CORRE... CORRE

2.4K 533 17
                                    


—Tic

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Tic... Toc...—siguió esperando la respuesta de aquel hombre que obviamente jamás podría contestar estando congelado, entonces la mirada de Victory se volvió fría mirando a ambos pausando más sus palabras. —Tic... toc...—Y al levantar su puño lo abrió y al mismo tiempo explotó la cabeza del hombre quien a pesar de estar congelado los ensució a los tres del líquido carmesí, la mujer comenzó a gritar y cuando ya no aguantó el asco vomitó a un costado del sillón, el señor quería hacerse el valiente y en momentos quería retener la mirada de Victory quien aún lo miraba severa, nada le espantaba, pero al ver al guardia y los pedazos de su cerebro en su ropa mejor prefería mirar a otro lado. —Ese fue un pequeño ejemplo de lo que les pasará si no me responden la pregunta, así que... ¿Quién es el siguiente en concursar? ¡Vamos! ¡No sean aburridos!—pero ninguno de los dos hablaba. —Y como ninguno se anima, yo decidiré quien. —lento con pasos seductores y llenos de gracia cual gato comenzó a caminar a su alrededor acariciando los hombros de ambos. — de tin... marin... ¡Al Diablo! ¡Tú responderás querido! Debo admitir que me dejé llevar por tus encantos... —acarició la boca del hombre y miró a su esposa divertida,—no te preocupes querida; tómalo como una muestra de amor... ¿no te importará amarlo sin cabeza no? El amor rompe fronteras, ya sabes... déjalo ir... si regresa fue tuyo; si no nunca lo fue etc... etc... ¡en fin! ¡Por tu vida! ¡La pregunta de la noche! ¿Dónde están los tres pequeños licántropos?— preguntó seria reteniéndolo, y de nuevo levantando su puño comenzó a abrirlo lento.

De nuevo el hombre quiso hacerse el valiente y aguantar el dolor que le estaba ocasionando, dolor que era equivalente a diez migrañas juntas, su nariz comenzaba a sangrar y su esposa comenzaba a llorar, no quería cooperar, pero tampoco quería decir algo para salvar al amor de su vida, así que prefería guardar silencio y mirar al suelo mientras la cabeza de su esposo de inflaba cada vez más y más.

—No... te diré... nada perra... —fue lo único que logró decir y Victory negó con la cabeza falsamente decepcionada.

—Respuesta incorrecta...—abrió el puño de golpe y la cabeza del sujeto estalló en mil trizas ensuciando todo a su alrededor de sangre y pedazos de cerebro.

Mientras que Victory eliminaba la sangre que le había saltado a los ojos, la esposa aterrada corrió subiendo las escaleras sin saber exactamente qué hacer.

— ¡No puedes ir muy lejos querida! ¡Tu casa está bloqueada por un conjuro y no puedes salir! —Llena de experiencia por algunos asesinatos en el pasado, Victory desconectó el cable del teléfono y apagó los fusibles de toda la casa, afuera comenzaba a llover y varios truenos iluminaban deliciosamente la aterradora escena de caza.

Con una sonrisa en sus labios miró al techo en silencio para captar algún sonido de pasos, con el oído de gen minino podría oír hasta lo que decían en otras casas, así que segundos después captó sus pasos en la habitación de arriba, sonrió una vez más y comenzó a conjurar un hechizo de inmovilidad y tortura, sabía que para todos los hechizos tenía que hablar en latín, pero esta vez quería que su presa supiera poco a poco lo que le pasaría. Cual pantera comenzó a subir la escalera sostenida del barandal, definitivamente estaba dispuesta a convertir su noche en una noche de terror.

Engatozada: Bloody VictoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora