Capítulo 19

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Si dos personas están destinadas a estar juntas no habrá nada que se los impida, y menos si esas personas luchan por conseguirlo. Pero si ninguno de los dos están dispuestos a dar el primer paso, la historia simplemente quedaría en un "¿que hubiera pasado?"

La historia de Whis y (T/n) venía siendo la misma, ninguno de los estaba seguro de querer aventurarse más allá. (T/n) hablaría con Bills acerca de eso, aunque no la entendiera por lo menos se liberaria de esa presión que sentía en su pecho hacía ya unas semanas.

(T/n) : Hola abuelo, necesito hablar contigo de un tema un tanto difícil.

Bills : Ven aquí, puedes decirme lo que quieras.

(T/n) : Es acerca de... de...

Bills : ¿Si? Dime en confianza.

(T/n) : Es que no se cómo reaccionaras.

Bills : Eso depende de que tan grave es el asunto, dime ¿alguien te ha hecho daño? Por que si es así ahora mismo lo haga polvo.

(T/n) : Mejor te lo digo en otra ocasión.

Estaba a punto de salir de la habitación cuando la voz de su abuelo se lo impidió.

Bills : ¡(T/N)! Ven aquí AHORA.

No le quedaba de otra más que decirle, ella lo había buscado por eso.

Bills : Ahora mismo me dices que es lo que te pasa.

(T/n) : Es que, yo creo estoy enamorada.

Bills : ¿Crees? ¿No estas segura?

(T/n) : Es que nunca me había sentido así, así que es la primera vez que hablo de esto y se siente extraño.

Bills : Bien, te entiendo ¿y el te corresponde?

(T/n) : No se, no se lo he dicho, pero creo que no, nunca se fijaría en una chica como yo, somos muy diferentes.

Bills : ¿Porqué dices eso?

(T/n) : Ante sus ojos se que sólo me ve como una mortal.

Bills : ¿Mortal? ¿Te enamoraste de un dios? ¿Se puede saber quién es?

(T/n) : Te enojarias con él.

Bills : Tranquila no lo mataré si eso te preocupa.

(T/n) : Es Whis.

Bills : Oh vaya es Whis... Espera ¿Whis?

(T/n) : Si pero, por favor no le vayas a decir nada.

Bills : Esta bien, pero algún día tienes que hablar con él, y si te hace algo sólo dímelo lo pondré en su lugar.

(T/n) : Esta bien, pero dame tiempo para pensar.

Bills : Bien, eso si, si te acepta pero te hace daño tendrás que olvidarte de él. ¿De acuerdo?

(T/n) : Tranquilo lo más probable es que me rechace.

Bills : Mmm bien ahora iré a descansar, cuidate pequeña.

(T/n) : Claro, pero no me digas pequeña.

Bills : Como quieras enana.

(T/n) : ¡Oye!

Para Whis no era difícil esconder sus sentimientos, lo habia hecho desde siempre, ninguna vez tuvo que esconder un sentimiento como el del amor, así que era un poco nuevo pero nada que no pudiese manejar, no podia darse el lujo de ir y decirle lo que sentía, lo de ellos no podía ser, estaría rompiendo el juramento que hizo de castidad ante Zeno Sama y Daishinkan, además ella era demasiado perfecta para él, brillante como el sol y el sólo le traería problemas y dolores a su alma. Nadie aceptaría su relación ni siquiera ella y menos Bills era muy hostil en ciertos temas.

¿Cómo decirle a alguien te amo?
¿Cómo saber si esa persona corresponde? ¿Sería mejor ocultar su amor y evitarse problemas? ¿O debería luchar por conseguir ser correspondido?

Todas esa preguntas rondaban en la cabeza de Whis constantemente, no podía dejar de pensar en eso, era un martirio no poder expresarse con nadie. Y si lo hacía ¿Con quién? No tenía idea de a quién decirle lo que sentía, ¿quién podría saber acerca del tema? Dudaba del señor Bills y su padre estaba fuera de discusión. Lo único que calmaba su angustia era ella, su voz era música para sus oídos, sus ojos, esos color chocolate que se transformaban en otros colores al convertirse en Super Saiyajin, pero prefería verlos en todo su explendor, su sonrisa era el regalo más grande de toda su existencia, un extasis extraño pero agradable.

¿Quien lo diria? El ayudante del Dios Destructor enamorado. Si eso era el amor que expresaban los terrícolas no quería perderlo y menos olvidarse de esa magnífica sensación al tenerla cerca. Tenía que hacer algo al respecto o cometería una total locura de la que después podría arrepentirse.

Bills no sabía cómo tomar el tema de su nieta enamorada, y menos de su maestro, Whis, hasta cierto punto lo consideraba como un amigo pero nunca como parte de su familia. No es que su familia fuera muy grande pero no cabía la idea de que Wiss fuera su qué? Ni siquiera sabía que sería, pero al verla hablando de esa forma con el, una parte de su ser que creía ya no sentía, se sintió débil al verla así. Ella era su única familia, luego que se enteró que su hijo Kiyoshi había muerto a causa de que el planeta que habitaba había sido destruido por un conflicto, el dormía mientras paso asi que se sintió culpable. No iba a ocultarlo le había afectado su muerte, creyó que su vida había perdido sentido y estuvo a punto de dejar su puesto como dios. Poco tiempo después se enteró por Whis que su hijo se había casado y un bebé era el resultado, la buscó si, incluso le pidió a Whis que la encontrará, pero como no sabía su nombre Whis no podía encontrarla. Hasta que llegó a la Tierra, su parecido con el era muy poca, lo único que resaltaba a primera vista de el, eran el color de sus ojos, al principio no pensó que fuera ella pero después de su pelea lo supo. Era idéntica a Sina, su madre, excepto su personalidad y el color de ojos, eran igual a su padre, tan lleno de vida y jovial. Había cometido un error hace tiempo y no pensaba cometerlo ahora con su nieta, ella merecía ser feliz, le encantaba ver la alegría en sus ojos, era como ver a su hijo feliz.

No sabía como reaccionaría Whis, lo conocía desde hace mucho pero nunca lo había visto mostrar interés, ni relacionarse con alguna chica. Pero no importaba apoyaría a su nieta hasta el final como nunca lo hizo con su hijo, era una sensación de protección hacia ella y no pensaba drenarla.

Nos leemos luego.

Sangre De DeidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora