Capítulo 14

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Scorpius se despertó muy pronto y miró a sus papás dormir plácidamente, se giró y miró a su hermana la cual dormía plácidamente con su pulgar en su boquita.

–Adtaiz–susurró el pequeño moviendo a su hermana que solo murmuró algo.
El rubio puso moritos al ver que su melliza pasaba de él. Sin que nadie lo notase Scorpius se elevó de su cuna y salió de allí para dirigirse con pasos tambaleantes a la cocina.

Hermione se despertó tranquilamente en plan anuncio, pero todo esto se fue a la mierda en cuanto vio la cuna de uno de sus pequeños vacía, corrió por toda la casa buscando al bebé, pero no pudo encontrarlo. Finalmente se decidió por avisar a Draco el cual reaccionó igual que ella corriendo por toda la habitación buscando a Scorpius.
Altais comenzó a llorar en su cuanta al ver que nadie le hacía el suficiente caso como para sacarla de esa jaula con mantas, Hermione se apresuró a sacarla y comenzó a escribir una lechuza a Ginny contándole que Scorpius había desaparecido.
Por todo el piso buscaron Draco y Hermione totalmente desesperados, Draco pensó en avisar a la directora o algo, había que destacar que ambos, padres primerizos, no tenían ni la más remota idea de lo que hacer en este momento.
Cuando de repente Hermione vio a su pequeña reírse mientras señalaba a encima de frigorífico donde su escurridizo hermano se había echo con los bombones que guardaron allí arriba.
Draco se apresuró a bajarlo de allí y Hermione lloró un poco.
–Nosotros preocupados y tú dándote la gran vida ¿Eh?–Scorpius solo rió y miró a su madre la cual lloraba un poco.
–Nada, es que me has dado un susto de muerte, mi amor–dijo Hermione limpiándose las lágrimas.
–Yo me porto bien ¿Vedad, mami?–dijo Altais dejando caer sus cabellos de ángel hacia un lado.
–Si, tú te portas bien, bueno los dos sois estupendos–dijo Hermione limpiándole la boca de chocolate a Scorpius.
–Pero yo soy mejor que Scorp–dijo a Altais sacándole la lengua a su hermano al cual solía molestar.
–Bueno, menos mal que no nos ha dado tiempo a mandarle una lechuza a nadie–dijo Draco rascándose el cuello para liberarse de algo de la presión que había sentido.
–¡Espera, le mandé una lechuza a...!–en ese momento la puerta de su apartamento se abrió dejando ver a  una Ginny muy despeinada.
–¡HERMIONE! ¡¿Dónde está mi ahijado?!
–Tranquila Ginger, lo hemos encontrado–dijo Draco sonriendo como un niño y mostrándole al pequeño niño que la saludó feliz.
–Vosotros. Sois. Niños tapaos los oídos–Scorpius y Altais hicieron caso a su tía riéndose ante este nuevo juego–¡Gilipollas! ¡¿Qué os pasa?! ¡¿Sabéis lo preocupada que estaba, hijos de puta?! ¡Sois de lo peor!
Draco se volvió blanco de golpe al ver a la pelirroja tan enfadada.
–Ay, cariños cuánto os quiero, tenéis los padres más malos del mundo–los pequeños se giraron con el ceño fruncido a sus padres los que solo se rieron.
Hermione trató de que su amiga le perdonara invitándola a comer en su casa pero ella denegó la invitación con un: "Lo siento cariño, pero tengo vida y un novio al que cuidar...tu ya me entiendes".

Por la noche Draco se levantó a por un vaso de agua y vio a Hermione mirando por la ventana con una taza de líquido humeante entre sus manos, se acercó y le besó el cuello para después darle la vuelta para que quedaran frente con frente. Entonces le cogió la taza y la deposito en una cómoda sin casi separarse de ella. La besó con pasión y ella le devolvió el beso de buena gana pero en cuanto el rubio empezó a juguetear con el cierre de su sujetador y a profundizar el beso Hermione se alejó de él.
–Lo siento Draco pero no puedo hacer esto–Draco siguió besándola.
–¿El qué? Yo solo quiero jugar un poco–dijo él pasando una mano por su cadera para atraerla más hacia su cuerpo.
–Te he dicho que pares–dijo Hermione controlando su tono de voz.
–¿Porqué?
–Tu lo has dicho varias veces, esto es un proyecto y cuando acabe no sé si quiero que las cosas vuelvan a la normalidad,
–Yo tampoco Herms, cuando esto acabe nada volverá a ser como antes.
–Después de hoy, no creo que pueda separarme de esos niños y n-
–Los tendremos, en un futuro, tendremos un millón de hijos los cuales crecerán de manera normal y no serán proyectos–Hermione se sorprendió, nunca había oído al rubio hablar de familia, pero aún así decidió seguir con su plan.
–Draco, no quiero esto, no quiero estar contigo, tú y yo...no odiamos.
–Nos odiábamos pero yo he cambiado, ya no soy el idiota que solía ser, te quiero muchísimo Hermione y no creo que pueda mantenerme alejado de ti ni un segundo más–Draco trató de agarrarle la mano pero ella la alejó de su su alcance.
–Cuando esto acabe, todo habrá terminado entre nosotros.
–Dime una sola razón para que esto acabe ¡Solo una!–dijo desesperado.
–Creo que nos hemos metido en un juego.
–¿En un juego?
–Si, jugamos a papás y a mamás y...tú sientes eso porque te has metido mucho en el juego, simple.
–No, yo siento eso porque te quiero.
–Lo siento–dijo Hermione llorando–pero lo que sea que pasó entre nosotros se ha acabado, Malfoy
Draco sintió como si le hubieran dado tres patadas en las partes con esa palabra, ahora él volvió a ser Malfoy y ella Granger.

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