Capitulo 19: Intriga.

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Un sonido de cristal rompiéndose se oyó resonar desde la soledad y el silencio de aquel palacio de los vientos. Los fragmentos del espejo dados a la princesa se encontraban esparcidos y triturados por todo el frió y rocoso suelo del castillo. La sangre real de la hyliana comenzó a desprenderse de las heridas recientes impuestas en sus manos y muñecas, tiñendo por completo el suelo blanquecino que se había cubierto con nieve esa mañana de invierno. Los azulejos de la rubia se encontraban abiertos con sorpresa. Sin reacción. Sin expresión. De sus labios a penas eran liberadas unas pequeñas brisas de vapor que eran provocadas por el frió que comenzaba a invadir la zona. Sus mejillas ante aquel cambió de clima se encontraban ruborizadas, y su cuerpo temblaba sin control alguno. Una minúscula gota de sudor comenzó a bajar por su frente mientras sus ojos continuaban contemplando sin razón aquellas piezas que se encontraban debajo de sus rodillas. El ojo espiador continuaba volando por encima de la muchacha observando la figura delicada manchada de rojo, mientras daba aviso a su amo por lo ocurrido. Unos pasos veloces se oyeron provenir desde el interior de aquel palacio mientras las criaturas que habitaban dentro de el se presentaban ante aquel escenario, horrorizados y sin saber como reaccionar al respecto.Aquello era completamente incomprensible para esos seres. Sin saber que hacer, simplemente rodearon a la princesa, esperando a que su amo arribara. La nieve y los copos que caían de los cielos desde aquella mañana continuaron envolviendo el solitario balcón.
Sentimientos de duda y confusión se originaron en cada una de las conciencias de aquellos seres provenientes del mundo de las sombras, y el silencio que habitaba en el palacio se desvaneció debido a los murmullos propinados por las bestias. Los minutos pasaron sin detenerse, el frió aumentaba aun mas por la falta de la sensación de calidez provocada por los rayos no existentes de aquella mañana. La sangre carmín continuaba recorriendo los semblantes de la joven, manchando las piezas del espejo que se encontraban debajo de ella.
Los cabellos dorados de la princesa se movían con lentitud mientras su mirada continuaba petrificada y sus pensamientos atrapados. De repente, una fuerte brisa de viento cruzó la puerta que llevaba hacía aquel mirador. Abriéndola con suma violencia. Las bestias que estaban arrinconando a la doncella observaron con temor hacía el centro de aquel lugar. La figura masculina del hechicero de los vientos finalmente se presentó ante la escena. Un aura maligna y colérica lo rodeaba por completó mientras se acercaba con lentitud hacía la joven que yacía inmóvil sobre el suelo. Los murmullos que invadieron anteriormente el lugar desaparecieron por completo. El aura del hyliano provocó que la mayoría de aquellos seres abandonaran el solar, pues si Vaati se encontraba furioso no dudaría en descargar sus emociones con alguno de sus esbirros.
La nieve se tiño de rojo por culpa de la sangre derramada. Los fragmentos destruidos del espejo reflejaban la silueta del opuesto de violeta. El silencio volvió a invadir a aquel triste palacio. El ojo vigilante volaba sin problemas por encima de su amo, pues finalmente había logrado atender a su llamado. La capa del hechicero de los vientos, al igual que sus cabellos se movían con lentitud por las brisas que llegaban desde lo alto de aquellas torres. La mirada rubí del Brujo se dirigió con despreció hacía la figura de la joven quien se encontraba aun de rodillas sobre aquellos fragmentos de cristal. definitivamente había destruido el espejo que le había obsequiado. Sus puños se cerraron con furia, clavando nuevamente sus garras sobre su propia piel. Sus dientes se fruncieron al igual que su entrecejo. Aquella aura maligna había aumentado, y ante un grito lleno de furia exclamó.

-¿¡Que demonios crees que estas haciendo!?. ¿¡Piensas que puedes escapar de aquí acabando con tu propia vida!?, ¡¡No seas estúpida!!.

El alarido lleno de odio del hechicero resonó por cada uno de los rincones de aquel palacio. La ira que sentía era tal que parecía como si las mismísimas nubes oscuras se destruían al oír las palabras proclamadas. La princesa dirigió su mirada hacía su amante, mientras la sangre continuaba recorriendo sus muñecas. Las intenciones de la joven no eran las que el brujo había creído, pues la destrucción del espejo había sido por otro motivo. La diestra del hyliano se dirigió hacía uno de los semblantes de la rubia, mientras la sujetaba con fuerza. Esto mismo provocó que la muchacha soltará un pequeño grito de dolor, a la vez que la mano elegida por el de cabellos morados se manchaba por la sangre real proveniente de las heridas de su prometida.
Los pocos monstruos que quedaron sobre el balcón observaban aterrorizados la escena presenciada delante de ellos. Sus grandes manos temblaban al igual que su cuerpo al no saber que hacer.

Tloz- El Anhelo de una Sombra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora