Capítulo 16

7.1K 553 126
                                    

Se que me queréis matar por tardar tanto pero *Le lanzan un zapato* ¡Eh que hoy el capítulo va a ser más largo de lo normal! "Hija de Umbridge" ¿Quién ha dicho eso? Anda leer y bajar los tridentes.

Draco cerró la puerta del baño detrás de él para protegerse de lo terribles monstrous que había al otro lado y empezó a pensar que habría sido mucho mejor volver a Hogwarts con Hermione en vez de quedarse en casa.
–¡Papá, te hemos encontrado!–"Mierda" pensó Draco tratando de cerrar más la puerta.
–¡Voy a destruir la puerta y luego vamos a jugar!–"Mierda, Mierda, mierda"
–Parar, ya salgo–dijo Draco al notar como uno de sus terroríficos hijos embestía contra la puerta–¿Cuántas veces os he dicho que no seáis tan pesados?
–Hemos estado hablando–dijo Altais persiguiendo a su padre por la habitación.
–Y yo he estado temiendo por mi vida–dijo Draco recogiendo los juguetes que los mellizos habían dejado a su paso.
–En serio papá–dijo Scorpius encaramándose a la cama bastante serio–Nuestro cumpleanos va a ser dentro de poco y ¿De que dies?
Draco trató de mantener el semblante serio y de no recordar cómo su hijo había dicho cumpleanos.
–Perdona, continúa.
–En nuestro cumpleanos queremos hacer una fiesta y queremos regalos–continuó Scorpius mientras su melliza saltaba una y otra vez sobre la cama.
–Y ranas de chocolate.
–Umm...Hablaremos con mamá ¿Vale?–dijo Draco sabiendo que el día de su cumpleaños ellos ya no estarían ahí.
–Está bien–dijo Altais tirando de su mellizo para llevarlo a Dios sabe donde.
–¡Faltan cuatro días papá!–gritó Scorpius desde lejos.

–Creo que algo malo está pasando–decía Hermione a Ginny entre clase y clase.
–¿Por? ¿Mis sobrinos siguen siendo unos hijos de su madre?–preguntó Ginny sacándole una leve sonrisa a Hermione.
–Si, pero eso ya es normal, lo que pasa es que me encuentro como una mierda y tengo unas ganas de vomitar.
–No te preocupes, será que te va a venir la regla–dijo Ginny tranquilizando a su amiga.
–¿Uy, estáis hablando de cosas de mujeres?–preguntó Harry abrazando a Ginny por detrás.
–Estamos hablando sobre cosas asquerosas de mujeres–afirmó Ginny haciendo que a Hermione se le escapara una risotada.
–Nada que salga de ti es asqueroso–dijo Harry besando a Ginny.
–Ugh, vuestra empalagosería está haciendo que mis ganas de vomitar aumenten–dijo Hermione metiéndose dos dedos en la boca.
–Cuando eches un polvo lo entenderás Herms–dijo Harry causando que tanto Ginny como Hermione sonrieran sabiendo que eso ya había pasado.

(*)
–Hola–dijo Hermione llegando del colegio con unos cuantos libros.
–¡Mami!–chilló Scorpius dirigiéndose corriendo hacia su madre mientras Altais se acercaba saltando.
–¿Cómo están los bebés más guapos del universo? ¿Dónde está papá, Altais?–preguntó Hermione sabiendo que solo la pequeña le diría con seguridad donde se encontraba Draco.
–Está reventado–dijo Altais entre carcajadas.
Hermione se dirigió al salón donde Draco se levantó para abrazarla.
–Me han dicho que te has portado bien–dijo Hermione revolviéndole más aún el pelo a Draco.
–Buff...No tienes ni idea, no recuerdo nunca haber tenido tanta energía como ellos–dijo Draco inclinándose para besarla.
–Draco...–susurró Hermione besándole de vuelta.
–Ya lo sé, soy putamente sexy–dijo causando que Hermione riese–pero antes tengo que hablar contigo, de los mellizos.
–¿Qué pasa con ellos?–preguntó Hermione bastante asustada.
–Nada grave, pero les apetece hacer su cumpleaños.
–¿Y?
–Se van...antes de su cumpleaños.–Un silencio cayó entre ellos.
–Celebraremos su cumpleaños un día antes.
–¿Eso no da mala suerte?
–No creo que podamos tener peor suerte.

–¿Te apetece pescado?–Hermione negó con la cabeza–¿Arroz con tomate y salchichas? Se que te encanta.
–Vale, pero que sepas que no tienes que cocinar para mi–dijo Hermione abrazándose las piernas incómoda.
–No es molestia, me encanta cocinar para ti–dijo Draco mientras preparaba ese plato que al él le parecía tan asqueroso.
Quince minutos después Draco le sirvió un plato lleno de su comida favorita a Hermione la cual se tapó la boca con la mano en cuanto esto ocurrió y se dirigió corriendo al baño para vomitar.
–Perdona, pensaba que te gustaba–susurró Draco acariciándole la espalda mientras le apartaba el pelo de la cara para que no se lo manchara.
–Y me gusta–comentó Hermione entre arcada y arcada.
–Pues debo de ser un chef terrible para que te pase esto–bromeó Draco tratando de hacerla sonreír.
–Es que no se que me pasa estos días–susurró Hermione una vez el vomito hubo parado. Draco tragó saliva.
–No pasa nada, seguro que es...un virus...si un virus sin importancia–susurró como si quisiera convencerse a si mismo de ello.

El Proyecto Bebé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora