LA ULTIMA OPORTUNIDAD

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Y como todo en la vida el tiempo tenía que avanzar y para Victory aún había una enorme herida que jamás pudo curar, trece años no sirvieron de mucho para olvidar a su amado Cristopher, pero sin duda había logrado superarse así misma por las person...

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Y como todo en la vida el tiempo tenía que avanzar y para Victory aún había una enorme herida que jamás pudo curar, trece años no sirvieron de mucho para olvidar a su amado Cristopher, pero sin duda había logrado superarse así misma por las personas que amaba, y aun que no estuviera del todo "cuerda" intentaba seguir, justo como debía ser.

Se había prometido una y otra vez que jamás se volvería a enamorar, así que decidió ser una mejor persona para sus hermanos y sus sobrinos, se internó en un Hospital y junto con el apoyo de todos los Krentz logró controlar a la antigua Victory, pero aún había algunos fantasmas que ahuyentar.

—Kil he estado pensando...

— ¡wow Victory pensó! ¡Milagro!— Gritó Kilian bromeando con ella y se arrodilló haciendo drama.

— ¡Basta! Kilian... esto es serio...—dejó de hablar viéndolo aun de rodillas extendiendo los brazos al cielo y la risa les ganó a ambos. — ¡Por favor! ¡Pongámonos serios!

— ¡Esta bien... está bien! —respondió feliz y se sentó en su sofá favorito.

—Kil... creo que es momento de que busque una casa para mí. — soltó peinando su cabello nerviosa, Kilian a veces era más como su padre que su hermano, eso hacía que sus manos se congelarán de tensión.

—Tory, sabes que Regina y yo no tenemos ningún problema con que sigas viviendo aquí, ¡en verdad! Norma te adora. — le dijo honesto tomando su mano, al sentirla fría la frotó contra las suyas.

—No me mientas Kilian, a mí no; sé que aún no confías en mí del todo, creo que a veces ni yo misma confió en mí, pero según mi Psiquiatra he avanzado bastante, me dio permiso de poder tener un trabajo Kilian... ¡Un trabajo!—Él mordió su labio nervioso, no estaba completamente seguro de dejar que ella saliera a la calle, no todavía. — ¡Bueno... di algo cara de moco!— gritó con la sonrisa más grande que pudo regalarle haciéndolo reír.

—No es fácil para mi elegir esto Victory, te prometo que lo consultaré con Dev...

— ¡Kilian! Para, esto que te estoy diciendo es un aviso, no te estoy pidiendo permiso, sé que no he hecho las cosas correctamente; ¡lo sé más que nadie! Pero ya no es justo, tanto para ti... como para mi seguir aquí como tu segunda hija, si sigo aquí solo seguiré pensando en tonterías y niñerías que ya no debería hacer.

—Me siento feliz por ti, sé que quieres ser la Victory que eras antes, pero también sé que puedes ser mejor.

— ¡Vamos! ¡No actúes como si no nos fuéramos a ver jamás! —Le gritó dejando caer varias lágrimas y lo abrazó de golpe, algunas veces no podía ocultar a su evidente niña interior. —Con los protectores de la realidad en algún lugar tenemos que estar unidos. —Le dijo alejándose. —es solo que necesito volver a encontrarme.

—Lo sé, es justo lo que tienes que hacer. — Victory le sonrió y mirando su reloj de oro se puso de pie.

—Por el momento te dejo, iré después de mucho tiempo al centro comercial, esta muñecota necesita verse perfecta, después de vestirme como aguacate andante por dos años en el Psiquiátrico ya necesito otro tipo de Fashión. —Limpiando sus lágrimas le sonrió con la nariz roja. —Te veré más tarde. —le lanzó un teatral beso y salió.

Engatozada: Bloody VictoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora