Capítulo 25

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Ethan me despertó nerviosamente casi tirándome del sofá, abrí los ojos bastante cabreado ya que era un domingo y los domingos por la mañana yo no sirvo para despertarme pronto, cambié mi expresión en cuanto vi la cara de terror de mi bebé mientras tiraba de mi con fuerza.
–¿Qué pasa colega?–Ethan estaba intentando sacarme del sofá con una mirada de miedo que me confirmó que no me despertaba por el desayuno.
–Papi...mami se encuentra mal–me levanté rápidamente dirigiéndome al dormitorio donde había sangre en nuestras sábanas.
Hermione estaba en el baño con la mano en el estómago vomitando, me acerco a ella y le cojo el pelo para que no se le manche.
–Aléjate de mi–susurra limpiándose el vómito.
–¿Cariño, que te duele?
–Como si te importara–dice y de golpe se dobla con una mueca de dolor.
–¿Herms? ¿Herms llamo a una ambulancia?–no contesta y suelta un grito ahogado–¡Ethan llama al médico!
–Si papi–dice yéndose a buscar el único teléfono muggle en nuestra casa.
–Hermione, tranquila, todo va a ir bi-
–¡Cállate! ¡No me toques!–chilla apartándose débilmente de mi.
–Papi ¿Cuál es el número del médico?–suspiro tratando de no chillarle a mi hijo.
–Solo busca médico en la agenda y copia los numeritos chaval.
–Hola ¿Es el médico? Mi mami se encuentra mal...si...es culpa del bebé....tiene un bebé en el estómago pero no se lo ha comido...
–Vamos al ginecólogo, Draco–dice Hermione incorporándose un poco.
–¿Pero que dices Herms? Vamos a llamar a una ambulancia.
–Ya no me encuentro tan mal, simplemente vamos a aparecernos en el ginecólogo.
–Vale, ven aquí–dije acercándolos a los dos a mi, pese a que Hermione me aleja suavemente.

(*)

–¡Es que estoy harto!
–¡¿Tú estás harto?! Deja que me ría, te vas y no vuelves en dos días ¡¿Y estás harto?!
–¡No me grites!
–¡Te gritaré si me da la gana!
–¡Tengo derecho a estar enfadado! ¡Yo los quería a ellos!
–¿Y yo no? Pero este bebé no es ellos pero es nuestro.
–¡Cállate! ¡Cállate ya!
–¡Sal!
–¿Cómo?
–¡Duerme en el sofá o en un motel pero no vas a dormir conmigo!
–¡Como si quisiera hacerlo!
–Vete al infierno
–¡Estoy allí!

Estoy en la sala de espera del ginecólogo con Ethan durmiendo en mis brazos mientras recuerdo lo gilipollas que he sido, salí con Blaise a tomar unas copas y se nos fue de las manos, luego dormí en su casa hasta las 5 de la tarde cuando me desperté y volví a casa a las 11 de la noche. Le solté todo a Hermione, todo lo que sentía y todo lo que pensaba y ahora si ese bebé no está bien es mi culpa.
—Familiares de Hermione-Granger Malfoy–dice una señora con bata.
–Soy yo–me levanto con Ethan en brazos–¿Está bien?
–Si señor puede pasar a verla y el doctor se lo explicará todo–dijo con una sonrisa, no sonreiría si algo estuviera mal ¿Verdad?
–¿Herms?–me acerqué lentamente a la cama donde se encontraba–Siento lo de ayer...no quería.
–Los dos dijimos cosas que no queríamos.
–Solo quería decirte que pase lo que pase ese bebé será maravilloso y seguro que se parecerá a ti y esp- No me deja acabar y me besa, intento tener cuidado porque tengo a Ethan en brazos pero la idea de soltarlo y tocar a Hermione es demasiada tentadora, pero ella lo corta antes de que tire a nuestro hijo por la ventana.
–Disculpen señores Malfoy–me giró hacia el doctor que nos mira serio, cosa que empieza a preocuparme.
–¿Está todo bien?–pregunta Hermione llevándose las manos al estómago.
–Si está todo perfecto–noto como el aire que estaba conteniendo se va lentamente y puedo respirar con normalidad otra vez–Simplemente los bebés se han movido demasiado, nada grave por supuesto, pero eso es lo que te ha causado el dolor por lo demás todo está bien.
–Que bien muchas gracias doctor–dije estrechándole la mano aunque Hermione mira al suelo nerviosa–¿Es genial verdad Herms?
–¿Ha dicho usted bebés?–pregunta mirando al médico.
–Si, mellizos–miro a Hermione que me mira a mi como esperando mi reacción.
–Pero en el ginecólogo me dijeron que era un bebé.
–¿Seguro?–el doctor frunce levemente el ceño–A ver a veces pasa, un bebé se esconde detrás del otro o se acercan mucho y no pueden distinguirlos.
–Ah, guay–dije mirando a Hermione que sonreía mirando sus manos.
–Son ellos–casi gritó Hermione cuando el doctor salió de la sala.
–Son ellos joder–grité besándola.
–Ugh ¿Podéis bajar la voz?–susurró Ethan haciendo que nos riéramos con su vocecita de dormido.
–Bebé vas a tener dos hermanitos–susurra Hermione cogiendo a Ethan de mis brazos.
–¿Y a mi que? ¿Era eso una razón para despertarme?

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