Twenty Nine ❤

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Ailén.

Me desperté como siempre muy temprano, hoy iría a la cafetería de nuevo. Solo espero no tener que toparme con Jimin

Después de arreglarme bajé a la sala donde milagrosamente no había nadie, seguro habían salido o que se yo

Caminé por las silenciosas calles de la colonia con mis audífonos puestos, a la hora de pasar frente a la cada de Jimin di un gran suspiro y empecé a caminar mas rápido

Pasaron varios minutos y por fin había llegado a la cafetería, al entrar me encontré a la encargada en la cocina y me dedicó una gran sonrisa la cual correspondi para entrar de inmediato al baño a ponerme mi uniforme

Al salir tomé las cosas de limpieza para empezar a limpiar el lugar pero fui interrumpida por la encargada

—Ailén, la señora Minsuk dijo que si querías podías dejar de ser la chica de la limpieza y que podías empezar a preparar los postres —habló feliz.

—¿Enserio?—pregunté de lo más feliz, no había nada que me gustara mas que la cocina y hacer esto era increíble.

—Claro que si— respondió sin dejar de sonreír.

—Muchas gracias— grité dando brincos de felicidad.

—Te daré las recetas para que comiences de inmediato 

—Pero, ¿quien se encargara de la limpieza?

—Vendrá alguien mas después

—Esta bien, pero por ahora lo haré yo— sonreí tomando las cosas de limpieza.

Limpié todo a la velocidad de la luz para empezar más pronto a preparar los postres. Después de haber querido renunciar pensé que la señora Minsuk jamás me daría otro puesto pero veo que me equivoqué, tendré que agradecerle cuando regrese

Después de haber terminado la encargada me dio las recetas y empecé a preparar los postres. Me estaba divirtiendo y disfrutando de esto mucho

Por fin estaba haciendo lo que realmente amo y se sentía tan bien

(...)

Los postres estaban listos después de un rato, ayudé a la encargada a llevarlos a los clientes y me quedé un minuto viendo la reacción de ellos al probarlos y realmente parecía gustarles y eso me causo aun más felicidad

Volví a la cocina para terminar de hacer los últimos antes de irme pero en eso mi celular empezó a sonar, cuando vi se trataba de papá. De inmediato me preocupe él jamas me llama solo cuando hay problemas

Llamada*

—¡Quiero que vengas a casa ya mismo!— gritó tan fuerte que tuve que separar el celular de mi odio.

Finalice la llamada y me fui corriendo al baño para cambiarme, luego le dije a la encargada que tenia una emergencia y me dejo ir.

Corrí por las calles que ya empezaban a ponerse oscuras, aunque mi cuerpo dolía horrible y sentía que mis piernas ya no daban para mas, corrí lo mas rápido posible para llegar a casa y ver lo que me esperaba

Después de unos minutos al fin estaba frente a mi casa, di un gran suspiro y abrí la puerta

Todos estaban parados frente a mi esperando que entrara, me puse frente a ellos y vi que a un lado de papá estaba mi maleta y eso me preocupó aun mas

De un momento a otro papá se acercó a mi y me dio una gran cacheta haciendo que saliera sangre de mi labio

—¡¿Piensas que somos estúpidos?!—gritó furioso y yo seguía sin entender que pasaba.

—¡¿De que hablas?!— grité secando la sangre que salía de mi labio.

—De tu supuestas clases en la estúpida academia— y ahí caí en cuenta de que ya me había descubierto y no había vuelta atrás —Le dije a tu madre que no sirves para nada pero ella se empeñó en mandarte a esa estúpida academia

—¡Yo no quería ser una estúpida bailarina de mierda!— grité con todas mis fuerzas recibiendo otra cachetada esta vez por parte de mi madre.

—¡Así me pagas que todos estos años te haya criado!— gritó furiosa.

—Yo no pedí que lo hicieras

—Si, mejor le hubiera hecho caso a tu padre y te hubiera tenido así no hubieras arruinando nuestras vidas— gritó dándome un empujón.

—¡Lo hubieran hecho así yo tampoco hubiera arruinado mi vida con unos padres como ustedes!— grité tomando mi maleta.

—No te quiero volver a ver— dijo a mi espalda.

Abrí la puerta y salí de esa maldita casa, ahora ya no había vuelta atrás. Estaba sola en este mundo sin si quiera a donde ir, no tenia amigos ni ninguna otra familia. Estaba sola, completamente sola

Caminé un poco mientras mis lágrimas salían sin control, me sentía como una completa basura que no merecía estar en este mundo. Ellos tenían razón si tal vez no me hubieran tenido todo sería mejor, ellos no estuvieran soportando una mierda como yo y yo tampoco estuviera estorbando y sufriendo aquí

Llegué a un pequeño parque que no estaba muy lejos de mi ahora antigua casa y me senté en una banca. El frío era insoportable y parecía que iba a llover. Y yo no tenía a donde ir

Me acosté en la banca y me envolvi con mis brazos. Mis lágrimas seguían saliendo, aunque quisiera hacerme la fuerte no podía en estos momentos era todo menos fuerte, solo quería desaparecer de este maldito mundo. Tal vez si me quedó bajo la lluvia el frío me mate y ya mañana no despierte, eso sería bueno para todos

Las horas pasaban y pasaban, el frío era cada vez mas insoportable. Otra persona hubiera tomado un suerte de su maleta pero yo no, si me va pasar algo que me pase total ya no tengo a nadie en este mundo

Mis labios estaban pálidos y ya casi ni sentía mi cuerpo, mi respiración era débil y de un momento a otro empecé a cerrar mis ojos hasta que no supe nada mas

𝗘𝘆𝗲 𝘀𝗺𝗶𝗹𝗲 ◡̈ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora