Engatozada: Bloody Victory

INTERROGATORIO

Una vez sola, caminó de un lado a otro en la oscuridad, tal vez Kilian regresaría por ella, o por lo menos eso es lo que pensaba. Sus medicamentos se habían quedado en la casa de Kilian y de nuevo tendría sus antiguas crisis si no se los tomaba. Aprovechó que aún estaba consciente de lo que hacía y quiso abrir un portal a su antigua habitación con Kilian, era imposible que llegaran aun.

Formó una esfera de energía y entró, de inmediato sintió el calor de la chimenea y recogió todo lo que pudo en una maleta, a fuera de su puerta escuchó la voz de la pequeña Norma y con ella se encontraba Rosael, ya estaba a punto de irse pero quería despedirse de ellas, así que salió un poco apenada.

— ¿Tory? Creía que Kilian había ido por ti a la estación de Policía— comentó Rosael con la niña tomando su mano observando a su tía un poco callada.

—Si fue pero... Yo... me iré por un tiempo Rosa. — Sus ojos se humedecieron y Rosael frunció el ceño.

— ¿Cómo que te vas? Sabes bien que los protectores de la realidad pueden atacarnos en cualquier momento, es peligroso... por lo menos déjame hablar con Dev de esto...

—Sabes, he matado exactamente a doscientos cuarenta y siete personas... recuerdo las caras de cada una de ellas, el último fue Ferdinant, pero yo no maté a la chica de las noticias... no espero que me creas porque...

—Oye... oye cálmate, —Rosael se acercó a ella tomando su mano y Norma la abrazó —Tory... si tú dices que no lo hiciste te creo, ¿Por qué te pones así?— preguntó Rosa al mismo tiempo que miraba su maleta. — ¿Kilian te corrió? —Victory bajó la mirada y con ello explicó todo. — ¡oh por dios! ¡¿Te corrió?! ¿sabes qué? Al diablo con él, quédate en mi casa, Catriel te quiere mucho, jamás te diría que no.

—No... no Rosa, creo que ya es tiempo de avanzar por mí misma, Kilian fue duro, muy duro, pero yo les he dado motivos para que no me crean.

—No quiero que te vayas tía Victory...—le dijo la pequeña Norma arrastrando sus palabras a un inminente llanto, sus pucheros le rompían el corazón, así que se hincó a su medida y la abrazó.

—Estarás muy bien Normita, no te haré falta; tú eres más fuerte que yo en todos los sentidos...— de repente el ruido del motor del auto de Kilian sonaba y mirando a Rosael creó una esfera de energía. —Dile que solo vine por mis cosas, y también dile a Dev que no los veré por un tiempo, yo... en verdad necesito alejarme. —Al oír las llaves de Regina entró al portal y llegó al parque nacional de StormVille, era al primer lugar donde huía cuando era niña, y aun que sabía que había leyendas de una niña que se aparecía en los columpios no le importó y se sentó en su columpio habitual.

Harta de todo en lo que se había convertido y de todo lo que había pasado bajó la mirada pensando en su siguiente paso, con la magia podría hacer casi cualquier cosa y ir a donde quisiera, era más que obvio que necesitaba su aventura, pero le costaba entender que esta vez tendría que hacerlo sola.