Capitulo 14: El festival de Hylia (Parte 4).

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Vio y Red se encontraban con sus espadas en mano, rodeados por pequeñas copias de la diosa Hylia las cuales fueron creadas por Vaati, quien se había colado en el festival. Blue, Green y Shadow se encontraban ebrios y no estaban actos para pelear. ¿Como se libraran de aquella situación?.

El sol se había puesto, y las estrellas comenzaron a cubrir todo el cielo oscuro. La música del festival torturaba al ser oída, ya que la caja de donde provenía sonaba sin cesar como si hubiese sido maldecida. La ciudadela de aquel pueblo montañoso estaba vacía. Las personas que huían se refugiaron en sus casas y las que habían tropezado en los suelos lograron escapar. En esa oscura noche de invierno dos héroes se encontraban rodeados por pequeñas copias malvadas de la diosa blanca. Las muñecas rubias se acercaban lentamente, con la que había sido la espada de la leyenda empuñada en sus diminutas manos. Algunas caminaban, otras levitaban. Pero todas tenían el mismo objetivo. Erradicar el mal del pueblo. En otras palabras, a quienes el brujo de los vientos consideraba sus enemigos. Las luces del pueblo se encendieron lentamente mientras los héroes de colores cálidos y fríos intentaban pensar en una estrategia para acabar con los entes demoníacos. La primer Hylia saltó y atacó al dúo, quien respondió rápidamente con una patada y un golpe de espada evitando recibir daño. Ambos links chocaron espalda contra espalda. El de rojo atacaría por el frente mientras que el de violeta se encargaría de hacerlo por detrás. Las muñecas se acercaban aun mas con velocidad y saltaban de a pares hacía los muchachos. Red bloqueó a una con el escudo y luego intentó cortar a otra con la espada, pero su defensa no fue suficiente ya que una de ellas logró darle un corte en el tobillo. Eran tan rápidas que era difícil visualizar el ataque de todas. Vio sujetó del brazo al menor y lo aferró hacía él mientras daba un giro intentando cortar a los enemigos, pero fue en vano. Estas recibían apenas solo un pequeño tajo y continuaban atacando. Red dirigió su mirada hacía el mayor, asustado. No sabía que hacer ante aquella situación. El de violeta intentaba mantener la calma mientras pensaba en una forma de escapar de allí sin problemas. No se dio mucho tiempo para ello, y rápidamente le indicó al de rojo que corriera lejos de la zona de ataque. Red dudó al principió pero luego obedeció. Tomó su escudo y lo puso delante suyo para comenzar a correr y bloquear los ataques delanteros que recibía. Momentáneamente era efectivo, pero aun recibía daño por parte de las muñecas.

Vio se quedó allí, rodeado del resto de los demonios que habían quedado. La espada solo les daba pequeños tajos, y solo el rostro se veía a penas dañado. Aquellos ataques no eran suficientes. Debía buscar alguna otra solución. Las pequeñas Hylias atacaban rápidamente cortando cada una de las partes de su cuerpo. El de violeta esquivaba y devolvía los golpes, pero no lograba mucho. Corrió de allí en un intento de liberarse de los ataques, pero era encontrado rápidamente y obligado nuevamente a luchar. Analizando los últimos ataques de Vaati siempre existía algún detonante, centro o punto débil solo debía encontrarlo.

Vio continuó corriendo hasta tropezarse con su par de negro, quien no andaba muy lejos de allí. Alzó su mirada en cuanto cayó al suelo y observó a la sombra que aún seguía con los brazos cruzados. Observó rápidamente detrás suyo y notó como aquellos pequeños seres se acercaban para atacarlo. Colocó su diestra en el suelo y se dio un impulso con esta para ponerse de pie, mientras con su zurda apuntaba hacía las diabólicas diosas. Volteó nuevamente hacía el muchacho de pelo morado y lo sujetó del brazo llevándoselo con él hacía quien sabe donde. No tenía tiempo de estar oyendo quejas absurdas. Tenían que pelear todos juntos para tener ventajas. Por lo que ante el mínimo quejido de su par de negro solo optaría por ignorarlo.

Red finalmente se apartó de la zona. Llegando hacía unos pequeños callejones. Se asomó sobre este con lentitud observando si aquellas criaturas aun lo seguían. Para su suerte ya no lo hacían, pero habían tomado a su par de violeta como objetivo principal. Se movió un poco por el callejón y sintió un fuerte dolor proveniente de las heridas dadas. Al principió solo su tobillo se había visto afectado, pero al correr recibió diversas lesiones por su rostro y otras partes de su cuerpo. Estas sangraban rápidamente y ardían como el infierno. Red se quejó de dolor y se sentó en el suelo remangando la manga de su brazo y observando aquellos cortes que no dejaban de sangrar.

Tloz- El Anhelo de una Sombra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora