27. Oscuro deseo

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Prompt 27: Enceguecido.

Fandom: The Little Mermaid.

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Nadando en silencio, el Rey Tritón se dirigió a la sala del trono ignorando a algunas de las sirenas que se dedicaban a decorarla. Por un lado, confiaba en que sus hijas sabrían distraer a Ariel lo suficiente para que terminaran de preparar su fiesta sorpresa —aunque fuera lo suficientemente inteligente para comenzar a sospecharlo— de dieciséis años, pero por el otro no podía evitar verse atacado por la melancolía.

Ahora que el reino había recuperado la música, ésta resonaba por cada esquina. Y el rey no podía evitar recordar a Atenea.

Hace nada acababan de cumplirse diez años de su pérdida, y aunque los habitantes de Atlántida no tenían malas intenciones al recordarla con la susodicha música, a él no le causaba más que un sabor amargo en el paladar.

Lo peor de todo era que Ariel, la más joven de sus hijas había comenzado a mostrar interés en el mundo afuera del agua y eso le causaba gran pesar. Mostraba interés en la superficie y le dolía.

Su madre había perdido la vida en la superficie a manos de los humanos. El reino y su corazón se habían apagado en la superficie a manos de los humanos. Y no dudaba en que ella ya allá olvidado eso, podría comenzar a a olvidar a su madre después de diez largos años pero sabía que no olvidaría eso.

Entonces, ¿por qué?

¿Por qué ese repentino interés?

No fue en más de una ocasión que la descubrió dirigiéndose a la costa, y eso lograba que llorara cuando nadie más lo viera.

Temía por Ariel. Temía que después de diez años, la historia de Atenea se repitiera con la más joven de la familia. Temía verla atrapada en un anzuelo, que los humanos nuevamente le alejaran a su familia.

De sólo pensarlo ocasionaba que el rey se encogiera en su trono con un nudo en la garganta.

Por eso le había encomendado al resto de sus hijas mantenerla distraída: porque sabía que en el peor momento ella podría haber salido a la superficie en su totalidad. Y él no quería eso.

De verdad no quería eso.

Porque aunque haga lo que está en su disposición, reconoce que la princesa está enceguecida en su hambre de curiosidad.

Y deseaba que pasara pronto. Porque lamentablemente no podría entrar en la mente de su hija y eliminar esos deseos de conocer el mundo terrícola.

Por ahora, restaba desear que no pasara lo peor.

Not Everything is Black and White ┋ FictoberMF18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora