26.

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Caminaba pensativo a través de los largos pasillos del lugar.

Suspiró frustrado al entender que aún le faltaba mucho por aprender sobre paternidad.

Tomó uno de los paquetes que habían en el estante y comenzó a leerlo con mucho cuidado, buscando exhaustivamente que dijera "hipoalergenico"  tal como le había dicho la madre de Wonho.

— Wonho... ¿Crees que necesitemos más de est... — guardó silencio al notar que Wonho no estaba allí, así que le dio muy poca importancia, deduciendo que probablemente se había quedado en el pasillo anterior del supermercado leyendo algún paquete para poder identificar su contenido.

Por si las dudas, puso uno de los paquetes dentro del carrito de compras y se dirigió al pasillo anterior, pero no le agradó nada lo que vio.

Una muy esbelta mujer parecía estar muy contenta con la compañía de Wonho y sinceramente él no iba a esperarse a que la charla terminara, así que se acercó a Wonho sin cautela.

— Amor, estaba buscándote... — miró a Wonho regalandole una sonrisa tierna y la mujer se sorprendió entonces él la miró con fingida sorpresa — ¡Oh! Lo siento... ¿Los interrumpí? — miró a Wonho y él simplemente agachó la cabeza riéndose, era algo que pasaba muy seguido.

— Eh... — la mujer intentó decirle algo, pero Hyungwon le extendió la mano.

— Hola, soy Chae Hyungwon, el esposo de Wonho — la mujer tomó la mano de Hyungwon aún más sorprendida y Hyungwon le señaló la panza — ¡Oh! Vas a ser mamá... Que lindo — le sonrió fingidamente y miró a su alrededor — Y... ¿Dónde está tu pareja?

La mujer no sabía que decir y se puso las manos en el bien trabajado abdomen de deportista.

— Eh... No, estoy soltera y no voy a tener ningún bebé... — sonrió fingidamente a Hyungwon y miró a Wonho seriamente como esperando una intervención que no llegaba.

Entonces Hyungwon se puso las manos en la boca, haciéndose el sorprendido por lo que la mujer acababa de decir.

— Oh por Dios... De verdad lo siento... — miró su panza dramáticamente — pensé que si, es que... Bueno... — hizo una señal curva sobre el abdomen la mujer y ella se vio a sí misma, un poco preocupada — además estás en el pasillo para bebés...

La mujer miró a su alrededor y asintió.

— Si pero yo solo vine a salud... — Hyungwon miró a Wonho con fingida emoción.

— ¡Bebé! ¿Se lo contaste? — Wonho negó sonriente, estaba más que divertido con la situación, entonces Hyungwon miró a la mujer nuevamente y le sonrió — que mal amigo eres mi amor... ¿Por qué no le has dicho que vamos a ser padres de una hermosa bebé dentro de poco?

La mujer miró a Wonho muy sorprendida.

— Eh... — pero nuevamente antes de que pudiera decir algo, Hyungwon la estaba interrumpiendo.

— Estoy seguro de que será tan hermosa como mi Wonho — se acarició el abdomen pues en ese momento portaba la faja de las pataditas por debajo de la ropa y levantó un poco su bata médica para que ella viera el pequeño bulto de su abdomen, dejándola aún más sorprendida de lo que ya estaba.

Ella se rascó un poco la cabeza con algo parecido a la incomodidad y molestia, entonces miró a Wonho.

— Wonho... Entonces... Cualquier cosa, puedes contar conmigo... — le sonrió fugazmente y él solo asintió, entonces ella dio la vuelta intentando salir de allí lo más rápido posible.

— ¡Fue un gusto, como-sea-que-te-llames! — sonrió hasta que la mujer desapareció de los pasillos de maternidad y entonces miró a Wonho deseando asfixiarlo allí mismo — allí está el carrito, paga rápido... Te espero en el auto... — arregló su bata, tomó su bolso y salió de allí dejando a Wonho sorprendido.

Al parecer Hyungwon se ponía cada vez más y más celoso y aunque una parte de él estuviera enternecido, otra parte le asustaba.

No es como que quisiera que Hyungwon le cortara las bolas mientras dormía.


...



Llegó a la habitación después de darse su amada ducha antes de dormir y notó que Hyungwon no le había hablado desde hacía una hora que llegaron desde el supermercado.

Así que aprovechando que estaba dándole la espalda se acercó a darle un besito en el cuello que hizo que el delgado se estremeciera por el agua fría que escurría de su cabello.

— ¿Qué haces? Vete a dormir, no tengo ganas de que estés molestando ahora... — sonó cortante y ni siquiera se molestó en mirarlo.

Entonces Wonho sonrió.

— ¿Sigues molesto por la tipa? Ya te expliqué que era alguien de la universidad que se cree mejor en los números que yo... — resopló molesto al recordar el comentario de la mujer preguntándole si ya había conseguido empleo — por fortuna tú llegaste a salvarme oportunamente.

Le dejó un nuevo besito y Hyungwon lo empujó con molestia.

— Si, claro... Porque tu no tienes boca para decir nada ¿no? — bufó molesto y Wonho se enterneció.

— No tengo culpa de que me hallas acostumbrado a disfrutar tanto ese tipo de cosas... — le apartó un poco el pijama, descubriendole un hombro para dejar un suave beso allí — es de la única manera que me dices apodos más cariñosos de lo normal... — volteó a Hyungwon lentamente dejándolo boca a arriba — ¿Acaso es pecado querer sentirme deseado de esa manera? — arqueó una ceja mirando a Hyungwon, pero él seguía con su semblante serio.

— Para, Hoseok... No tengo ganas de hablar de eso... — miró a Wonho muy seriamente y él puso cara de fingido dolor al escucharlo decir su nombre real — ¿Qué? ¿Prefieres que te diga Wonho?

Wonho se quedó pensativo por un par de segundos y se acercó a su oído lentamente para susurrar.

— Me gustan ambos, pero me gustan más cuando lo dices gimiendo... — se separó para ver la reacción de Hyungwon, quien a pesar de haber mantenido un semblante serio por mucho tiempo, esa frase había hecho que soltara una risita.

— Eres un... — Wonho le sonrió y atrapó su boca antes de que pudiera decir algo, entonces se posicionó sobre el cuerpo de Hyungwon con rapidez y luego dirigió sus besos a aquel pálido cuello en el que amaba dejar muchas marcas.

Inevitablemente aquel pequeño enfado avanzó hacia donde todo se arreglaba últimamente, en hacer el amor.

Hyungwon enredó sus dedos en el húmedo cabello de Wonho, atrayendolo hacia él, mientras Wonho pasaba una de sus manos por el suave pecho de Hyungwon, quitando uno a uno los botones de aquella pijama que Hyungwon en muy pocas ocasiones podía usar.

Wonho lo besó con más deseo al sentir la mano de Hyungwon arrancandole la única pieza que lo cubría.

Y entonces se separó para verlo a los ojos y Hyungwon lo vio con curiosidad.

— No tienes idea de lo mucho que amo escucharte presumir con orgullo que eres mío... — le dio un beso en la mano — y quiero seguir marcandote como mío muchas veces más...

Hyungwon jadeó ante el susurro y automáticamente su pijama desapareció con la rapidez que solo Wonho podía tener.

Quizá enfadarse no era tan malo, si la solución a sus problemas siempre era esa.

Love You Again Donde viven las historias. Descúbrelo ahora