Capítulo 8

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Draco continúa mirando a los mellizos mientras duermen en su cuna "¿Cómo unas cositas tan pura y delicadas han salido de una persona como él" se pregunta a si mismo, se mira su brazo cubierto con una manga, definitivamente él no recuerda ningún etapa de su vida siendo tan feliz y si alguna vez se sintió así esa etapa fue eclipsada gracias a su padre. Draco se prometió a sí mismo que fueran un proyecto o no nunca dejaría que algo malo les ocurriera a esos niños.
–¿Draco? ¿Sigues despierto?–preguntó Hermione desde la cama.
–Vuelve a dormir, todo está bien–dijo Draco intentando tranquilizarla, sabía que había sido un día muy difícil para ella y necesitaba descansar.
–Buenas noches, te quiero–murmuró Hermione casi incomprensible pero comprensible para Draco
–¿Qué has dicho? ¿Hermione?–pero ella ya se había dormido dejando a Draco con la duda de si había entendido mal o no, pero se le alejó rápidamente de la mente cuando el sueño le atacó y se dejó caer en los brazos de Morfeo con las palabrasde Hermione en su cabeza.

A la mañana siguiente Hermione vio que los bebés habían crecido sorprendentemente durante la noche, ahora tendrían un mes aproximadamente, su pelo había crecido bastante y se había rizado más, los ojos de Scorpius ya se habían abierto y lo miraban todo con curiosidad y un brillo divertido en sus ojos azules, por otro lado Altais seguía con sus ojos algo cerrados pero se advertía un azul más oscuro que el de Scorpius.
–Malfoy–susurró Hermione despertando al rubio.
–Mmhmf ¿Qué ocurre Herms?–al oír a Draco llamarla así algo se encendió dentro de ella, siempre le había molestado que la llamasen así pero oírlo de él fue algo totalmente diferente.
–Mira, ya se están despertando–Draco se acercó q la cuna y los miró detenidamente.
–Son tan tranquilos y-
La voz de Draco fue interrumpida por el llanto de Scorpius que despertó a su hermana la cual se puso a llorar también.
–¿Qué les pasa?–preguntó Draco bastante asustado.
–Deben de...tener hambre(?)–preguntó Hermione cogiendo a Scorpius en brazos.
Draco cogió a Altais y puso una leve cara de asco.
–Creo que ya se porque está así–dijo Draco señalando su pañal–¿La...limpias tu?
–Cámbiala tu, yo tengo que darle de comer a Scorpius–dijo Hermione riéndose ante la cara de sorpresa de Draco.
–Yo creo que lo mejor es que te ayude a darle de comer–dijo Draco levantando sugerente las cejas.

Después de todo el complicado cambio de pañales y el desayuno de ambos, Draco y Hermione pudieron descansar un poco, hasta que Harry, Ron y Ginny entraron en su cuarto, la mayoría sonriendo.
–¿Cómo están mis sobrinos?–preguntó Ginny corriendo hacia la cuna–Ay dios, son monismos, van a ser unos rompe corazones, sobre todo esta niñita. Se le nota que va a dejar a muchos en la friend zone.
–Te he echado tanto de menos Ginny–dijo Hermione abrazando a su mejor amiga.
–Son muy monos–dijo Harry tratando de alejar sus gafas de Scorpius el cual trataba de cogerlas para jugar con ellas.
–Si, pero, son solo un proyecto, no son reales–dijo Ron mirando directamente a Draco el cual apretaba los puños enfadado.
–Ron, vete de aquí–dijo Ginny furiosamente.
–¿Qué dices Ginny? No me hables así, soy tu hermano y debes de...
–¡Lárgate ya Weasley!–le gritó Draco empujándolo hacia la salida.
–Tiene razón–dijo Hermione–No hay que encariñarse.
Draco asintió pero no pensaba eso al igual que Hermione tampoco lo creía.

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