36. Gracias por los recuerdos

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Aquella mañana resultó tener un clima bastante agradable, con cielos llenos de nubes y una suave brisa meciendo los árboles. No pude evitar respirar hondo aquel agradable viento que pasaba por el bosque, debido a que no sabía si esa sería la última vez que lo sentiría; no teniendo al desierto como el próximo destino.

Y ahí estaba yo, desayunando con Apaya lo último que nos quedaba de las Bolas de arroz con verduras; estábamos fuera de la tienda de Agen, el cual extrañamente no pasaba aun por ella. Igualmente, Apaya y yo nos sentíamos bastante descansados luego de esa noche, incluso podría que decir que más feliz que nunca.

No podía dejar de verla mientras comía, seguía siendo un gusto extraño para mí el verlo hacerlo; pero cuando me percataba de que me veía, yo rápidamente desviaba la mirada; aunque he de decir que pasaba exactamente lo mismo cuando sentía que me miraba mientras masticaba. Cuando nuestras miradas se encontraron, no pudimos evitar reír un poco.

De pronto, llegó Agen con nosotros y se sentó a mi lado, con un rostro un tanto distraído.

—Buenos días. —nos dijo.

—Buenos días Agen.

—Buenas. —dijo Apaya en voz baja.

—Em... Link, hemos hecho el conteo y al parecer somos un total de 34 personas. —me dijo viendo a los lados un par de veces.

—¿No éramos menos? —le pregunté.

—Sí, pero en la noche se nos acercaron varias personas más buscando integrarse.

—¿De dónde? ¿Cómo nos encontraron? —dije preocupado.

—Tranquilo, son personas que nos vieron de camino aquí y un par que vino del rancho de la llanura. Todos traen su equipaje y comida, así que no hay de qué preocuparse.

—Si ellos nos vieron, ¿qué seguridad hay que de los Sheikah no nos hayan visto también?

—De eso ya nos encargamos, todos son viajeros, estaban de paso sencillamente.

—¿Seguro? Porque los Sheikah no son más que exmiembros del clan Yiga, y recuerdo que ellos pueden disfrazarse de simples viajeros.

—Ya los interrogamos, por eso dije que ya nos encargamos.

—Bien...

—Link, tenemos provisiones como para al menos un mes de viaje, pero hay un pequeño detalle. —dijo preocupado.

—¿Y cuál es?

—Este. —dijo mientras me mostraba un saco, en el cual había dos pequeñas botellas, cada una con un hada. —Son todas las que nos quedan.

—Oh, no... —dije tomando el saco y viéndolo preocupado.

—Son para ti...

Yo alcé la mirada, lo vi muy confuso al principio, pero después le negué con la cabeza.

—No, Agen. La mayor parte del grupo está indefenso, las necesitan.

—Link, quizá estemos indefensos, pero tú eres el único que puede defendernos o comandarnos en caso de un ataque.

—¡Pero...!

—Si algo te llega a pasar, entonces dará igual que sanemos a cualquiera con ellas, porque nadie estará para devolver el golpe.

Yo lo pensé por unos momentos y después seguí.

—¿Y qué hay de ti? Si algo te llega a pasar, el grupo no será el mismo sin tus ideales.

Nuevos Recuerdos [#1] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora