Nuevos Recuerdos [#1] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18

4. Viendo a futuro

El día siguiente no fue tan espectacular como me hubiera gustado. Tan solo me fui a despedir de Apaya al amanecer, y ella se sonrojó mientras trataba de encadenar sus palabras. Admito que esperaba algo quizá un tanto más emotivo, supongo que lo fue, al menos desde el punto de vista de ella. Pues mientras le hablaba encima de mi caballo, prometiéndole que volvería sano y salvo del desierto, pude ver como había cierta emotividad en esas palabras.

También he de decir que yo iba con algo prisa, pues el deber me llamaba por esas tierras, y por ello estuve muy poco tiempo en Kakariko antes de salir a todo galope esa mañana. Realmente me hubiera encantado estar más tiempo en aquella despedida, haberla abrazado, tomarla de las manos e incluso darle un beso, pero sencillamente no sucedió. Me sorprende como las palabras no me salen tanto como me gustaría, como si no supiera que es lo que esperaría ella de mí.

Todo eso fue hace ya más de una semana. Luego de una gran travesía en el desierto, en donde tuve que infiltrarme en la aldea Gerudo, ganarme la confianza de la matriarca, liberar a la gran bestia divina Vah Naboris y obtener otro recuerdo de un antiguo campeón, ahora vuelvo a caballo a la aldea.

Realmente podría haber vuelto rápidamente con el teletransporte, pero me atraía más la idea de pasar unos momentos de tranquilidad mientras volvía de la misión, o de una parte de ella, ciertamente andar a caballo es algo que siempre he disfrutado desde que desperté. Habían pasado cosas muy interesantes en esta última misión y la verdad tenía ganas de hablar un poco de ello con Apaya.

Ya casi llegaba, iba pasando por el puente de Kakariko, aquel que se ubicaba sobre el lago Ciela, era ya prácticamente medio día y tenía bastantes ganas de volver a ver a Apaya, mostrarle que estoy bien y por fin abrazarla.

Luego de pasar por los enormes portones que daban la entrada a la aldea, pude sentir un aire un poco más tranquilo, con la gente haciendo sus tareas diarias y los niños corriendo y jugando por ahí. Unos cuantos me saludaban, y yo respondía rápidamente, pues tenía claro a donde me dirigía.

Y ahí la vi, más allá de las escaleras de la casa de Impa, apoyada en el barandal a la derecha de la puerta principal, bañada por una ligera luz del sol y con la mirada hacia el horizonte, prácticamente hacia las montañas. Quizá esperando a mi regreso o tan solo anhelando ir más allá, no lo sé, pero a medida que me acercaba ella, se dio cuenta de que había llegado.

Bajó un poco la mirada y después sonrió bastante al darse cuenta de que era yo. Ella rápidamente corre hacia mí, bajando las escaleras un tanto deprisa. Al ver esto, yo me bajo de mi caballo, a tiempo para recibir un repentino abrazo de su parte.

-¡Volviste!- dijo ella.

Yo me quedo paralizado unos instantes antes de responder.

-Por supuesto, como prometí.- dije para luego contestar a su abrazo.

Ella me suelta, igualmente de forma un tanto repentina, quizá por haberse dado cuenta de lo que había hecho. Pues al ver bien su cara, vi que estaba un tanto roja y sonriendo de manera un poco nerviosa.

-Te extrañe...- dijo con la mirada apartada, pero sonriente.

Yo me le acerco un poco y le digo:

-Solo fue poco más de una semana.-

-Bueno sí, pero... se sintieron muy largos estos días.- dijo mirándome un tanto apenada.

Ciertamente me alegra ver que está siendo un poco más abierta ante mí. Me le acerco un poco más y la tomo de su mano izquierda.

-También lo fueron para mí.- dije a algunos centímetros de ella.

Ella se pone incluso más sonrojada, y se aleja un poco más de mi.