Tloz- El Anhelo de una Sombra.

Capitulo 13: El festival de Hylia (Parte 3)

Finalmente el primer día del festival de Hylia había terminado. La noche concluyó con algunos pequeños niños hylianos cantándole a la diosa.

El sol volvió a iluminar los prados de aquel pueblo de las montañas. Si bien los cinco héroes se encontraban retrasados en su búsqueda de la siguiente doncella preferían disfrutar todo aquello que les ofrecía la fiesta, para sentirse bien consigo mismos, tener mejor equipamiento y concentrarse por completo cuando ingresaran al siguiente templo en su misión.

Los jóvenes se hospedaron en un pequeño hotel de aquel pueblo. Para suerte de todos habían encontrado una habitación decente que podían pagar y en la cual podían dormir todos juntos. Las aves se posicionaron sobre la ventana de aquel cuarto con cortinas de terciopelo mientras comenzaban a soltar su dulce y chirriante canto. A penas un rayo de luz entraba por aquel ventanal y la esencia de la mañana comenzó a recorrer por todo el lugar.

Green abrió sus ojos con lentitud mientras llevaba ambas manos hacía estos y los fregaba. Un ligero bostezó salió de sus labios a la vez que se sentaba sobre la cama, aun con los ojos cansados. Dirigió su mirada hacía su alrededor, y notó como todos se encontraba igual que él. Completamente dormidos. Nuevamente bostezó. Llevó ambas manos hacía sus prendas mientras intentaba de retirar las arrugas que tenía. Obviamente no había dormido con su uniforme de héroe, no estaba loco para estar tan incomodo.

El silencio recorrió por la habitación mientras aquellas aves continuaban cantando en el exterior. Se quedó sentado, inmóvil por alrededor de cinco minutos. Una vez que se sintió listo, estiró sus brazos, rascó su espalda y luego se puso de pie. Estaba realmente fatigado.

-Que pereza....

Dijo en voz baja mientras volvía a soltar otro bostezo. Se sentía como en casa, como si hubiese entrenado demasiado y como si su cuerpo hubiese sido molido a golpes, pero no fue así, ya que solo se encargo (en la noche) de comer, cantar y bailar. Las fiestas si que no eran lo suyo. El de prendas verdes se encontraba parado en medio del cuarto, con los ojos entreabiertos, por mas que lo intentaba no lograba reponerse. Dirigió su mirada una vez mas a su alrededor. Ahora debería despertar a los demás. Que fastidio.

Al primero que decidió despertar fue a Blue, como lo había hecho esa vez en la cueva. Dio unos pasos hacía su cama y comenzó a sacudirlo para que abriera los ojos. Su par de color frió comenzó a quejarse ante las acciones realizadas por el líder. Pegaba patadas, se sacudía un poco y se aferraba a la cama. ¿Por que debía ser él el primero en levantarse?.

-¿¡Q-Que quieres!?..-Se quejó con los ojos entrecerrados mientras dirigía su mirada hacía el de verde. Este sonrió cansado y luego comentó.-Levántate, ¡Hoy es el segundo día del festival!.

El de azul se quejó y cubrió su rostro con la almohada. Escuchar a Green a esas horas de la mañana era tan fastidioso como escuchar a Vio dando sermones o a Red siendo Red. Green volvió a sacudirlo, y el de azul se quejó nuevamente.-¿¡Podrías dejarme dormir por tan solo cinco minutos!?...-Suspiró-..Por Hylia, si que estas obsesionado con ese festival...

El de verde no dijo nada. Dejaría que descansara ese mínimo de tiempo. Después de todo, si Blue no participaba no perdería mucho que digamos, aun tenía a los otros cuatro.
Green bostezó y volvió a limpiar sus ojos. Ni siquiera había bebido alcohol en la noche, y aun así se sentía destruido. Se dirigió ahora hacía su nuevo objetivo; el cual era Vio. Dio algunos pasos lentos hacía la cama del de violeta, luego se sentó a su lado y comenzó a sacudirlo de igual forma como lo había hecho con Blue. Este no respondía. Ni siquiera se quejaba.

-¡Vamos, Vio!..¡Levántate!..¡Si que tienes el sueño pesado!.

Se quejó el de verde mientras continuaba sacudiéndolo. Habían pasado mas de cinco minutos desde que había realizado aquello y aun así el de purpura ni siquiera se había inmutado al respecto. Green suspiró agotado. Resignado de seguir despertando a su par quien parecía estar mas tieso que una piedra Sheikah. Se quedó en silencio, sin hacer nada. Hasta que finalmente obtuvo señales de vida de su contrario de violeta. Este levantó un poco su rostro y dirigió su mirada hacía el de verde.