Seguía esperando a aquella señal, pero ya habían pasado 5 minutos y no había rastro de ella.
Recordé que el primer día de insti era muy importante porque tenía que coger los apuntes para el trimestre, así que
decidí bajar a desayunar, después de haber hecho la cama.
Entré en la cocina y cogí un cuenco de la encimera con cereales y también una botella de leche.
Mientras que comía, recordé a Alex, que se había marchado hace nada, y ya sentía como si hubiese pasado un año entero.
La imagen de ella hacia el avión, con los ojos llorosos al igual que yo, sin querer darnos el ultimo adios.
Una lágrima recorrió mi mejilla y cayó en el cuenco ya vacío.
Miré el reloj y ya eran las ocho y media, así que subí a vestirme.
Me puse la falda y la camisa corriendo y más tarde los mocasines, que estaban limpios y olían a betún.
Me dirigí al baño un momento para cepillarme el pelo y lavarme los dientes.
Incluso después de haberlo hecho, seguía sin sentirme lista.
No podía hacerlo.
No podía estar sin ella. Alex era la que me daba valor y a su lado me sentía segura.
Ahora me sentía desprotegida, pensando que en cualquier momento, alguien podría atacarme por la espalda.
De todos modos, cogí mi mochila y salí al garaje, que estaba descubierto y rodeado de plantas con preciosas flores, y me metí en mi coche.
Y allí estaba yo, con el motor encendido, y, aunque temblorosa, decidida a entrar en aquel mundo, lleno de cosas bellas, pero también crueles. El instituto "High Sky"