(ENGATOZADA Parte 5)
¡Victory Krentz no quería matarlos a todos!... ¡es broma! si quería. ¿Como es posible pasar de ser la mejor Abogada de Londres, para después convertirse en una demente asesina serial? Simple, tras el frío asesinato de su pro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Dorian ¿Por qué confías tanto en él? Nos acaba de decir que también fue de los protectores estando ahí con ellos, le perdonaron la vida, fue de su agrado, ¿Cómo no sabes que quiere traicionarnos? —Dorian la miró y le regaló una tierna sonrisa.
—Tory, tu más que nadie debes de conocer a Ciro, por mi parte lo investigué y de hecho dejó que le diera mi poción de la verdad, me dijo exactamente lo mismo que a ti, luego le contó lo mismo a Dev, a mi nadie me puede engañar Tory. —Victory bajó los hombros rendida y miró a Ciro quien volvía a su lectura. —Hermana, queremos ayudarte, durante años has estado en diversos hospitales mentales y aceptaste su ayuda, ¿Por qué no aceptar la ayuda de tu propia familia? Como tu hermano quiero verte bien y tener una vida normal y como Merlín te garantizo y te prometo que Ciro te dice la verdad.
Ella bajó los ojos cansada, empezaba a pensar que jamás podría tener un día de paz para ella sola, subió los hombros y volvió a mirar a Dorian.
—Solo déjame estar un rato sola, quiero poder respirar sin que alguien me quiera llevar a un hospital, a la cárcel u obligarme a convivir con un tipo sombrío y egocéntrico, ¿puedo pasear sola por favor como la mujer adulta que soy?
—No. —respondió tajante Ciro por Dorian, acto que hizo enojar a Victory.
—Le pregunté a mi hermano, no a ti.
—Tory, Dev le dio total autoridad a Ciro para poder ayudarte, a partir de ahora debes hacer lo que Ciro te diga y te pida, es necesario que lo escuches.
— ¡¿Qué?! ¿Pero es que están locos? ¿Autoridad? ¡No soy una maldita adolescente a la que tienen que estar poniéndole niñero! ¡Es más no lo quiero! ¡No tomo su propuesta de ayuda y que se vaya a la mierda! —Dorian cerró los ojos al oírla gritar y ambos observaron cómo salió azotando la puerta y tirar varios libros de tras de ella.
Estaba totalmente llena de ira, antes por lo menos podía asesinar a una persona y sacar todo su enojo pero ahora estaba llena de malos sentimientos, amaba a su familia pero habían llegado muy lejos para contenerla. Y así como cada vez que le hartaban las voces de su cabeza, fue a Life Park donde había un enorme carrusel que jamás paraba, se supondría que estaría lleno de niños como todo carrusel, pero este no, y aun que podría pagar y subirse, ella solo se sentaba en unos botes de basura que estaban frente a él, solo lo miraba ya que era increíblemente hermoso, sus colores dorados con blanco y los exóticos animales como un león, un dragón, una sirena, y hasta un trineo le hacían sentir una magia natural, no como la de Dorian, era más una magia visual que le ayudaba a que las cuatro voces que escuchaba al fin se callaran. Esta vez ninguna voz estaba en su cabeza, pero de alguna manera ese carrusel era su válvula de escape. No le importaba que la gente la viera sentada en un bote enorme de basura, era parte de su terapia y ella así liberaba su alma. Tranquila cerraba sus ojos y dejaba que la música del carrusel calmara sus nervios, hasta que el sonido de un aleteo terminó con su tarde Zen, al abrir los ojos había un enorme cuervo con plumas tornasol que reflejaban una dulce gama de colores.
