Twenty Three ❤

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Jimin.

Hablar sobre mis padres era una de las cosas más difíciles para mi, jamás había hablado con nadie sobre esto. Pero cuando conocí a Ailén sentí una gran necesidad de acercarme a ella y cuando lo hice vi que era una increíble persona solo que la vida no la ha tratado muy bien

Ella estaba sorprendida al escuchar mi confesión, podía ver en sus ojos que no sabía ni como reaccionar pero quería seguir contándole, quería desahogarme y decir todo lo que guardé por tanto tiempo y que me estaba pesando tanto

—Ailén—hablé llamando su atención, la tomé de la mano y la entrelase con la mía y por una vez en su vida ella no intentó alejarse de mi.

—Jimin, enserio no es necesario que me digas todo—habló en tono preocupado, por alguna razón eso me hacia feliz porque significaba mucho que ella se preocupara por mi.

—Quiero hacerlo—respondí sonriendo.

Ella se sentó en la silla que estaba junto a mi y puso su completa atención en mi sin soltarse de mi agarre.

—Cuando papá murió apenas tenia 7 años y aunque no era consiente de algunas cosas sabía que ya no me quedaba nada mas en el mundo excepto Minsuk quien fue quien recibió mi custodia, ella se encargó de mi y siempre me cuidó. Con forme fui creciendo iba entendiendo mejor las cosas, también me enteré que el día del accidente de papá el había discutido con Minsuk y que se había venido muy furioso y no midió el peligro al que se exponía conduciendo a alta velocidad. En ese momento empecé a guardarle rencor a Minsuk me alejé y me volví frío y distante con ella, también dejé de venir a esta cafetería donde me traía tantos recuerdos con papá

—Jimin—fue lo único que pudo decir, se encontraba sorprendida y se veía que no sabía que decir.

—Tranquila—dije sonriendo mientras la veía fijo—¿Sabes?—reí apartando mi vista—Tú has hecho que yo haga cosas que jamás pensé hacer.

—¿Que? ¿Eso es malo?— preguntó intrigada, yo solo podía morir de amor al verla así de preocupada, la ruda Ailén no estaba en estos momentos.

—Si, por ti volví a esta cafetería donde jamás pensé regresar, por ti subí a ese auto que fue el que papá manejaba cuando murió y por ti volví a un hospital donde tanto temía volver—sonreí viendo como ella seguía asombrada.

—¿Que? ¿Y porque por mi?

—Vine a la cafetería porque me preocupé por ti, subí al auto porque me sentía bien yendo contigo y a pesar de que no entre esa noche al hospital estar contigo me ayudó mucho, con solo estar junto a ti y escuchar tu voz fui capaz de tomar fuerzas

—Eso no fue por mi, fue por ti, porque eres muy fuerte—dijo en tono serio y se puso de pie—Será mejor que siga con mi trabajo— intentó soltar mi mano pero no se lo permití.

—¿Porque siempre huyes?—hablé acercándome a ella.

—No huyo. Solo que no me apetece estar cerca de...—no dejé que siguiera hablando ya que capturé sus labios uniéndolos en un suave y delicioso beso.

Aunque ella dijera que quería alejarse de mi sus acciones decían otra cosa. Ella estaba disfrutando este beso al igual que yo, sé que también le gusta esto pero se hace la fuerte.

Sus labios eran tan exquisitos a pesar de no usar labial ni nada, era lo mejor, sentía sus suaves labios sobre los mios dándome el mejor de los placeres pero todo fue interrumpido por la campanilla de la puerta por donde entró la encargada haciendo que nos separáramos de golpe y que Ailén se avergonzara hasta ponerse roja como un tomate

—Lo siento joven—habló la mujer que siempre interrumpe en el mejor momento.

—Tranquila—respondí sonriendole—Nos vemos a la salida—susurré en el oído de Ailén para luego darle un pequeño beso en la mejilla.

Salí de ahí con dirección al hospital, ahora que le había dicho todo Ailén me sentía mas liberado, me sentía mas feliz

Aunque siempre anduviera sonriendo no significaba que era del todo feliz, siempre sonreía por la simple razón de que mi madre me enseñó a hacerlo. Ella tenía un diario en el cual había una frase que siempre tengo presente

"Recuerda siempre amarte a ti mismo y sonríe siempre. No dejes que nadie borre tu bella Eye Smile"

Por eso cuando Ailén me llamó Eye Smile me quedé muy sorprendido, porque la única que me decía así era mamá, por esa razón empecé acercarme mas a ella, sentía que Ailén era un ángel envidado de mi madre, puede que suene tonto pero así lo siento

Aún no puedo perdonar a Minsuk, aun no olvido que ella reemplazó a mi padre y que por ese maldito hombre ella esta en el hospital.

Ailén

Después de que Jimin se fue y me dejó con un sonrojó de los mil demonios, pero continúe con mi trabajo.

Todo el día pasé pensando en él, no salió de mi mente ni un solo segundo. Todo lo que me había dicho respondió a todas mis preguntas pero me dejó mas confundida con mis sentimientos

Cuando me besó sentí las malditas mariposas de la que todos hablan, pero creo que en vez se mariposas era el zoológico entero porque sentí muchas cosas

Ese beso me estaba haciendo pensar en lo que tanto evité, me intenté alejar de él pero no pude, aunque intenté odiarlo no puede

¿Quien odiaría a alguien como Jimin? Nadie, solo alguien sin corazón, y aunque lo duden si tengo sentimientos y en este momento están descontrolados por culpa del Eye Smile

Mi mente estaba hecha un remolino, no lograba entender nada, solo me confundía mas y no se que hacer.






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𝗘𝘆𝗲 𝘀𝗺𝗶𝗹𝗲 ◡̈ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora