Acto 5 La melodía de cristal

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En medio de una nebulosa de confusión y dolor que era su cabeza, Peach había comenzado a abrir sus ojos con cierta dificultad, no recordaba si alguna vez le hubiera molestado tanto los pocos rayos de sol que se colaban por su ventana... pero sin duda en estos momentos tenía unas enormes ganas de incluso desear que el sol se extinguiera.

No había sido capaz de abrir los ojos, de hecho se sentía aun bastante cansada y un tanto desorientada... jamás pensó que el entrenamiento de Goombartur la dejara en semejantes condiciones... otra cosa que noto casi de inmediato, fue una sensación de ardor en la garganta junto con una sed que nunca había sentido en su vida.

Forzando todo lo que podía su cuerpo para mantenerse aunque fuera un poco consciente pronto, una sensación de calor agradable comenzó a inundar su rostro, por alguna razón la almohada que usaba para abrazar por las noches, no solo estaba especialmente suave, sino que también destilaba un calor agradable que de alguna manera, le ayudaba a ignorar sus dolencias.

Para sus sorpresa había algo en esa almohada que la hizo incluso relajarse más aunque al mismo tiempo, hizo que comenzara a pensar sobre el tipo de almohada que tenia, por alguna razón aquella almohada tenía una especie de sonido, algo acompasado que la estaba relajando incluso más... parecía como si fueran... latidos... si, Peach pudo reconocer el sonido de unos latidos...

...

¿Desde cuándo las almohadas tenía latidos?

Con un visible esfuerzo y casi refunfuñando, Peach abrió como pudo los ojos para ver aquella curiosa almohada, al principio todo lo vio borroso y, con solo abrirlos fue todo lo que necesito para que su dolor de cabeza emporara, pero en cuanto su vista por fin se aclaro, quedo completamente estática al ver en donde esta acurrucando su cabeza...

No era una almohada mullida donde estaba descansando...

¡Era el pecho de Bowsette!

Peach no pudo evitar ponerse completamente roja y que una y mil preguntas pasaran por su adolorida cabeza, ¿Por qué Bowsette estaba en su cuarto? ¿Por qué no recordaba nada luego de terminar su entrenamiento con Goombartur... ¿¡CÓMO FUE QUE LAS DOS ACABARON ASÍ!?

Por instinto Peach intento apartarse de Bowsette, pero pronto descubrió que ella, la tenía abrazada protectoramente mientras dormía, Peach no pudo evitar ponerse más roja si es que eso era posible... Bowsette prácticamente la abrazaba con una delicadeza tal, como si fuera para ella lo más preciado del mundo...

Reflexionándolo un poco, Peach pronto se dio cuenta que no recordaba cuando había sido la última vez que se había sentido así, era como si con solo estar abrazada a Bowsette, fuera todo lo que necesitaba para saber que, sin importar lo que pasara, nada malo podría sucederle, sumando a eso, estaba el letargo de su cansancio y, la calidez reconfortante que sentía tanto en el pecho como los brazos de Bowsette, Peach decidió que lo mejor era simplemente disfrutar el momento, ya tendría tiempo para preguntarse qué estaba pasando.

Cuando Peach sintió que el sueño había comenzado a vencerla, una extraña sensación comenzó a reptar desde el fondo de su estomago, hasta su garganta, quemándola y haciendo que un repugnante sabor comenzara alojarse en su boca, Peach no necesito más señales y prácticamente saltando de la cama despertando a Bowsette en el proceso, salió disparada hacia el baño de su camarote, ¿¡Porque tenía que tener nauseas justo en ese momento!?

Bowsette sabía que no había sido uno de sus mejores despertares pero, definitivamente no fue el peor que tuvo en su vida, estaba tratando de procesar la situación apenas levantándose de la cama, cuando escucho unas fuertes arcadas que venían del baño, no necesito mucho para darse cuenta de que Peach estaba pagando las consecuencias de haber bebido ese licor tan fuerte... y por lo que escuchaba realmente la joven princesa lo estaba pasando fatal.

Super Bowsette QuestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora