Tloz- El Anhelo de una Sombra.

Capitulo 17: Un pequeño deseo.

El templo de fuego había sido completado y la segunda doncella liberada. Ante las palabras dichas por la joven, los héroes deberán volver al bosque, pues allí encontraran respuestas sobre el origen del hechicero de los vientos.

Los Links salieron del templo, agotados y curiosos por lo que acababa de ser oído. Realmente la mazmorra había sido mucho mas compleja de lo que esperaban. Tan solo quedaba recorrer las demás que habitaban por todo Hyrule. Su travesía si que era complicada.

Green fue el primero en dar paso hacía la entrada del lugar completado. Finalmente habían conseguido pistas que les serían de ayuda en el futuro. El calor abrasador del volcán dormido ya no se sentía. El cielo estaba completamente oscuro. Indicando que la noche por fin había llegado a aquellas tierras. Los hylianos observaron el mapa que compraron durante el festival. Ahora que estaba actualizado podrían dirigirse hacía los bosques sin tener tantos problemas. Una vez que localizaron exactamente su ubicación prosiguieron a continuar con su misión.
La luna iluminaba en lo mas alto de aquellos vastos y oscuros cielos. Las nubes cubrían algunas de las estrellas que irradiaban sobre este, las luciérnagas comenzaron a hacerse presentes y el frió viento de invierno vagaba felizmente por la zona. Los héroes continuaron caminando. El bosque no estaba tan lejos de allí, pues el mismísimo mapa les indicaba varias zonas que servían para acortar el paso. Llegarían sin necesidad de pasar por el pueblo que habían arribado con anterioridad.
El silencio se sentía sobre cada uno de los rincones de aquellos campos. Solo era oído el paso de cada uno de los jóvenes que daban contra el suelo.

-Ahora que recuerdo...-Comentó el de rojo mientras dirigía su mirada hacía cada uno de los muchachos-.Esa vez que estábamos en el pueblo de Erune había aparecido un ave negra de gran tamaño...Me pregunto, ¿Por que no la hemos vuelto a ver?.-Los muchachos no dijeron nada. A decir verdad, habían visto tantas cosas durante su recorrido que ese pequeño detalle ni siquiera había sido tan importante. Red no era él único quien en ese tiempo había logrado visualizar a aquel animal, ya que Green se percató de su presencia cuando llegó a la cabaña en donde estaba el monstruo en forma de araña. Lo mejor en ese momento, y sobre todo en esas horas era olvidar por completo a aquella horrible criatura.

-Se mantenía en silencio...sobre los árboles, bajo la luz de la luna. Cantando. Llamando a su líder de las malas acciones. Sus ojos eran negros como la oscuridad. Su pico era largo, casi como el largo de una espada. Su tamaño...si tan solo pudiera olvidar su tamaño, era mas grande que un niño menor de edad. Sus garras se posaban sobre las ramas, mientras continuaba llamando a aquel ser proveniente de las sombras...A su amo..¿No es así?..-Exclamó el hyliano de negro mientras rompía nuevamente con el silencio que se había presentado en el lugar. No era de impresionar si él conocía a aquella criatura. Ya que aquello solía relatarse con suma continuidad sobre el mundo oscuro. El menor de rojo lo observó asustado, pues había sido exactamente como lo habían encontrado. Un escalofrió recorrió por su espalda. Hubiera preferido no tocar aquel tema. Shadow comenzó a reír un poco. Era bastante sencillo asustar al menor de los cinco. Green dirigió su mirada hacía su par de negro, negando con su cabeza la acción impuesta por este. Ante aquello la sombra suspiro y permaneció en silencio.
Los minutos pasaban y las nubes viajaban por todos los cielos. Las cinco copias ya habían terminado de recorrer por los rocosos senderos de las montañas. La vegetación podía reflejarse a penas sobre los prados de aquellas tierras, y el pequeño sonido de los arroyos arrasaba con el mutismo dado entre los jóvenes. Si continuaban caminando pronto llegarían a las tierras deseadas.
La luna emitía su brillo nocturno, mientras que en lo mas alto de los árboles el canturreó de un ave se oía. Era extraño y tenebroso, al igual que lo había sido aquella vez en el pueblo invadido por las arañas. Red lo oyó asustado, aferrándose al brazo de su par de azul.