—Ya despiértate Ley, se te hará tarde —Dijo mi papá intentando despertarme.
—Sólo... Otros cinco minutos... Por favor —Articulé como pude.
Hoy no es uno de mis días, solo quiero dormir hasta que me duela la cabeza y ya no quiera nada.
—Es tarde holgazán, faltan diez minutos para las siete Ley, y las clases comienzan a las siete diez —Agregó, y en mi cabeza algo hizo click.
Abrí los ojos, me ardieron un poco por la luz, me levanté lo más rápido posible, sin importar quién o que estuviese mirando.
—Sólo así te despiertas idiota —Dijo Camile apoyada en el marco de la puerta.
Yo sólo le levanté el dedo de en medio y seguí en lo mío.
No había lavado mi uniforme, lo postergue hasta que en serio lo olvidé.
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Tan pronto se estacionó la motocicleta, me bajé como pude y me saqué el casco ya que eran más de las siete veinte.
—¿Y mi beso de despedida? — Preguntó Camile con sarcasmo notorio.
—Púdrete —Fue lo único que dije antes de salir corriendo.
Por suerte el portón seguía abierto y entre saludando al portero y a otro maestro el cual estaba platicando con él, me saludaron, pero yo hice caso omiso, sólo seguí corriendo sin poner atención de con quien chocaba, sólo quería llegar al salón sin tener alguna sanción que tenga consecuencias graves.
No soy bueno con las excusas, así que tendré que ingeniármelas para poder justificarme y poder entrar a la primera clase, ya que no quiero perderla.
Pero, aun así, de ley, siempre debe haber algo mal en el día, un error, pero para mí sólo se sumaba a lo malo que estaba haciendo desde que me desperté, y ese algo fue no haberme fijado por donde iba, y haber chocado con alguien.
Caímos al suelo los dos, ya que él impacto fue tan fuerte, y aun así tengo que llegar al salón.
—Lo siento, tengo que irme —Hablé levantándome y saliendo en dirección al aula lo más rápido posible.
Que estúpido de mi parte salir así del lugar, sin siquiera mirarle el rostro o algo... No Ley... Rápido ya va a acabar la primera hora.
Llegué al salón y empujé la puerta mientras esta se abría.
—Lo siento maestra, ¿Me permite pasar por favor? —Pregunte lo más cortés posible.
—Disculpe, ¿Cuál es la cosa que provocó su atraso de más de media hora? —Me respondió con otra pregunta, esto es lo que quería evitar, clara, lo hubiera evitando eficientemente si me hubiera despertado a tiempo.
—Amm... —Me quedé pensando la excusa perfecta, pero no la encontré, suspiré —Me quedé dormido, lo siento maestra —Dije rendido.
Ella pareció meditar mis palabras por unos segundos.
—Gracias por su honestidad joven —Dijo finalmente —Puede pasar... Pero que no se repita esto —Me advirtió, yo sólo asentí y entre —Ojalá hubiera más como él — Agregó y los demás empezaron a hablar.
¿Eso fue un halago? Quizás solo me lanzo un sermón de impuntualidad bien disimulado.
Llegué a mi lugar, y me senté volviendo a suspirar.
—Pensé por un momento que no vendrías —Comentó Casper.
—Lo siento, ya sabes lo que me pasó —Dije sacando mi libreta y un lapicero.
—El verdadero misterio es ¿Qué hiciste ayer para quedarte dormido? —Vociferó mirando al frente.
Ni yo lo sé, sólo que tenía sueño —Pensé dirigiendo mi vista al frente.
Y entre mi agotamiento, tuve el presentimiento que se me olvida algo...
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Ya en el recreo salí un poco más tranquilo, ya que estaba aquí y si había podido llegar, me emociono por algo estúpido, lo sé.
—Hola Ley —Dijo Casper posicionándose a mi lado.
—¿Que hay? —Pregunté a modo de saludo.
—En serio pensé que no ibas a venir —Aseguró, ¿En serio le importo?
—Pues ya ves que sí vine —Dije sonriendo.
—Sonreíste —Murmuró mirándome.
En serio algo anda mal conmigo.
—Oye tú, chico —Gritó alguien detrás de mí.
Por un momento pensé que le hablaban a otra persona, pero cuando miré para atrás me di cuenta de que sí era para mí.
—¿Lo conoces? —Preguntó Casper, yo sólo negué.
—Siento molestar, pero tenía que devolverte esto —Me extendió un casco.
¡El casco! Eso es lo que se me había olvidado.
—Ah, gracias y... Lo siento por lo de esta mañana —Me disculpe tomando él casco.
—Tranquilo... Adiós —Dijo acomodando su mochila y retirándose.
Sólo de pensar que me fui sin siquiera mirarle el rostro me da, no sé qué cosa.
—Que intriga —Dijo Casper cómico frotando su barbilla con sus dedos índice y pulgar.
—No tienes idea —Dije jugando con él casco.
Ojalá no se ponga de creativo como en otras ocasiones.
D E S P U E S
La verdad todo esto me hacía sentir que es una telenovela, o una de esas novelas que he leído, y la verdad es demasiado azúcar para mí, así que es lo único en mi vida que no he terminado, de allí en fuera sí.
De alguna manera u otra me siento importante para Casper, después de leer él mensaje y lo de hoy en la mañana me hace sentir especial (muy idiota), dentro de lo que cabe.
Es sólo qué no quiero terminar como ciertos personajes de una novela, que terminan heridos y no creen en él amor, pero es porque no eligieron bien de quien enamorarse.
Y la verdad, no sé qué es lo que me gusta en este momento, o que me atrae, por yo sé que debo sentirme atraído por una chica, pero y sí no es así, y si la persona por la que siento atracción es por un...
¡¡Noo!! No Ley, No esto no puede ser así, o... Tal vez sí...
Dios... Necesito un psicólogo, o alguien con quien resolver estas dudas.
¿Esto es bueno? ¿Esto es amor? Me gusta Casper...
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No hay peor tortura que la confusión
–IncognitVEVO–
————————————————TENGO UN MONTÓN DE BOSQUEJOS PARA LA PORTADA QUE NO SE QUE CUAL PONER
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Diario de un Asocial ©
Novela Juvenil¿Qué más da? Nunca me gusto tener amigos. No habló con nadie. Me aislo del mundo y creo él mio. Nada es igual desde que entre a la preparatoria. Siempre llevo un libro conmigo. La música es mi mejor droga. ¿Qué más puedo pedir? ¿Un amigo? NO. Estoy...