Entrika/Intriga

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3 de agosto de 1644

—¡Atención! —gritó Kemankeş. —¡Los şehzade's están aquí! —anunció para posteriormente oírse dos cañonazos.

Todos los presentes hicieron reverencia.

Los príncipes caminaron con postura recta hasta llegar frente a Kösem Sultan para después hacerle reverencia y besar su mano.

—Şehzade's —habló Kösem. —El día de hoy descansarán.

Ellos la miraron confundida.

—Hubo un inconveniente en la prueba por lo que la prueba se hará mañana.

Los şehzade's asintieron.

—Retírense —ordenó la mujer.

Los jóvenes hicieron reverencia para después irse del lugar mientras los presentes —menos Kösem— les hacían reverencia.

Cada varón tomó su camino aún imaginando la prueba del día de mañana. Tendría que ser algo grande ya que por algo hubo algún inconveniente. Podría ser una batalla.

Murad decidió ir al tercer patio donde vio a lo lejos a Ayşe con los hijos de Nur: Orhan y Abdullah. Él, enojado, se dirigió con su şehaseki dispuesto a gritarle. ¿Qué pretendía hacer? Porque buenas intenciones no eran. Pensó.

En cuanto llegó con ellos, no dudó en hacerlo

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En cuanto llegó con ellos, no dudó en hacerlo.

—¡Ayşe! —le gritó Murad.

—Şehzade —dijo Ayşe haciéndole reverencia. —Es bueno verlo.

—Quiero que te alejes de mis hijos.

—No estaba haciendo nada malo, sólo hacía las pases con ellos, comprendí que no tenía porque enojarme con ellos.

—¡No me importa! —le gritó. Ayşe dio un paso atrás ante aquel grito. —Regresen con su madre —le ordenó a sus hijos.

Los niños asintieron para después irse.

—Şehzade...

—Mantente lejos de ellos.

—Sólo quiero estar en paz con los niños —dijo con honestidad.

—No me importa. Ojalá nunca me hubiera casado contigo —le dijo para después irse mientras Ayşe empezaba a llorar por aquellas palabras tan hirientes. Ella lo amaba y él a ella ya no.

Ahora, yendo al segundo patio, estaban Gevherhan Sultan y el şehzade Ibrahim conversando a escondidas de todos, hasta de sus más fieles sirvientes.

—Şehzade, entienda que esto es muy peligroso.

—No lo es —aseguró. —Ya no es secreto.

—Lo es, si no fuera así, no estaríamos a solas.

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