Acto 1 Reino Sombrero

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Después de un largo viaje y, un poco de ayuda de su gran amiga Daisy, Peach por fin había llegado al Reino de los Sombreros, luego de todo el asunto del secuestro y su casi forzada boda, Peach necesitaba urgentemente un tiempo para sí misma, en especial luego de la presión general de la gente del castillo que, esperaban que se efectuara la boda, pero con Mario como novio.

Aun no entendía porque su personal le insistía tanto con ese tema, Mario y ella eran muy buenos amigos y la verdad, con todo el tiempo que pasaban juntos apoyándose mutuamente, no podía dejar de verlo casi como un hermano, era increíble que después de todo este tiempo, la gente no comprendiera que lo que tenían era algo más fraternal.

A estas alturas quería estar en cualquier lugar que no fuera su castillo, el acoso que había sufrido sobre ese tema había sido demasiado para ella pero, afortunadamente Mario le recomendó venir a este reino donde, estaba segura de que encontraría una nave que le permitiera viajar de incognito a donde ella quisiera, que mejores vacaciones que haciendo un tour por exóticos reinos.

Estando de incognito y, llevando como podía sus maletas, llego por fin a la central donde podría rentar una nave el suficiente tiempo como para unas vacaciones emocionantes, estaba buscando alguna persona que pudiera atenderla cuando, en uno de los módulos de renta vio una persona que llamo mucho su atención, esta persona tenía toda la apariencia de ser una princesa de algún reino lejano, su apariencia era humana pero, tenía características de los Koopas, nunca había visto a un miembro de la realeza Koopa con ese aspecto, y mucho menos una chica entre ellos.

Guiada por su curiosidad decidió acercarse un poco para observarla mejor, aquella mujer rubia de vestido negro, parecía que estaba teniendo una acalorada discusión con lo que parecía ser el gerente del local.

-¿¡Cómo que no pueden rentarme la nave más grande del lugar!?-dijo Bowser indignado y furioso, de no ser que debía mantener cierta compostura por ser una "dama", ya hubiera hecho pedazos a ese ridículo sombrero.

-Señorita por favor compréndame-dijo el sombrero algo asustado-Esa nave es demasiada cara para usted, sin contar que la gran cantidad de recursos que está solicitando, le saldrá por un ojo de la cara-dijo el sombrero bastante nervioso.

-¡Te atreves a decirme lo que puedo y no puedo rentar!-grito embravecido Bowser expulsando una llamarada de su boca, haciendo que el pobre sombrero se retorciera del pánico.

Bowser apenas pudo contener las ansias de incinerarlo cuando se dio cuenta de que, estaba llamando demasiado la atención de la gente, tuvo que hacer unas profundas respiraciones como le había enseñado Kammy para recuperar la serenidad, tenía que comportarse lo más... civilizadamente posible si quería seguir de incognito, lanzando un suspiro cansado saco de su bolso de viaje un enorme rubí que, a pesar de ser muy comunes en su reino, en lugares como estos eran considerados extremadamente valiosos, y más los de este tamaño y corte, el gerente casi se le cayeron los ojos de la impresión en cuanto vio semejante gema.

-¿Cree que con esto será más que suficiente para cubrir los gastos?-dijo Bowser en tono tranquilo, aunque mostrando una sonrisa algo descarada.

-¡Sera más que suficiente señorita!-dijo el sombrero emocionado-¡No necesita llenar ningún papel! ¡Nosotros nos encargaremos de todo!-dijo el sombrero antes de mandar a algunos de sus empleados a que preparan todo y que, llevaran el equipaje a la nave.

-Más les vale que no dañen esas maletas o me las pagaran-dijo Bowser con cierto fastidio, aunque no era la manera en la que hubiera querido resolver las cosas, al menos esos inútiles estaban comenzando a hacer su trabajo.

Peach no pudo evitar sorprenderse pero al mismo tiempo admirar lo que había presenciado, aquella mujer de verdad se veía fuerte y segura de sí misma y, al juzgar por su mirada aburrida y a la vez demándate, tal parecía que poco le importaba lo que pensaran los demás de ella, mucho menos era del tipo que permitiría que alguien le dijera lo que podía o no podía hacer... si tan solo tuviera aunque fuera un poco de la confianza que mostraba esta persona, sin duda tendría que tolerar menos alegatos con algunos de sus consejeros con respecto a, un próximo heredero al trono.

Super Bowsette QuestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora