Tloz- El Anhelo de una Sombra.

Capitulo 1: Los cuatro Links.

Pasaron siete años desde que la espada cuádruple fue liberada y devuelta nuevamente a su lugar de origen. Desde que el malvado monstruo, líder del mundo oscuro, Gufuu fue derrotado. Pasaron siete años, desde que el joven hyliano de cabellos rubios fue dividido en cuatro copias de si mismo para salvar a la princesa Zelda. Pasaron años, desde que la paz de Hyrule habia vuelto a retornar.

Link, quien en ese entonces contaba con tan solo doce años, finalmente se había convertido en un joven apuesto de diecinueve años. Ojos claros como el cielo, y un cabello rubio y revuelto; el cual se ha estado especializando aún mas con el arte de la espada para algún día ser digno de obtener el titulo como caballero real, o por lo menos, ser el caballero personal de su amiga de la infancia, la princesa Zelda.

Èl nunca ha olvidado los vínculos que había formado con sus otras tres copias: El como lidiaba con Red como si de una persona completamente despreocupada o ingenua se tratase; las discusiones que solía tener constantemente con Blue y como este cuestionaba su liderazgo; y sobre todo, el como sus ideales a veces no concordaban con aquel quien era considerado el mas listo del grupo, Vio.
Aquellos, aunque fueron tiempos oscuros y tiempos en donde él no tenía mucha experiencia, han sido momentos que marcaron por completo tanto su vida como su personalidad, ya que, al enfrentar a Gufuu y el tener que lidear a un grupo de tres personas iguales a él, no solo en apariencia, sino también en terquedad, no habia sido demasiado sencillo. 

Volviendo a tiempos actuales, nuestro joven héroe se encontraba sentado en uno de los jardines del palacio de Hyrule, observando una pequeña fuente con agua que permanecia en el lugar, tal vez, con pequeñas hadas volando en su alrededor.
Su mirada, en ese entonces, se encontraba perdida, y su reflejo se mostraba a través del dulce agua que poseía dicho recipiente. No solo sus ojos eran los de una persona que se encontraba perdida, sino también reflejaban el dolor de un corazón roto. ¿El motivo?. El rubio había estado teniendo sentimientos bastantes fuertes estos últimos años, y la dueña de aquellos anhelos no era nada mas ni nada menos que la princesa Zelda.

Nunca supo la razòn por la cual no pudo ser sincero con ella acerca de como se sentía. A pesar de ser amigos de la infancia en los últimos años se habian distanciado un poco, y aunque Link aun la apreciaba jamás se animó a confesar sus sentimientos hacia ella. Quizas había sido timidez, o algo mas, pero el tiempo pasó y nada especial ocurrió entre los dos.
No solo aquel era el origen de su pesar, pues, durante ese tiempo de ausencia, un muchacho de cabellos largos y morados, el cual mantenía un ojo cubierto, había arribado por el castillo, y conquistando el corazón de la princesa. Link no podía creer realmente como ese extraño ser la había cautivado, pero, incluso si sus sentimientos no estaban de acuerdo con ello, no existía nada que pudiese hacer al respecto.

Ese día, el que había sido conocido una vez como el 'Héroe de la espada cuádruple', permaneció sentado en uno de los jardines reales sintiéndose abatido por no poder atreverse a asistir directamente al día mas importante de aquella que fue, desde siempre, su mejor amiga de la infancia. Ni siquiera era capaz de verla a la cara o apoyarla, pues su corazón se destrozaba cada vez que pensaba en las razones de su estadía allí.

Zelda iba a casarse y él solo debía aceptarlo.

La boda a penas estaba comenzando, y antes de enfrentar la situación optó por permanecer en uno de los jardines reales. Aquel en el cual ambos solían jugar cuando fueron niños.

—¿Cómo es que Zelda se ha enamorado tan rápido de ese muchacho?...No debería preocuparme, después de todos estos años ella y yo seguimos siendo amigos...Y creo que fue mi culpa el no haberme declarado antes, pero..¡Ese no es el punto!.¿¡De donde diablos ha salido ese extraño hombre y por qué ella se ha encariñado tanto con él!?.