𝗘𝘆𝗲 𝘀𝗺𝗶𝗹𝗲 ◡̈

Thirty Five ❤

—Ailén.

Después de hablar con la señora Minsuk regrese a donde Jimin. Él estaba en la cama mientras revisaba su celular

—Jimin— llamé acercandome a la cama.

—¿Que pasa?— dejó su celular sobre la mesa y se acercó a lado donde estaba yo.

—Es que... Quiero darme un baño —dije tímida. Me daba vergüenza tener que decirle eso, estaba en su casa y bañarme en su baño me hacia ponerme nerviosa.

—Nos podemos bañar juntos —movió sus cejas de arriba abajo.

—¡Jimin! — grité empujándolo.

—Es broma — se puso de rodillas en la cama para quedar a mi altura y me tomó de la cintura —Al menos que tú quieras — me vio peligrosamente.

—No inventes— lo empujé de nuevo.

—Tú te lo pierdes — río acostado apoyando su cabeza en sus brazos.

—Iré a bañarme—dije tomando mis cosas.

Entre al baño y empecé a quitar mi ropa, cuando ya me encontraba sólo en ropa interior vi mi espalda en el espejo y las heridas ya estaban sanas pero aun se notaban algunas marcas

Me aterraba que Jimin me viera así, no quería que se diera cuenta de mi miserable vida

Me metí a la ducha antes que empezara a llorar de nuevo, no quería seguir sufriendo por todo esto

Pase varios minutos duchandome y cuando termine me puse mi pijama para salir del baño o eso pensaba ya que al ver a Jimin desde la puerta me dio mucha vergüenza salir

—¡Ailén! — gritó Jimin sacando unas cosas de uno de sus cajones —¿Ya vas a salir?— preguntó y yo seguía inmóvil en la puerta.

Mi pijama no era esas típicas pijamas de niñas. Al contrario era un pantalón holgado con una sudadera, me daba algo de pena que él me viera así

Jamás me había preocupado por mi apariencia frente a un chico pero en este caso me importaba mucho lo que pensara Jimin, no quería que me viera así pero tampoco tenia otra opción

—Ailén— volvió a llamar esta vez girándose a mi dirección. De inmediato me volví a encerrar en el baño.

Mi corazón latía amenazando con salirse de mi pecho y los nervios me estaban volviendo loca. Además de que era la primera vez durmiendo con Jimin y tenia que comprar estas pijamas

—Ailén, ¿estas bien?—preguntó golpeando suavemente la puerta.

—Si, estoy bien — respondí tratando de sonar calmada, tampoco quería que pensara que le tenia miedo.

—¿Y porque no sales?

—Es que... — no encontraba que inventarle—Tuve un problema con mi pijama —mentí tratando de zafarme de la situación incomoda.

—Si quieres puedo prestarte una camiseta mía — sugirió. No sabia que hacer, me daba vergüenza salir con esta pijama pero tampoco quería molestar y ponerme su ropa.

—No, no es necesario

—Ailén, si lo necesitas tomala

—No. Estoy bien— dije tomando la perilla de la puerta.

Había conseguido un poco de valor y decidí salir con mi pijama. No se porque me preocupa tanto si es algo insignificante

—¿Estas bien? —preguntó viéndome el rostro detenidamente tratando de encontrar algo.

—Si, estoy bien — dije corriendo hacia la cama. Me cubrí toda con las sabanas y me acosté.

Jimin solo me veía asombrado por mi impulsivo acto. Cuando se dio cuenta de que estaba bien sonrió y entro a ducharse

Después de varios minutos ya no se escuchaba la regadera así que supuse que Jimin ya había acabado. Me cubrí de pie a cabeza con las sabanas e hice como que estaba dormida

Podía escuchar los pasos silenciosos de Jimin al rededor de la cama, después las luces fueron apagadas y sentí como del otro lado de la cama se hundía el cuerpo de Jimin sobre el colchón

Mis nervios aumentaron mas, tenia a unos pequeños centímetros de mi a Jimin, quien acababa de salir de ducharse y tenia un exquisito aroma que podía olerse a kilómetros

De un momento a otro sentí las pesadas manos de Jimin sobre mi cintura haciéndome estremecer ante su acto. Mi corazón abandonaría mi pecho en cualquier momento, lo que sentía en estos precisos segundos era inigualable

Baje un poco la sabana para poder ver al responsable de que mi corazón se acelere. Jimin estaba acostado muy cerca de mi, podía apreciar muy bien sus facciones y su hermoso rostro

Él era un chico tan guapo, su mirada solo reflejaba dulzura y verlo dormido era como apreciar una obra de arte. Jimin y sus cachetitos rojos que supongo eran por el frío, me hacían querer apretarlos con fuerza y nunca soltarlo.

Quería probar nuevamente esos suaves y carnosos labios que pedían ser besados a gritos.

—Bésame — susurró aun manteniendo sus ojos cerrados. Me sorprendí por sus palabras ya que según yo estaba dormido.

—Ji-min...— tartamudee nerviosa, él me tenia así de mal.

—Entonces lo haré yo— dijo acercándose a mi para capturar mi labio inferior para iniciar con un lento y apasionado beso.

—Hmm— me quejé tratando de alejarme de él pero puso su mano en mi espalda evitandome que me alejara.

Jimin siguió besandome como si no hubiera un mañana, su lengua invadía cada parte de mi boca, sentía mil sentimientos dentro de mi en esos momentos y solo me importaba el querer que nunca acabará

Pero el aire nos faltaba y teníamos que separarnos. Jimin junto su frente con la mía tomando mi cabeza con fuerza

—Just let me love you— cantó en un susurro cerca de mis labios. Sentía que ahora si me corazón estallaría de la emoción y en mi estómago tenia un sin numero de revoloteos.

—Ámame— susurré en su oído dejando un pequeño beso en su cuello.

—Siempre lo haré— concluyó volviendo a besarme.