Valide-i Muazzama Kösem

Ahmed Bey/Ahmed Bey

13 de septiembre de 1643

Los pájaros cantaban y el viento soplaba con delicadeza. Mis nietos corrían y reían a todo lo que podían mientras a lo lejos, Mahpeyker, Gülbahar y Telli los miraban con pesar ya que, aún dolía la pérdida de aquellos ángeles.

Por otra parte, Şah y Safiye estaban mirando con enojo a Rana Hatun. No habían pasado ni dos días en el palacio y ya tenía a Süleyman e Ibrahim a sus pies. Admiraba el encanto que causaba en ellos, digno de admirar.

—Rana —le hablé. Ella me miró con atención. —¿Amas a alguno de mis hijos?

La Hatun asintió.

—Di su nombre.

—Süleyman.

—Entonces prepárate que hoy irás a sus aposentos.

—Pero, ¿y el plan? Si no seguimos el plan, Telli puede convertirse en Haseki.

—Con o sin el plan, los planes marcharán bien. Telli no tendrá poder, yo me encargo de eso.

—De acuerdo —dijo asintiendo.

—Retírate, ve ahora mismo a prepararte.

—Sí —dijo haciendo reverencia para después irse.

—Gülbahar —llamé a la joven que veía a sus hijos jugar. Ella se paró de donde estaba sentada, llegó hasta mi e hizo reverencia.

—Como sabrás, Cihan está en cinta.

Ella miró el piso con tristeza para posteriormente regresarme a ver con una sonrisa forzada.

—Hoy irás a los aposentos de mi hijo Mahmud, quiero que hagas todo lo necesario para quedar en cinta.

—Sultana, no he quedado en cinta desde hace 13 años ¿Cómo podría hacer eso en un día? Incluso creo que ya no puedo tener hijos —dijo con miedo.

—Mihrimah te dará algo para que haya más posibilidades de que te embaraces, usa tus encantos y puede que mi hijo no salga de sus aposentos por un buen tiempo.