Twenty Two ❤

1.6K 147 9
                                    

Ailén.

Cuando llegué a donde estaba el auto Jimin ya no estaba ahí, busqué con la mirada hasta que lo encontré detrás del auto sentado en la acera de la calle. Me acerqué lentamente a él hasta quedar sentada a unos cuantos centímetros

—¿Estas bien?— pregunté con voz baja.

—No— respondió cubriendo su cara con sus manos.

—¿Quieres contarme? — pregunté tímida, no quería entrometerme en su vida.

Él no respondió nada solo lo escuché sollozar mientras secaba sus lágrimas, al no escuchar respuesta entendí que no quería hablar así que aparte mi vista de él y me quedé en silencio

—Ailén— llamó con voz baja, yo me giré para verlo, tenia sus ojos hinchados y sus mejillas rojas. Verlo así me dio una sensación extraña, era como si apretaban mi corazón haciendo que doliera.

—¿Que pasa?—pregunté entre cortado.

—¿Como esta Minsuk? — habló tratando de contener sus lágrimas.

—Ella esta bien. Mañana podrás verla

—Gracias— dijo lanzándose a mis brazos para hundir su cara en mi cuello mientras lloraba desconsoladamente.

—Jimin, ¿que pasó con ella?— me atreví a preguntar, necesitaba entender un poco todo lo que estaba pasando.

—Prometo contarte todo mañana, por ahora tienes que regresar a tu casa, no quiero que te metas en problemas — se alejó de mi y secó sus lágrimas con manga de su sudadera.

—Esta bien— respondí poniéndome de pie.

Ambos subimos al auto y Jimin comenzó a manejar con dirección a mi casa, todo el trayecto ninguno dijo nada.

Le dije a Jimin que me dejara en su casa que yo me iría caminando a la mía, no quiero que mis papás escuchen cuando llegue 

Bajé del auto y me encamine para irme pero Jimin bajó del auto y me tomó de la mano jalandome hasta él, tenia mis manos sobre su pecho mientras él me tomaba por la cintura intimidandome con su intensa mirada

—¿Que haces? Suéltame — me moví entre sus brazos para zafarme pero me fue imposible.

—Solo quiero agradecerte por haber estado conmigo, no sé que hubiera hecho si no hubieras estado aquí — sus ojos se cristalizaron y mi corazón se estremeció ante sus palabras.

—No tienes nada que agradecer— dije bajando mi mirada — Ahora ya me tengo que ir

—Esta bien— me soltó suave— Adiós—dio un pequeño beso en mi mejilla y subió nuevamente al auto.

Reaccioné de inmediato y caminé a paso rápido hasta mi casa, cuando llegué entré lo mas silenciosamente posible para no ser descubierta y gracias a Dios no se enteraron

Me lancé sobre mi cama viendo hacia el techo, no podía dejar de pensar en Jimin y todo lo que había pasado hoy

Al verlo así todo vulnerable y mal me partió el corazón a pesar de todo no le deseo nada malo. Sé que fui muy pesada con él pero es por mis miedos

Espero y mañana pueda entender un poco mas a Jimin y saber por lo que esta pasando, también espero que no me pregunté nada sobre mi, aún no estoy lista para contarle mi vida a nadie

Dejé de estar pensando tanto y me quite la ropa para meterme a dormir, estaba cansada y me dolía la espalda horrible ni siquiera había tenido tiempo de limpiar mis heridas, seguro por eso me duele mucho.

                                       🌓

Me desperté al sentir un fuerte dolor en mi espalda, las heridas dolían demasiado y no podía dormir bien

Vi mi reloj de mesa y aun faltaba una hora para el trabajo así que decidí ir al baño a darme una larga ducha y poder relajarme un poco

Después de quitar mi ropa vi mis heridas y estaban mal, tenia hinchadas las marcas y salía sangre poca pero salía

Me metí a bañar dejando que el agua hiciera su trabajo, me ardía un poco al sentir el agua golpeando mis heridas pero lo soportaba, tenía que soportar y no dejarme vencer por unas estúpidas marcas

Cuando terminé de barñarme me vestí y bajé para irme, como siempre toda mi querida familia estaba desayunando, salí sin decir nada y me fui directo al trabajo

Después de varios minutos llegué a la cafetería, la encargada aún no llegaba ya que todavía faltaba para que abriéramos, entre ya que tenia llaves, me puse mi uniforme y empecé acomodar las sillas

Estaba tranquila limpiando cuando en eso la puerta de la cafetería se abrió y la campanilla de la puerta retumbó por todo el lugar

—Aún no... — me quedé en silencio al ver que se trataba de Jimin —¿Que haces aquí? — pregunté siguiendo con mi trabajo.

—Te dije que íbamos hablar— sonrió sentándose frente a mi, yo lo vi sorprendida, él no parecía el vulnerable Jimin que lloraba sin control anoche, ahora estaba sonriendo ampliamente como si no tuviera ningún problema.

—¿Por que no estas en el hospital con la señora Minsuk? — lo vi cruzandome de brazos.

—Porque ya esta bien— respondió tranquilo — Siéntate, te contaré todo

—Esta bien— me senté frente a él poniendo toda mi atención en lo que iba a decir.

—Bueno... — tomó aire y lo dejo salir de golpe— Como ya te había dicho, mi mamá murió cuatro años después de que yo nací y solo me quedé con papá, después de dos años él encontró una mujer que lo hacia feliz y después de 3 años de relación se casó con ella y se vino a vivir con nosotros. Yo era muy niño y me encariñe mucho con Minsuk pero después de dos años mas papá venía hacia esta cafetería y en el camino tuvo un accidente donde murió

Jimin hizo una pausa y bajó su cabeza, su historia era muy trágica había perdido a sus padres seguro esto le afectaba mucho y yo preguntándole

—Jimin, esta bien si quieres dejar de contarme — me puse de pie y me acerqué a él.

—No—alzó su vista y limpio algunas lágrimas que habían salido — ¿Sabes? Por mucho tiempo me guardé todo esto, jamás le he contado esto a nadie pero contigo siendo la necesidad de hacerlo

Estaba en shock viéndolo fijamente él me estaba contando su mayor secreto y sus mas doloroso recuerdos, mientras yo soy una cobarde que no se atreve a decir nada de su patética vida






Estaba en shock viéndolo fijamente él me estaba contando su mayor secreto y sus mas doloroso recuerdos, mientras yo soy una cobarde que no se atreve a decir nada de su patética vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗘𝘆𝗲 𝘀𝗺𝗶𝗹𝗲 ◡̈ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora