Forty ❤

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—Jimin.

Me desperté y Ailén aun seguía durmiendo, se veía tan linda así me daban ganas de abrazarla y jamás soltarla. Ella a pasado por cosas muy dolorosas y aun así sigue siendo muy fuerte, la admiro por aguantar tanto sufrimiento estando sola

De hoy en adelante yo me encargaré de cuidarla hasta de su propia familia, jamás le volverán hacer daño.

Salí de la cama para ponerme mi ropa, debía ir a la farmacia mas cerca, anoche  por la emoción no usamos condón y no quiero que Ailén tenga problemas

Como ella aun dormía me fui sin hacer ruido, subí a mi auto y maneje buscando cualquier farmacia

Después de varios minutos al fin encontré una, baje y cuando pedí la dichosa pastilla la señora que atendía me lanzo una mirada asesina. Me causo gracia su acto pero no le tome importancia y salí de ahí

Maneje rápido, no quería que Ailén despertara y no me encontrará ahí.

Cuando llegue fui a toda velocidad hasta la habitación y ella aun seguía dormida, respire aliviado y me acosté junto a ella. En cuanto sintió mis brazos rodearla empezó abrir sus ojos

—¿Como te sientes?—pregunté apegándola a mi cuerpo.

—Me duele todo— chillo divertida—Pero estoy feliz —me abrazó fuerte.

—Lo siento—di un pequeño beso en su frente.

—No tienes porque disculparte, yo lo disfruté

—Yo aun mas—susurré —Por cierto, tienes que tomarte esto— extendi mi brazo para tomar la pastilla que estaba sobre la pequeña mesa.

—¿Que e-enserio?— preguntó alzando su ceja.

—Si, perdón no venía preparado —reí jugando con su cabello.

—Jimin, jamás he tomado una de esas si me muero será tu culpa —advirtió poniéndose de pie.

—Quédate ahí— la vi fijo. Ella no se dio cuenta que se había levantado sin cubrirse.

—Jimin— alargó lanzando una almohada contra mi cara.

—Si ya te vi—grité para que me escuchara ya que se había ido corriendo al baño.

Cuando Ailén se fue tomé todas las sabanas y las recogí para llevarlas a la lavadora.

—Jimin—llamó desde la entrada del baño.

—¿Que pasa?—pregunté parandome frente a ella con una sonrisa que nadie me podía quitar en estos momentos.

—¿Podrías traer mi ropa?— pidió tímida.

—Ya vuelvo— dije marchándome a toda velocidad.

Había llevado la ropa de Ailén a lavar así que le daré una de mis camisetas para que se la ponga mientras su ropa esta lista. Gracias a Dios siempre llevo ropa en el auto por alguna emergencia

Volví a la habitación y toqué la puerta del baño, Ailén abrió y asomo solo su cabeza por la puerta

—Tu ropa esta lavándose así que usa esto— le extendi la ropa. Ella la vio y luego la tomo para cerrar la puerta pero se lo impedí.

—Jimin, quiero vestirme tranquila

—Y yo quiero ayudarte, dijiste que te duele todo así que debería ayudarte—Sonreí pervertidamente y entré al baño.

—¿Sabes que puedo denunciarte por violación?— me vio seria alzando una ceja.

—No sería violación porque tú me darías permiso— reí sujetándola de la cintura.

—Agh, que haré contigo— rodó sus ojos para luego dar un pequeño beso en mi mejilla. Me sorprendió porque ella casi nunca lo hace.

—¿Enserio estas muy mal? ¿Tienes fiebre? ¿Te cambiaron? —hablé dramáticamente tocando su frente.

—¡Ya!— gritó empujandome. Yo solo reí y la abracé.

—Te amo— susurré en su oído.

—También te amo— dijo con voz baja pero lo suficientemente para ser escuchado.

—No me quiero ir de aquí

—Yo tampoco. Pero ambos tenemos cosas que hacer— se alejo de mi sujetando la toalla que cubría su cuerpo.

—Odio tener que regresar pero al menos se que estarás en mi casa—sonrei dándole un beso — Te esperó afuera —grité cerrando la puerta.

Fui a la habitación de abajo donde estaba lavándose la ropa y tome la de Ailén. Me quede unos minutos observando todo, ya habían pasado muchos años desde que no venía a este lugar. Decidí salir porque esto me traía demasiados recuerdos pero cuando me gire choque con una caja haciendo que algunas cosas cayeran al suelo

Tomé la caja y recogí las cosas que habían caído, me quede en shock al ver que había una foto de mamá junto a Minsuk. No sabia que ellas habían sido amigas, además porque Minsuk jamás habló de esto

—¡Jimin!— el grito de Ailén me hizo reaccionar, tomé la foto y dejé la caja en su lugar y me fui corriendo a donde Ailén.

—¿Que pasa?—pregunté acercandome a ella.

—¿Te pasó algo?— su pregunta me desconcertó, ella se había dado cuenta de que no estaba bien.

—Mira— le mostré la foto. Ella la tomó y la observó por unos minutos.

—Esta es la señora Minsuk, esta mas joven en la foto pero es ella

—Si, y la mujer junta a ella es mi madre—hablé en un hilo de voz. Todo esto me tenia confundido.

—¿Que? ¿Ellas eran amigas?—preguntó confundida. A estas alturas ni yo sabía si realmente fueron amigas o que.

—No lo se. Minsuk jamás habló de una amistad con mamá y si fuera así ¿Porque se casaría con papá?—grité alborotando mi cabello con desesperación, ya comenzaba a enojarme y quería respuestas.

—Tranquilo, debe haber una explicación—me tomó de los hombros—Habla con ella— sugirió abrazandome.

—Lo haré— respondí serio—Vamos—la tomé de la mano y la lleve hasta el auto.

Puse su ropa en la parte de atrás y luego de que ambos subieramos arranque el auto para ponernos en marcha hacia la casa, debía enfrentar a Minsuk y decirle que me aclarara todo esto si no probablemente me vuelva loco con todas las dudas que tengo en mente

𝗘𝘆𝗲 𝘀𝗺𝗶𝗹𝗲 ◡̈ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora