2. El deber es primero

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El abrazo no duró mucho, pues su actitud tímida la superaba en cierta forma. Aun así, ella tenía su rostro bastante enrojecido. Yo tan solo esbozaba una sonrisa, esperando no estar igual de sonrojado.

-Yo… no sé qué decir…- dijo sonriendo y apartando un poco la mirada.

-Di lo que pienses, puedes confiar en mí.-

Ella apartó la vista unos instantes, como si estuviera ordenando sus pensamientos. Esas pequeñas acciones de ella me parecían simpáticas. También he de decir que el momento era agradable, una vista estupenda, una brisa agradable moviendo sus cabellos, y estando a solas para hablar sin presiones.

-En serio… ¿En serio piensas así de mi, Link?- me preguntó aun un poco incrédula.

-Por supuesto. Cuando te veo… me siento extrañamente en paz, feliz, e incluso con una calidez dentro de mí…-

Ella se relaja un poco, aunque sigue estando ruborizada.

-Siento que todo esto es tan irreal… ¿Acaso es esto un sueño?-

-Si esto fuera un sueño, entonces podríamos elevarnos por los cielos como solo los Orni pueden.- dije haciendo un ademán hacía el cielo.

Ella inocentemente miró al cielo intentando concentrarse, quizá de verdad queriendo que pase algo. Yo solo aguanto la risa que me provocaba verla ser así. Entonces yo me le acerco.

-Esto no es un sueño, Apaya.-

Y su reacción al tenerme cerca, afortunadamente, no fue pánico sino más bien una sonrisa acompañada de un encogimiento de hombros.

-Entonces… ahora somos… ¿una pareja?-dijo ella, supongo que más para oírlo de mí que para confirmarlo.

-Bueno, ambos nos hemos correspondido. Supongo que ahora debemos formalizar nuestra relación. Aunque debo admitir que no conozco con exactitud este tipo de tradiciones.- dije sinceramente.

-Amm… yo… no lo sé…-

-¿A qué te refieres?-

-Bueno… en realidad, así no es como me imaginaba mi confesión… o la tuya.- dijo ella algo pensativa.

-¿Entonces como te lo imaginabas?- pregunte intrigado.

-Es algo vergonzoso… no creo que valga la pena decirlo…-

-Puedes confiar en mí. No te preocupes.-dije sonriendo para que confiara un poco más.

Ella voltea a los lados, tal vez asegurándose que no había nadie más, aunque era obvio que estábamos solos en ese lugar.

-Te imaginaba… llegando a casa, irrumpiendo en mi habitación… y te acercarías a mí, comenzando a cortejarme… ¡Ah! Bueno ¡Solo hablarme bonito! Y… pedirías mi mano frente a la abuela… para formalizar lo nuestro…- dijo riendo un poco sin cruzar la mirada.

Aquello me daba gracia. ¿En verdad eran así los caballeros de mi época?

-Has leído bastantes relatos heroicos, ¿no es así?- dije para calmarla un poco.

-¡¿Qué?! No… bueno, solo un poco.- dijo juntando sus manos.

-No te avergüences, es normal leer esas historias, en realidad me sorprendería de alguien que no leyese.-

-Sí, bueno… tampoco he salido mucho de esta aldea…-

-Oye, aun podemos intentarlo, si quieres.- dije en un tono divertido.

-¡Ah! No creo que sea necesario… ya me hablaste como quería y eso…  y ¿Qué tal lo ultimo?-

-¿Pedir tu mano…?-

Nuevos Recuerdos [#1] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora