El Proyecto Bebé

Capítulo 27

Draco's POV:
Me desperté a las cuatro de la mañana, un poco temprano para mi gusto, pero como un niño en la víspera de navidad. Intenté volver a dormirme pero la emoción me desvelaba...hoy sería el día.

Me levanté rápidamente y me dirigí al ático, en ese lugar sucio y polvoriento había escondido todo lo necesario para esta noche que iba a marcar para siempre nuestras vidas. Todo estaba planeado a la perfección: Primero, Hermione se iría de compras con la excusa de comprarle libros a Ethan, con eso tendríamos mínimo tres horas porque (seamos sinceros) no se va a ir sin mirar todos los libros de una librería, eso iría contra la moral de Hermione Granger...Malfoy (?) segundo: decoraríamos toda la casa Ethan y yo, había comprado todo lo necesario, candelabros voladores, trajes a juego para Ethan y para mi, su comida muggle favorita y otra cosa muy especial...

Como siempre mis pensamientos me llevaron a la fatídica contestación ¿Y si decía que no? Estaba muy nervioso por ello, Hermione nunca había dado indicios de querer casarse conmigo pero no sé, ya era hora y por una vez tenía que expresar mis sentimientos como decía ella.

– Papi, mami se ha despertado– pegué un brinco de tan metido en mis pensamientos como estaba y miré a mi hijo con su tierno pijama de jugador de...fotball(?).

– Vale Ethan gracias por avisarme, voy a recoger y bajo– dije metiendo todo en las cajas con movimientos cortantes de varita.

Baje de la mano por esas angostas escaleras con mi hijo y vi a Hermione nada más entré en la cocina, tenía todo su pelo castaño recogido en un moño descuidado y ojeaba un libro distraídamente ¿Como no iba a pedirle matrimonio si parecía un ángel? Me vio en la puerta, apoyado sobre el marco como sabía que a ella le gustaba verme y me sonrió como el primer día.

– Buenos días hurón– dijo sonriendo de medios lado.

– ¿Ya estás levantada? ¿A estas horas?– ignoré su pequeño insulto y hice como que no llevaba despierto desde las cinco.

– Si, tengo que comprarle varios libros a Ethan así que supongo que volveré para comer...o quizás para cenar.

– Para cenar entonces...estás preciosa por cierto– se dio la vuelta sonriendo pícaramente.

–¿Qué te pasa hoy Draco?

– ¿A mi?– traté de ocultar lo nervioso que estaba metiéndome a la boca un pedazo de tostada, me conocía demasiado bien— ¿No puedo decirle a mi novia que está preciosa?

– Supongo que si, y no me llames así, sabes que no me gusta

– Pues nada...a mi mujer– dije en voz baja tanteando el terreno.

Hermione simplemente rió y me besó largamente en los labios, de verdad que esta chica no pilla ni una.

–Ethan, amor, pórtate bien con papi ¿Me oyes?– Hermione dijo esto mientras abrazaba a nuestro hijo muy fuerte.

– Si mami, no te preocupes, yo siempre me porto genial– dijo mintiendo como solo él sabía.

– Muy bien bebé, nos vemos en cuanto vuelva. Adiós mi rey– se fue por la puerta dejándome su sabor a mermelada en la boca y con ese fantasma de su tacto me tocó ponerme a trabajar.

Hermione's POV:
Llegué a casa llena de bolsas después de andar todo el camino, la librería a la que solía ir estaba llena de muggles y no podía aparecerme en mi casa, en fin, un día duro.

Abrí la puerta y lo que vi a continuación me dejó pasmada.

Toda mi casa estaba a oscuras llena de velas que flotaban formando un camino, cada vela con una rosa al lado y algo colgado de ellas.

Dejé las bolsas y me acerqué a la primera, casi se me llenaron los ojos de lágrimas al ver que de la vela colgaba una foto de Draco y yo cuando apenas teníamos once años ambos mirando serios a cámara en el fin de curso, vi sorprendida que cada rosa correspondía a un año, poco a poco podías ver como nos acercábamos más el uno al otro, en la cuarta rosa vi un recorte de periódico en lugar de una foto "Los dos mejores alumnos de hogwarts" citaba el titular, yo sonreía muy orgullosa a cámara con mis notas cogidas fuertemente mientras Draco sonreía de forma más comedida, creo que esa fue la primera vez que ambos estábamos tan felices que nos abrazamos. La última foto era un selfie que hice yo mientras el dormía boca abajo (tan mono).

Justo detrás estaban Draco e Ethan con trajecitos a juego totalmente adorables.

– ¿Y todo esto?– dije riendo encantada.

Ethan se acercó, me tendió una caja y desapareció por la escalera.

– Ethan bebé, ven–

–No no no, es parte del plan– dijo Draco con un brillo raro en los ojos.

– ¿Tengo que abrirla?–Draco negó con la cabeza y la cogió de mis manos y...se arrodilló.

– Hermione Jean Granger, me harías el hombre más feliz del mundo– Mi corazón se desbocó y empecé a asustarme de verdad– ¿Y te convertirías en mi esposa?

Ahí estaban, las palabras que yo más temía, le miré, miré el anillo, miré las fotos, miré nuestra casa, miré las rosas, miré sus ojos y ninguna de esas cosas me dieron la fuerza para darle una contestación.

Sin pensarlo dos veces me desaparecí de allí y acabé en el único sitio donde sabía que podía estar.

Llamé a la puerta varías veces hasta que me abrió mi pelirrojo favorito.

– Buenasss ¿No es un poco tarde señorita?– George me sonrió como siempre hacía pero al verme la cara la suya cambió totalmente– Anda pasa.

– Perdona por haber venido así– Me disculpé entre tartamudeos.

Ambos nos sentamos en el sillón y él suspiró.

– Cuéntame.

A medida que le explicaba me di cuenta de lo que había hecho, había dejado a Draco plantado justo después de pedirme matrimonio. Pero sabía que George me ayudaría en esto como hacía en todo.

– Bueno, la cosa está complicada...

– Yo no estoy preñada, todos los matrimonios que conozco son un fiasco y estamos tan bien así...ugh, no sé qué hacer.

– A ver Herms, te propongo algo, tira una moneda, si da cara te casas con él y si da Cruz le dices que no– Dijo resuelto de su opinión.

– No voy a basar mi futuro sobre una...una estúpida moneda.

–No, pero te ayudará a aclararte– me tendió una moneda y sonrió contagiosamente.

Tiré la moneda y la miré durante lo que parecieron horas...

– Tengo que hablar con Draco.

–Tienes que hacer muuuuchas cosas Herms.

{*}

Me aparecí en casa otra vez, todo lo que había allí estaba pulcramente recogido como si nada hubiera ocurrido.

Draco se encontraba en el salón, sentado agarrándose a una pierna nervioso.

–¡Hermione! Has...vuelto, Ethan está en la cama– Sus ojos estaban cansados y me mató verlo así.

–Draco, he ido a ver a George, perdona por irme así pero debía de pensar– Draco asintió y me dejó continuar– Me dijo que tirase una moneda al aire para aclararme, cara nos casamos, cruz no...ha salido cara.

Vi la decepción en sus ojos grises y me apresuré a continuar.

–Pero eso solo me ha hecho darme cuenta de que si, si que quiero casarme contigo.

–¿Hablas en serio?– Sus ojos se iluminaron y me levantó en volandas por el salón mientras yo reía como loca abrazándolo, me besó con fuerza y me susurro todas esas palabras de amor que me encantaba escuchar.

Porque ¿A quién íbamos a engañar? Ambos estábamos hechos para vernos en un altar.