Super Bowsette Quest

Acto 6 La guardiana tímida

Con todo lo que le había hecho esa apestosa pirata a Peach, Bowsette aun no comprendía cómo no le arranco a esa tipa cada uno de sus miembros, antes de arrastrarla por toda su nave, ¡Hasta que el barco estuviera pintado de rojo con su propia sangre! ¡Esa perra tenía demasiada suerte de que Peach fuera demasiado generosa incluso con basuras como ella!

Como si eso no hubiera sido suficiente, también tuvo que llevar la embarcación de esa tipeja en el hangar principal de la nave que, si bien no ocupaba mucho espacio y, de alguna manera era un respaldo en caso de que pasara alguna emergencia, ¡Aun no entendía como lo permitió cuando esa malnacida había dañado el rostro de su amada Peach!

Lo único rescatable de todo ese asunto era que, aunque detestaba admitirlo, la mujer sabía bien de su oficio y sus compañeros eran indudablemente talentoso, ese tal Hachi era un hombre bastante duro que elevo mucho los estándares de seguridad de la nave, sin contar de que se aseguraba de que ninguno de los materiales que, se tuvieron que pedir para las reparaciones del cuarto de maquinas, tuvieran alguna sorpresa desagradable que provocara algún desastre.

El ingeniero que se ocupaba de reparar los peores daños de la sala de maquinas, era un Monty Mole de nombre Mortimer quien realizó las modificaciones del barco-nave de Morgana, era bastante callado pero un experto en su trabajo, logrando en muy poco tiempo poner la nave en funcionamiento como si fuera nueva... una persona como él sin dudas era alguien que a Bowsette, le encantaría tener de forma permanente en su equipo de ingenieros y mecánicos.

Para su desagrado, Koopido también se unió al grupo alegando que sus habilidades y conocimientos de leyendas les podrían servir para su ardua búsqueda, la única razón por lo cual Bowsette acabo aceptándolo fue porque, Goombartur no dejaba de estar detrás de él, vigilándolo para que ese bufón no intentara hacer nada raro o sospechoso en la embarcación, Bowsette agradeció infinitamente aquella iniciativa de Goombartur, ya que así no tendría que tolerar a ninguna de esas dos molestas lapas pegadas a ella todo el día.

Para su sorpresa, los trabajadores de la nave sombrero pese a lo peligroso que se había vuelto el viaje, no dudaron en reincorporarse a la tripulación de la nave para continuar con la travesía, los pocos que se recuperaron pronto en el hospital tampoco dudaron en regresar a sus ocupaciones y, apoyarlos en todo lo que pudieran en la aventura, Bowsette no pudo evitar sentir una... extraña calidez al ver la lealtad de esos sombreros, no era como si sus tropas no fueran leales a ella pero, el hecho de que esas personas de otro reino estuvieran tan dispuestas a seguir adelante, la hizo replantearse algunas cosas sobre, la forma en la que veía a los ciudadanos de otros reinos.

A pesar de ya haber pasado algunos días desde lo acontecido, aun le costaba trabajo creer como Peach le había ganado a Morgana en su propio juego, no iba a negar que estuvo a punto de saltar sobre esa maldita pirata y triturar todos sus huesos por lo que hizo, de no ser que Boobell la detuvo con una especie de hechizo de parálisis... si no fuera porque ella tenía en su interior los fragmentos de la corona, Bowsette se hubiera asegurado de quemarla hasta que solo fuera una mancha de hollín...

Bowsette tenía que admitir que, casi se le cayó la boca cuando Peach tomo por sorpresa a Morgana y le conecto ese cabezazo justo en la mandíbula, haciendo que esta se mordiera la lengua, solo para golpearla como si fuera un saco de boxeo, Bowsette tampoco podía negar que ese lado tan... salvaje de Peach, estaba haciendo que incluso se enamorara más de ella si es que eso era posible.

A estas alturas Bowsette, se estaba dando cuenta de que no podía dejar de amar a la hermosa princesa y que, de hecho, todo este viaje hizo que conociera lados de Peach que nunca creyó que existieran y que, comenzó a amar con ahínco cada vez que esas nuevas facetas aparecían ante sus ojos.