17.

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— Si, si... Lo sé... — Suspiró acostado en la cama, cubriéndose el rostro y sosteniendo el teléfono mientras escuchaba a Ruby muy histérica por su salud — Ya se que han pasado casi dos semanas desde que empezó, pero no se, supongo que solo es que no me acostumbro a la rica comida de aquí...

Sintió unos suaves besitos en su abdomen y apartó su antebrazo de su cara para mirar al causante de sus cosquillas.

Vio un bulto debajo de su camisa y soltó una risita que esperaba que Ruby no hubiera escuchado, no quería que ella pensara que su consejo de dejar de hacerle orales a Wonho era una tontería.

Acarició la cabeza de Wonho y él salió de debajo de su camisa con una sonrisa.

— Vale Ruby, tomaré tu consejo... Te llamo luego y no te preocupes, Wonho me ha cuidado bien, pronto nos veremos para que lo compruebes... — Sonrió hacia Wonho lanzandole un besito que él fingió tomar en su mano y llevarlo a su boca.

Entonces la llamada finalizó, puso el teléfono en la mesita de noche y tiró de Wonho para hacerlo llegar a su lado de la cama.

Wonho lo abrazó con cuidado de no presionarle el adolorido abdomen y le dejó un par de besitos esparcidos en el rostro.

— ¿Te sientes mejor? — el rostro de preocupación que Wonho le mostró, lo hizo sentirse un poco triste, seguramente él quería verlo totalmente sano en su amada luna de miel, sin embargo, esa amada etapa ya casi estaba llegando a su final y todos los días en las mañanas había amanecido igual sin importar si tenían sexo o no, odiaba preocuparlo.

— Ya estoy mejor Wonho, no te preocupes... — acarició su rostro con dulzura — ya se que te he dicho esto todos los días, pero es verdad... Después de que vomito me siento mucho mejor, en serio...

Wonho suspiró con tristeza.

— Cuando lleguemos a casa lo primero que haremos antes de volver a lo laboral, será llevarte al hospital y no vas a detenerme esta vez — Hyungwon sonrió al ver la expresión seria y triste de Wonho, parecía un padre regañando a su hijo.

Entonces Wonho se puso de pie dispuesto a comenzar su día, después del mal rato que pasaba viendo como todos los días Hyungwon devolvía la comida por las mañanas.

Hyungwon extendió sus manos para que lo ayudara a levantarse de la cama y él rápidamente se acercó.

— Si papi, pero no me pegues por favor... — cuando Wonho lo levantó se acercó burlón rápidamente a dejarle un beso en el rostro de Wonho y le sonrió, entonces Wonho también sonrió por la acción y lo abrazó con ternura.

— Es por tu bien Hyungwonnie... No. Me hagas parecer el villano — Hyungwon correspondió su abrazo y apoyó su cabeza en el hombro de Wonho sintiendo la paz que anhelaba.

— Lo sé mi amor... — Wonho se separó de él sorprendido, porque escuchar una palabra así de Hyungwon era más que extraño.

— ¿Mi amor? — arqueó una ceja con una sonrisa pícara, Hyungwon rodó los ojos y se separó de él al darse cuenta de la palabra cursi que había dicho — ¡Hyungwonnie me dijo mi amooor! — Wonho comenzó a dar saltitos como un niño alrededor de él y él solo se cubrió la cara por el comportamiento infantil de su esposo.

— Eres un tonto — Wonho se detuvo y lo abrazó por detrás.

— Pero así me amas... — Le depositó un beso en el cuello y Hyungwon sonrió y asintió.

Porque era cierto.

...

— No, no, no y no... — se cruzó de brazos mirando a Wonho muy molesto.

— Pero Hyungwonnie... — Wonho le puso una carita dulce y se acercó a él, aunque pareciera molesto.

— Pudiste haberlo dicho antes de salir de la comodidad de la villa, te hubieras ahorrado mucho — soltó un bufido y Wonho hizo una mueca de tristeza.

— Sólo inténtalo... — le acarició el brazo suavemente.

— Wonho he dicho que no, sabes que no puedo nadar ¿Y si el tanque de oxígeno está defectuoso? ¿Qué pasa si el tanque explota? — Suspiró frustrado y miró a Wonho con preocupación.

Wonho se acercó más a él y le acunó el rostro con ternura.

— Hyungwonnie... Si tu tanque está defectuoso, voy a quitarme el mio y te lo daré, si quieres salirte voy a nadar contigo hacia la superficie y todo se cancela, incluso si el tanque explota, nos dañará a ambos porque no me iré de tu lado — Hyungwon lo miró enternecido y suspiró.

— Pero... — Wonho le dejó un beso suave en los labios.

— ¿Puedes confiar en mí? Por favor... — Hyungwon lo miró fijamente por varios segundos, pero su mirada sincera le demostraba amor y protección con cada centímetro de él.

Suspiró resignado.

— Bien, lo intentaré... — sonrió nervioso y Wonho lo abrazó muy contento por saber que iban a disfrutar mucho de su última actividad en su luna de miel.

Se acercaron a ponerse el traje necesario para la actividad de buceo y aunque Hyungwon estaba muy nervioso, Wonho siempre sostuvo su mano.

De vez en cuando hiperventilaba, pero Wonho lo abrazaba con ternura y cuando se llegó el momento de sumergirse en el mar fue cuando Hyungwon se puso verdaderamente nervioso.

— Wonho... Wonho no puedo, en serio no puedo... — sus manos temblaban y su labio inferior también, entonces Wonho le acunó la cara y lo miró fijamente

— ¿Quieres volver a la habitación? — Hyungwon miró a su alrededor, toda aquella agua representaba un obstáculo para él, pero otra parte de él quería vivir la experiencia con Wonho, entonces negó.

— No... No quiero volver... — Suspiró y miró fijamente a Wonho — Prométeme que no vas a soltarme en ningún momento — Wonho le sonrió con ternura y lo abrazó.

¿Brumm Brumm bebé?

Entonces Hyungwon sonrió y asintió para finalmente sumergirse en el agua tomados de la mano.

Entrar en el agua fue la sensación más liberadora que Hyungwon experimentó, no porque estaba venciendo una fobia, sino porque las manos de Wonho estaban sosteniendolo con delicadeza todo el tiempo.

Demostrándole que en medio de una enfermedad o incluso en medio del mar, estaba y estaría a su lado sin importar lo que pasara.

E

l espectáculo que había debajo del enorme manto azul que había visto toda su vida, era impresionante.

La diversidad de hermosos colores y especies lo estaba dejando maravillado a medida que avanzaban y si hubiera podido sonreír debajo del agua lo haría.

Porque se sentía como si volara y lo mejor era que estaba con su avioneta favorita.

Love You Again Donde viven las historias. Descúbrelo ahora