Thirty Seven ❤

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Ailén.

Iba a ignorarlas y simplemente irme pero mis planes fracasaron

—Ya veo porque no te afectó que te echáramos de la casa — habló mamá en tono sarcástico.

—Piensa lo que quieras— dije con voz firme abriendo la puerta del auto.

—Siempre pensé que eras una zorra pero ahora lo acabó de confirmar—grito mi querida hermana. Mi sangre hervía y lo único que quería era matarla.

—No hablemos de zorras porque tú tienes mucha trayectoria y ninguna es buena — alcé mi ceja. Ella fruncio su ceño para lanzarse sobre mi pero fue interrumpida por mi madre.

—Déjala no vale la pena pelear con basuras— escupió mi madre sin nada de remordimiento. Eso me acababa de doler mas de lo que pensé y mas si Jimin estaba escuchado todo.

—¡Esta basura salió de ti!— grité furiosa tratando de controlar mis lágrimas.

—Y no sabes cuando me arrepiento—su tono de voz y su rostro indicaban asco.

—¡Basta!—gritó Jimin cerrando la puerta de golpe. Se veía enojado, era rara la vez que él se enojaba pero ahora lo estaba — Usted no puede estar tratándola así—gritó poniéndose frente a mi.

—Yo le hablo como quiera, tú no te metas— gritó empujando a Jimin.

—Mire señora, Ailén ya no esta sola ahora me tiene a mi y si la vuelvo a ver cerca de ella la voy a denunciar por maltrato — habló firme haciendo que mi mamá se relajara un poco—Adiós— me tomó de la mano, abrió la puerta del auto y me ayudo a entrar.

Rodeó el auto y subió para poner en marcha este. Podía ver por el espejo como mamá y mi hermana pataleaban furiosas

—Jimin, ¿a donde vamos?—pregunté viendo que estaba tomando otra calle.

—Iremos a un lugar a solas— dijo pero no con tono de voz dulce como él lo hacia siempre. Su ceño estaba algo fruncido y no sonreía para nada.

No quise seguir preguntándole nada ya que se veía que no estaba feliz. Sentía algo de miedo al pensar que seguro estaba enojado conmigo por el escandalo con mamá

—¿Y mi trabajo? ¿Y la academia?—pregunté recordando que ambos teníamos cosas que hacer. Aunque no quisiera preguntarle nada la ocasión lo amerita.

—Minsuk se encargara —respondió igual de serio.

—Quiero regresar— dije impaciente. No podía irme con él así de la nada quien sabe a donde y menos si estaba enojado.

—¡Dije que iremos a un lugar!— gritó acelerando mas y el miedo me invadío. No podía evitar recordar los maltratos de papá y eso hacia que entrara en pánico.

—Jimin, quiero regresar—grité intentando quitar el cinturón.

—Solo quedate quieta —puso su mano en el cinturón evitandome que lo quitara.

—Jimin, ¿que esta pasando? —hablé en un hilo de voz, mis lágrimas amenazaban con salir y sentía mucho miedo.

—Ailén— dio un frenazo —¿No tengas miedo? Perdón, perdón— se disculpó tomandome de las mejillas —No quise asustarte —susurró en mi oído.

—Quiero regresar— hablé entre cortado, el miedo aun seguía controlandome.

—No por favor, solo vamos —se alejo de mi viéndome directo a los ojos.

—No quiero— dije moviendo mi cabeza en señal de negación.

—Ailén, lo siento. Solo estaba algo enojado pero no es contigo, confía en mi, jamás te haría daño— intento darme un beso pero aparte mi cara—Perdón. Mirame, solo quiero que hablemos en un lugar donde nadie nos interrumpa

—Esta bien— dije alejándome de él.

—Ok— tomó el volante y me vio por unos segundos yo aparte mi vista de él y lo ignoré.

Todo el camino no dije nada, miraba por la ventana como nos alejábamos de la ciudad y entrábamos a unas calles donde solo habían árboles por todas partes

Después de unos minutos llegamos a una casa muy linda con muchos jardines y arboles a su alrededor. El ambiente que se sentía era tranquilo y relajante.

—¿Que hacemos aquí? —pregunté quitando el cinturón.

—Ya veras— respondió bajando del auto para rodearlo y abrirme la puerta—Baja— me extendió la mano. Yo no tome su mano y solo baje observando todo el lugar.

—¿Cuando me dirás que hacemos aquí?—me cruce de brazos y lo vi seria.

—Tenemos que hablar—dijo en voz baja tomandome de la mano para llevarme adentro de la casa.

Lo seguí sin decir nada ya que no quería estar discutiendo con él en estos momentos

—Ahora si, hablaremos de todo ahora—hablo serio mientras me llevaba a la sala de la gran casa.

—¿De que quieres que hablemos?—mi voz no sonaba para nada tranquila.

—De todo— volvió a decir sin contestar claro a mi pregunta.

—¿Y que es todo?—lo vi alzando una ceja.

—De tu vida— escupió sin pensarlo. Dejandome en shock, yo aun seguía sintiéndome indispuesta de hablar de eso.

Todo es culpa del problema que tuve con mamá pero aun no quiero hablar de eso, no puedo y no quiero 

—Ailén, tienes que decirme. No puedes permitir que tu madre te trate así —habló fuerte.

—Es mi madre y puede hacerlo

—No Ailén, que sea tu madre no le da el derecho de tratarte así

—Solo olvida eso— me giré para poder salir de ahí.

—No huyas— me tomó del brazo y me giró con fuerza —Se que dije que esperaría a que estés lista para contarme todo pero no puedo permitir que sigas sufriendo tu sola, quiero saberlo y tratar de ayudarte

—Nadie puede ayudarme— me solté suavemente de su agarre.

—¿Como lo sabes si jamás has dejado que nadie te ayude?— me volvió a sujetar pero esta vez de los hombros—Por favor Ailén dejame ayudarte







𝗘𝘆𝗲 𝘀𝗺𝗶𝗹𝗲 ◡̈ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora