28. ¿Quiénes sabían?

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Me hubiera encantado pasar un tiempo con Apaya antes de partir, y así poder hablarle sobre todo lo relacionado a Mipha, pero supuse que no sería una buena idea pues me preocupaba mucho el cómo Zelda estaba actuando desde que la rechacé por segunda vez.

Una cosa que debo decir es que siempre me ha parecido interesante el cómo funciona la teletransportación de la tableta Sheikah, pues en un abrir y cerrar de ojos estaba en un lugar lejano; como si en vez de pasar horas en ir a ese lugar, hubieran pasado minutos.

Al abrir los ojos de nuevo, vi que efectivamente me encontraba en la entrada del santuario de Ihloma en la región de los Zora; tan esplendida y con sus estructuras azules repletas de canales. Alrededor de mí, y del santuario, había un pequeño canal de agua, y en frente había unas escaleras que llevaban a un patio en donde se encontraba un objeto que no recordaba que se encontraba ahí, la estatua de Mipha.

No pude evitar caminar hasta ahí para verla, tan bien hecha, reflejante del cariño, dulzura y belleza que mis recuerdos me permitían saber de ella, ¿acaso eran esas las actitudes que vi en Apaya, sin darme cuenta?; en ese momento pensé en lo mucho que pude haber pasado con ella y paradójicamente en la cantidad de cosas que no sabía, ¿el romance que alguna vez tuve con ella, pasó? Sí eso fue verdad, ¿quiere decir que engañé a Mipha con Zelda o que la iba a dejar por ella? Solo Zelda sabía la respuesta y, con la forma en la que actúa, no iba a decírmelo fácilmente.

—¡¡Oye, Link!!— escuché a lo alto.

Alcé la vista para poder ver a quién me dirigía la palabra pero entonces vi cómo esa persona dio un salto junto con una voltereta triple en el aire para luego aterrizar suavemente frente a mí. Mi sorpresa no fue mucha pues ya lo había visto hacer eso antes.

—¡Link, me da gusto verte!— me dijo Sidon mientras extendía sus brazos y me miraba felizmente.

—Un gusto verte también.— le dije con una sonrisa humilde.

—Te vi desde arriba mientras vigilaba el horizonte.— me dijo muy emocionado.

—¿Vigilabas el horizonte?

—Sí, verás, hace unos días vimos muchas luces venir desde la llanura de Hyrule y, bueno, me estoy manteniendo alerta.— dijo algo serio.

—¿Vieron esas luces desde aquí?— pregunté muy extrañado.

—Sí, ¿Por qué la pregunta? ¿Sabes algo acerca de ellas?

—Bueno, eh... vengo por algo relacionado con eso.— dije con algo de dificultad.

—¿A qué te refieres?— dijo muy sorprendido.

—Es sobre aquello que originó la luz.

—¿Qué fue?— preguntó ya muy intrigado.

—Yo... derroté al cataclismo, Ganon, hace como seis días.— dije con confianza.

—¡¿Qué?! ¡¿Hablas en serio?!

—Sí, pero no se trata solo de eso...

—¿Ah, no?

—Es la princesa Zelda, ha vuelto.— le dije con cautela.

—¡¿Qué?!— dijo mientras se apartaba, muy sorprendido.

—Es justamente eso.— le dije acercándome a él cuidadosamente.

—No puedo creerlo... es demasiada información para procesar... ¡Debemos decirle a papá!— dijo luego de ver al suelo, muy pensativo, pero ahora viéndome muy acelerado.

—Vengo expresamente para eso.— dije intentando calmarlo.

—¡Muy bien! ¡Vamos, Link! Ya charlaremos después.— dijo para luego tomar mi mano y llevarme hacia las largas escaleras más próximas a él.

Nuevos Recuerdos [#1] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora