15.

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Con sus ojos cerrados y aún recién despertando, percibió el aroma que más amaba en el mundo, aquel aroma que Wonho desprendía.

En momentos como esos es que agradecía al cielo por haberle regalado la fragancia L'Homme de Yves Saint Laurent en aquella fiesta de navidad que hicieron entre ellos dos solos, donde estaban "separados" y terminaron besándose, siendo interrumpidos únicamente por la algarabía de la medianoche.

Sonrió ante su recuerdo y se regañó internamente por no haberse sobrepasado en ese momento, si tenía muy claro desde siempre, que el sexo iba a ser el que al final arreglaría sus problemas.

— ¿De que te ríes? No estarás pensando en cosas sucias recién despertar... ¿o sí? — Wonho se mordió el labio con una sonrisa pícara, él levantó su cabeza del pecho de Wonho y simplemente le sonrió, pero luego notó que el transporte se detuvo y el piloto avisó algo a Wonho — Hemos llegado Hyungwonnie.

Entonces, cuando la puerta se abrió, él se asomó para echar un vistazo al magnífico lugar y se quedó impresionado con las vistas.

— Wow... Esto es... Wow... — Wonho le sonrió y le dejó un beso en la mejilla.

— Bienvenido a Kandolhu — se bajaron del hidroavión y una magnífica y lujosa villa estaba frente a ellos, Hyungwon se detuvo muy sorprendido y Wonho se enterneció por la escena, así que lo abrazó por la espalda y le habló en el oído — y bienvenido a tu nuevo hogar temporal Hyungwonnie... Es tuyo por dos semanas.

Sus maletas fueron llevadas rápidamente adentro y los empleados se retiraron para darles privacidad a la joven pareja.

Hyungwon le sonrió y se giró para darle un suave beso, entonces Wonho aprovechó la oportunidad para cargarlo en sus brazos al estilo nupcial y llevarlo hacia adentro mientras él solo podía reír.

— Eres un tonto esposo mío... — Wonho sintió algo hermoso en su pecho al escuchar a Hyungwon llamarlo de esa manera, entonces lo puso de nuevo en el suelo y acercó sus rostros, jugando con la naricita de Hyungwon.

— Y tú eres hermoso, esposo mío... — Hyungwon le sonrió y le acarició el rostro con ternura para finalmente unir sus bocas en un suave beso que terminó a los pocos minutos.

Wonho se separó de él, comenzó a ordenar un par de cosas que traían en sus maletas y Hyungwon frunció el ceño, molesto por alguna razón.

— ¿De verdad vas a ponerte a arreglar maletas justo ahora? — Wonho lo vio extrañado por el repentino cambio de humor y se rascó el cuello con nerviosismo.

— Eh... Pensé que estabas cansado, hemos pasado casi todo el día viaj... — Hyungwon lo empujó con fuerza contra el sofá que había allí, se subió sobre su regazo y comenzó a besarlo con desespero, arrancandole un par de jadeos para finalmente separar sus rostros.

Acunó la cara de Wonho entre sus manos y lo miró con molestia.

— Exacto, llevamos todo el día viajando y lo que más hice fue comer y dormir, así que deja eso allí ahora y vamos a empezar con esta luna de miel de una puta vez — se puso de pie, tomó su bolso y se dirigió a la habitación, dejando a Wonho estupefacto en el sofá.

En muy pocas ocasiones había visto a Hyungwon de esa forma, pero no era como que quisiera desaprovechar esa oportunidad tampoco, así que sin pensar el porqué de su molestia, salió corriendo hacia la habitación.

Abrió la puerta sintiendo la adrenalina recorrerlo entero, pero su corazón casi salió de su pecho al ver a Hyungwon desnudandose para él, claramente ya estaba esperándolo.

Lo hacía con una gracia muy sensual y Wonho no pudo evitar recordar su baile erotico en aquella tarima, pero esta ves era diferente.

No era un simple baile, era un striptease en toda la regla.

Love You Again Donde viven las historias. Descúbrelo ahora