Se puso de pie mientras se mordía los dedos con ansiedad por ver lo que tenía enfrente.
- ¡Eso! ¡Métela!
Analizó sus palabras y se rió de su estupidez.
- ¡La pelota digo!
Varios de los presentes se rieron al escuchar su tontería, Wonho rió desde el campo y le lanzó un beso tras anotar el gol del desempate que daba por finalizado el partido entre sus compañeros de trabajo.
Ruby le dio una palmada en el trasero a Hyungwon y él la miró con molestia.
- ¿Y a ti que cojones te pasa?
Ella tiró de su brazo y lo sentó.
- Sientate por Dios... que vergüenza que todos te vean gritando esas cosas...
Hyungwon soltó una carcajada y arqueó una ceja.
- ¿Vergüenza? Mira que lo dice la misma que le preguntó a mi suegra si a su esposo aún se le paraba la picha...
Ambos soltaron una carcajada fuerte y agradecieron mentalmente que gracias al ruido del exterior, nadie escuchaba su conversación.
Ruby levantó sus manos en rendición.
- A ver, a ver... que está bien, que yo no puedo hablar de vergüenza, pero viniendo de ti es jodidamente extraño...
Hyungwon iba a hablar, pero justo en ese momento sintió unos fuertes y sudados brazos rodearlo por la espalda y se estremeció.
- ¡Wonho, no!
Hizo una mueca de asco y Wonho continuó empapando su sudor en la camisa de su prometido, mientras reía acompañado de Ruby.
Cuando decidió parar de molestarle, Wonho lo giró para verlo y él aún mantenía la mueca de asco en su cara y sus ojos cerrados.
Wonho sonrió divertido intentando contenerse una carcajada.
- ¿Qué pasa Hyungwonnie?
Hyungwon se sacudió como si eso sirviera de algo y abrió los ojos mirándolo con molestia.
- Tu asqueroso sudor está impregnado en mi ropa ahora...
Wonho se rió y fingió estar dolido por su palabras, llevándose una mano al pecho.
- Me duele que me digas que me amas pero no a mi sudor...
Fingió llorar y Hyungwon rodó los ojos.
- Te amo a ti, no a tus asquerosos fluidos...
Ruby soltó un bufido.
- Seguro no le dices lo mismo cuando te echa otros fluidos hasta en la boca...
Hyungwon se pintó de un violento color rojo al notar que varía gente había escuchado ese comentario y sus dos acompañantes sólo pudieron reír a carcajadas.
Era tan bonito sonrojarlo.
Wonho se puso de pie y lo levantó, sacandolo en dirección a otro lugar del centro de recreación.
- Vámonos Hyungwonnie, tu mamá está loca...
Ruby se quedó riéndose y Hyungwon comenzó a caminar tapando su cara por la aún visible vergüenza que llevaba consigo.
Wonho lo abrazó y le dejó varios besitos en la mejilla entre risas.
Sabía que Ruby era su mejor aliada para molestar a Hyungwon, pero amaba ser el que salvaba el día.
Llegaron a la sombra de un frondoso árbol y tomaron asiento debajo de él, entonces Hyungwon se recostó en el hombro de Wonho y él lo miró divertido.