𝗘𝘆𝗲 𝘀𝗺𝗶𝗹𝗲 ◡̈

Thirty Four ❤

—Jimin.

No quería dejar de besarla, me encantaba hacerlo y poder sentir sus suaves y delicados labios. Me era imposible resistirme a la tentación que ella imponía en mi

—Eres un abusivo— dijo ocultando su cara en mi pecho.

—Eres tan linda— reí abrazándola. Me encantaba ver como se ponía nerviosa y tímida, en realidad me encantaba todo de ella.

—Jimin— golpeo mi pecho con sus puños sin alejar su cabeza.

—Hay que preparar la cena para que después vayamos a dormir juntos— susurré en su oído haciendo que se exaltara y se alejara rápidamente de mi.

—¿Que? ¿Dormiremos juntos?—preguntó abriendo excesivamente sus ojos.

—¿Que tiene de malo? —Sonreí acercandome a ella.

—¿Que? Pues que eso no esta bien — dijo alejándose nerviosa.

—No te haré nada — reí — Al menos que tu quieras —me volví acercar a ella.

—Al menos que quieras amanecer muerto—amenazó mostrando su puño.

—Me gustan las chicas peligrosas —reí dándole un pequeño beso.

Empecé a preparar la cena a la velocidad de la luz, quería acabar y poder ir a mi habitación con Ailén, no quería desaprovechar cada momento que podía pasar con ella

Mientras yo terminaba la cena ella estaba en la barra de la cocina observandome. Se veía tan linda así toda seria sin ninguna expresión. Sabia que aunque su rostro estuviera neutro por dentro era como una niña feliz que acaba de comprar su dulce favorito

Lo poco que me ha dejado conocer de ella, me he dado cuenta que es una persona que no demuestra mucho sus sentimientos pero que puede ser feliz con el mas mínimo detalle. Yo me encargare de hacerla lo mas feliz que pueda, le demostraré que no todo es sufrimiento.

Solo tiene que dejar amarse, yo me encargare de hacer que sus días a mi lado sean los mejores. Tiene que saber que me enamore de ella por sus defectos imperfectos que la hacen la persona mas perfecta ante mis ojos

—¿Que tanto me ves? ¿Tengo algo en la cara?— preguntó tocando su rostro buscando algo que la hiciera ver mal.

—Tienes todo lo que me gusta— me acerqué mucho quedando a unos centímetros de su rostro.

—Tienes todo lo que me asusta perder—hablo con voz baja. Sus ojos de veían decaídos y su mirada era triste.

—Jamás me perderás— tomé sus mejillas entre mis manos y la acerqué a mi para besarla.

Con mis besos quería dejarle claro que estaré con ella a pesar de todo y que me encanta cada parte de ella. Jamás me alejaría de la persona que me complementa, ambos somos tan distintos pero a la vez tan iguales que cuando estamos juntos somos el complemento perfecto

—Perdón— habló Minsuk sonando su garganta haciendo que Ailén se separara de mi con sus mejillas más rojas que un tomate.

—La cena esta lista— hablé tratando de que el ambiente no fuera tan incómodo.

—Esta bien— habló Minsuk dirigiéndose a la cocina.

Tomé los dos platos de comida y le dije a Ailén que me siguiera a mi habitación. Ella confundida me siguió

—¿Porque cenaremos aquí?— preguntó abriendo la puerta de mi habitación.

—Porque aquí es mejor —respondí poniendo los platos en la cama.