Miró su reloj de pulsera.
- ¡Hyungwon!
No hubo respuesta.
- ¿Hyungwon?
Comenzó a subir las escaleras rumbo a la habitación una vez más mientras volvía a ver su reloj.
Llegó arriba, giró el pomo de la puerta y al abrirla se quedó enternecido con la escena.
Hyungwon estaba dormido nuevamente sobre la cama, hecho una bolita hermosa con bata.
Se acercó a él con mucho cuidado para no asustarlo y se sentó en la cama.
- Hyungwonnie...
Con su mano derecha lo movió suavemente en un intento por despertarlo.
- Hyungwon... bebé...
Él soltó un quejido y se removió para volverse a acomodar.
Wonho se rió al ver su acción, él no parecía querer levantarse.
- Hyungwon...
Hyungwon soltó un bufido de molestia y tiró de su brazo provocando que Wonho también quedara acostado en la cama, entonces lo envolvió con manos y piernas inmovilizandolo al instante.
Wonho volvió a reírse.
- ¿Qué intentas hacer?
Hyungwon acomodó su cabeza en el pecho de su amado.
- Shh...
Sonrió sintiendo el calor de Hyungwon y lo acarició con suavidad.
Después de casi medio año viviendo juntos de nuevo, no terminaba de acostumbrarse al largo periodo de sueño de Hyungwon y casi todas las mañanas terminaban siendo iguales.
Ambos se levantaban temprano, se preparaban, él bajaba a hacer el desayuno y cuando lo terminaba, Hyungwon estaba dormido nuevamente en la cama.
Le pegó una pequeña nalgada a su delgado novio.
- Se nos hará tarde y el desayuno va a enfriarse...
Hyungwon abrió los ojos y bufó.
- No quiero ir...
Wonho se encogió de hombros.
- Pues quédate, tú eres tu propio jefe, en cambio a mi pueden despedirme...
Apartó los brazos de Hyungwon y se levantó de la cama, Hyungwon lo miró con molestia y se sentó en la cama.
- Contigo quiero...
Wonho negó con una sonrisa.
- Sabes que no puedo ceder a tus encantos o vamos a morir de hambre...
Hyungwon lo miró con mal humor y extendió sus brazos como todo un bebé.
Wonho se rió y se acercó a él dándole la espalda para cargar a Hyungwon en ella.
El delgado muchacho se subió a su espalda y se acomodó para seguir durmiendo en ella durante el trayecto de la habitación a la cocina.
Wonho comenzó a bajar a través de las escaleras con mucho cuidado de no caerse y suspiró.
- Estoy haciendome viejo para esto...
Hyungwon se rió en su espalda.
- No eres viejo... eres fuerte y sexy.
Wonho se rió y terminó de bajar las escaleras para dirigirse a la barra de desayuno donde estaban servidos los panqueques de ambos.
Sentó a Hyungwon y le acercó el plato mientras se dirigía al refrigerador para sacar un poco de jugo y el café de Hyungwon.
