Cuando la divertida noche de chicas había acabado, todas se quedaron dormidas en la habitación de Victory, pero ella sabía que en vez de ponerse a dormir tenía que ayudar a cierto hombre que le gustaba, así que se paró y se cambió, después llevó al Unicornio de nuevo con Sekmet para que ella lo cuidara en su ausencia. Decidida llegó a las afueras de la mansión de Maxwell, un enorme lugar para un hombre como él. Los alrededores del lugar se veían sumamente tenebrosos, el ambiente estaba rodeado de un tinte azul que hacía el clima de la noche un tanto frío.
Victory notó que la reja principal estaba cerrada, así que rodeo la casa y buscó el balcón más cercano a ella, miró alrededor para cerciorarse de que no hubiera nadie mirándola y retrocediendo varios pasos, calculó cuanto era lo que tenía que brincar para poder entrar por aquel balcón, respiró hondo y dio tres pasos de soporte, al cuatro paso dio un enorme saltó del suelo hasta el segundo piso, las habilidades que les brindaba el gen minino eran únicas, podía oír lo que nadie podía y ver más allá de lo que todos se imaginaban, además de la increíble agilidad, era tremendamente útil. Se sonrió así misma por su capacidad y abrió el portón siendo silenciosa.
La mansión por dentro era lo doble de aterradora que cuando estaba Maxwell, a él jamás le gustaba que prendieran las luces, siempre despedía al servicio que se atrevía, solo soportaba la luz de las tenues lámparas, además que las paredes pintadas de vino no ayudaban mucho a que el lugar se viera más alegre.
Victory miró la habitación donde había entrado, era una de las muchas habitaciones que Maxwell tenía disponibles para alguno de sus hijos, solo en caso de que decidieran unirse al lado oscuro de sus propósitos.
— ¿Victory? — le preguntó la voz de Ciro dándole un susto de infarto.
—Ciro... por poco me echo a correr tonto. —le dijo llevando la mano a su pecho. —no es gracioso, es como si estuviera en la casa del diablo.
—Creí que había sido claro contigo, necesitas descansar.
— ¿y perderme la diversión? No gracias, ya estuve mucho tiempo acostada, necesito pensar en otras cosas, ya sabes... distracción. —Ciro caminó hasta ella y observó su rostro un poco preocupado.
— ¿Cómo te sientes?
—Estoy bien, ya comí y me súper hidraté, así que quédate tranquilo pájaro, —Ciro no sonrió pero notó que su humor era el de antes y asintió. — ¿encontraste algo?
—Este lugar es enorme, he buscado por donde he podido pero no encuentro su oficina.
—Ven, yo me sé cada pasillo de memoria.
— ¿Ustedes vivían aquí con él? — le preguntó mientras Victory mantenía la mirada en la profunda oscuridad de cada habitación.
—No, no todos, ¿no te parece gracioso? Siendo adultos nos pedía que todos nos mudáramos aquí, ¡estaba loco! Quería lavarnos más el cerebro, y si hubiéramos aceptado le hubiéramos facilitado todo.
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Engatozada: Bloody Victory
Fantasy(ENGATOZADA Parte 5) ¡Victory Krentz no quería matarlos a todos!... ¡es broma! si quería. ¿Como es posible pasar de ser la mejor Abogada de Londres, para después convertirse en una demente asesina serial? Simple, tras el frío asesinato de su pro...