nos iba a caer una buena...